Kim Jong-il, caricatura aterradora del r¨¦gimen de Corea del Norte
El l¨ªder supremo del pa¨ªs asi¨¢tico era un joven retra¨ªdo que se convirti¨® en un dictador despiadado y enigm¨¢tico
Amante del buen vino, mujeriego empedernido, apasionado del cine, loco de los trenes y los coches de alta velocidad, Kim Jong-il tiene el perfil de un playboy de pel¨ªcula barata pero, detr¨¢s de sus caracter¨ªsticas gafas de sol, se esconde el l¨ªder m¨¢s enigm¨¢tico del mundo, dictador y gu¨ªa supremo de Corea del Norte, pa¨ªs aislado del planeta y que ahora vuelve a protagonizar una crisis con su vecino del sur por el hundimiento de un buque surcoreano atacado por un torpedo de Pyongyang y en el que murieron 46 tripulantes.
Lejos de la simple an¨¦cdota, la caricatura de Kim Jong-il, al frente del ¨²nico r¨¦gimen estalinista que a¨²n existe, pasa por asfixiar a una poblaci¨®n de 25 millones de habitantes, que vive en un absoluto estado de propaganda, sin libertades y en la hambruna. Como un pasaje propio de 1984, novela de George Orwell, la llegada al mundo de Kim Jong-il ya vino marcada por la propaganda. La versi¨®n oficial norcoreana inform¨® que el hijo del l¨ªder supremo naci¨® en 1942, en la m¨¢s alta monta?a de la pen¨ªnsula coreana bajo un cielo con dos arcoiris y una brillante estrella, pero lo cierto es que su alumbramiento sucedi¨® en 1941 en la fr¨ªa estepa siberiana cuando su padre se encontraba exiliado en una base militar de la antigua Uni¨®n Sovi¨¦tica.
Primero y ¨²nico l¨ªder heredero en el mundo comunista, el hijo del Kim Il-sung, designado por Stalin para gobernar Corea del Norte tras su fundaci¨®n en 1948, nunca tuvo dotes de jefe. Al contrario. Siempre fue un chico inocente, que se convirti¨® en un monstruo, esperpento de un brutal sistema totalitario, donde no existe el turismo ni la libertad de prensa y opini¨®n. El joven Kim, t¨ªmido y de mejillas hinchadas, se educ¨® en un entorno buc¨®lico mientras el resto del pa¨ªs permanec¨ªa en la miseria. No apuntaba aspiraciones pol¨ªticas pero s¨ª afici¨®n por las mujeres y el cine. Seg¨²n los medios surcoreanos, siente especial atracci¨®n por las rubias rusas, aunque son abundantes las noches que pasa con asi¨¢ticas, y posee una colecci¨®n de 20.000 pel¨ªculas, incluso ha escrito un libro sobre cine.
Su rechazo a ser protagonista de cualquier acontecimiento despert¨® siempre muchas dudas en las elites de si podr¨ªa gobernar tras la muerte de su carism¨¢tico y (para el r¨¦gimen) sagrado padre. Pero el chaval retra¨ªdo se hizo un dictador despiadado, en el "amado l¨ªder" o "Sol del siglo XXI", como reza la propaganda. En 1991, control¨® el Ej¨¦rcito a pesar de su escasa experiencia militar. Tres a?os despu¨¦s, muri¨® Kim Il-sung y pas¨® a ser el nuevo l¨ªder supremo de Corea del Norte, que ha gobernado con el mismo pu?o de hierro que su antecesor.
Pyongyang defiende la militarizaci¨®n a ultranza del pa¨ªs. Tiene unas Fuerzas Armadas de 1,2 millones de hombres a las que dedica casi la totalidad de sus recursos, aproximadamente el 90% del presupuesto. Tanto que los norcoreanos que no entran en la carrera militar ni trabajan para el Gobierno tienen muy pocas probabilidades de sobrevivir en alguna actividad privada. Empe?ado desde el fin de la guerra de Corea (1950-1953) en hacerse con armas nucleares para competir con Estados Unidos y Jap¨®n, que invadi¨® con anterioridad la pen¨ªnsula coreana, la mayor amenaza del r¨¦gimen norcoreano es su arsenal at¨®mico. Y con ¨¦l aplica la t¨¦cnica de chantaje nuclear, que le permite tener garantizados acuerdos comerciales y ayuda internacional.
Pero las desigualdades persisten en el pa¨ªs asi¨¢tico. Mientras los norcoreanos corrientes comen harina de ma¨ªz con sopa y salsa artificial obtenida qu¨ªmicamente a partir de desechos de soja, las ¨¦lites se permiten todo tipo de lujos. Como ¨²nico ciudadano con plenas libertades y derechos, Kim Jong-il tiene m¨¢s que ninguno. Tal vez el m¨¢s reconocido es su afici¨®n por la bebida. En el a?o 2000, se reuni¨® con el presidente surcoreano, Kim Dae-jung, y los testigos del hist¨®rico encuentro aseguran que lleg¨® a beber diez vasos de vino.
Los disidentes que han podido escapar del pa¨ªs dicen que es una persona mani¨¢tica, vanidosa y acomplejada, que lleva zapatos con plataformas y el pelo en punta para parecer m¨¢s alto (su padre med¨ªa m¨¢s de 1,90 metros mientras ¨¦l apenas llega al 1,60). El a?o pasado, la revista Time le eligi¨® el mandatario "peor vestido del mundo", por sus "trajes color caqui", sus enormes gafas de sol "al estilo del rapero Kanye West" y sus plataformas "nada disimuladas". Hombre paranoico, pero no tonto. Kim Jong-il sigue todos los acontecimientos mundiales por Internet y est¨¢ al d¨ªa de todo lo que pasa. La antigua secretaria de Estado de EE UU, Madeleine Albright, se reuni¨® con ¨¦l y dijo que le impresion¨® lo muy bien informado que estaba.
En 2008, sufri¨® una apoplej¨ªa, que nunca ha sido reconocida por el Gobierno, y desde entonces se hacen quinielas para saber cu¨¢l de sus tres hijos le suceder¨¢ (algunos analistas han llegado a afirmar que est¨¢ muerto y es un doble el que le sustituye). Seg¨²n los medios surcoreanos, el designado es Kim Jong-un, el m¨¢s joven de los tres, hijo de su tercera esposa y de quien se dice que estudi¨® en Suiza y es la viva estampa de su progenitor. Esa estampa es aterradora y, pese a su aire c¨®mico, mantiene secuestrado a un pa¨ªs entero.
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