Cooperante desde la cuna

Fueron los padres quienes trasmitieron a Manuel Tapial, de 35 a?os, su pasi¨®n por la pol¨ªtica y la ayuda humanitaria. "Igual que los que creen en Dios quieren que sus hijos sean monaguillos, quien tiene unos ideales tambi¨¦n quiere trasmitirlos", comenta entre risas su padre, Manuel Espinar, un jubilado de 60 a?os, antiguo obrero metal¨²rgico y dirigente sindical de C COO. Tapial prefiere usar el apellido materno y en los c¨ªrculos de movimientos vecinales y sociales hubo quien se ha enterado hoy de que los dos Manu (Tapial) y Manolo eran padre e hijo. "Antes que nada somos compa?eros de combate. En la ¨²ltima huelga general contra el Gobierno Aznar nos detuvieron a los dos", recuerda el padre.

"En todas las manifestaciones solidarias que te puedas imaginar en Madrid, desde el movimiento okupa, hasta el festival Interpueblos de Legan¨¦s, all¨ª est¨¢ siempre el Manu", comenta un conocido.

Manuel Espinar cre¨® hace 14 a?os en Legan¨¦s en la asociaci¨®n Cultura, Paz y Solidaridad Hayd¨¦ Santa Mar¨ªa. "Empezamos entonces con el tema de la solidaridad a Cuba, a Am¨¦rica Latina, a Venezuela. Estuvimos en Yugoslavia durante la guerra de los 90 y dos veces en Irak, antes y despu¨¦s de la invasi¨®n", comenta Espinar.

Despu¨¦s el hijo viaj¨® por Londres y Holanda durante seis a?os. "Aprendi¨® muy bien ingl¨¦s", comenta su madre, la funcionaria Mar¨ªa Antonia Tapial, de 59 a?os. "Trabaj¨® de todo, de camarero y de recolector de flores", a?ade. "Estuvo tambi¨¦n en Venezuela, ha visto mucho mundo", indica el padre. De su experiencia venezolana, Manu lleg¨® a escribir un libro: La aventura de vivir. "No tiene una carrera pero s¨ª aprendi¨® de la vida", se?ala el padre.