19 ejecutados en un centro de rehabilitaci¨®n de Chihuahua

En el ataque m¨¢s sangriento de este tipo, un comando asesin¨® la medianoche del jueves (hora mexicana) a 19 personas en un centro de rehabilitaci¨®n de Chihuahua, capital del estado del mismo nombre y distante 360 kil¨®metros de Ciudad Ju¨¢rez, poblaci¨®n que durante 2009 sufri¨® tres episodios similares. Otros dos internos resultaron heridos, por lo que la cifra total de muertos podr¨ªa aumentar.

Seg¨²n diversos informes, m¨¢s de 20 sicarios llegaron al filo de las 23:00 horas del jueves hasta el Centro Cristiano Fe y Vida, ubicado en la populosa colonia Revoluci¨®n, al norte de la ciudad. Los hombres, que se presentaron en veh¨ªculos SUV y con armamento de alto calibre, derribaron la puerta del local y fueron recorriendo las distintas habitaciones, identificando a sus v¨ªctimas, a quienes sacrificaron en el suelo.

Un ataque similar al de esta semana ocurri¨® en Ciudad Ju¨¢rez el 2 de septiembre de 2009. En esa ocasi¨®n, 17 personas perdieron la vida. En los d¨ªas siguientes ocurrir¨ªan dos matanzas m¨¢s en centros de rehabilitaci¨®n, que entre ambas sumaron otra decena de fallecidos. Durante 2009, en total, se registraron m¨¢s de cuarenta muertos por ataques de este tipo. Versiones extraoficiales se?alan que tanto en el primer atentado en Ju¨¢rez, como en el de ayer de Chihuahua, se trata de un ajuste de cuentas entre narcotraficantes, que buscan en esos centros de acogida a sicarios de bandas rivales.

Por los casquillos (ojivas) recogidos, los asesinos portaban armas 223 (se recogieron 134 de este tipo) y 308 (se encontraron 22 de este otro). Informaci¨®n de El Diario de Ju¨¢rez revela que el pasado 17 de abril una mujer y un hombre fueron "levantados" (raptados) en ese mismo centro, durante la celebraci¨®n de un velorio. El mismo rotativo cuenta que en la escena del crimen deharon "narcomensajes", pero el contenido de los mismos no fue revelado de manera oficial. Un sitio denominado lapolaka.com adelant¨® que parte del mensaje que dejaron los asesinos fue: Gente valiente, noble, no se dejen enga?ar por nadie. Murieron porque lo merec¨ªan, por sus acciones".

Diversos testimonios aseguran que en Ciudad Ju¨¢rez este tipo de centros, en su mayor¨ªa administrados por pastores cristianos, han pr¨¢cticamente desaparecido de la poblaci¨®n fronteriza. De hecho, algunos se mudaron a otras ciudades, como la capital.

Desde Sud¨¢frica, el presidente Felipe Calder¨®n conden¨® la masacre.