Gran descubrimiento minero en Afganist¨¢n, pero ?y la guerra?
Nueve a?os de conflicto b¨¦lico y la pobre infraestructura del pa¨ªs despiertan la cautela en las empresas mineras que podr¨ªan interesarse en explotar las riquezas reci¨¦n descubiertas en el suelo afgano
Puede que se haya descubierto el mayor de los tesoros en Afganist¨¢n , pero sus minas de hierro, cobre y piedras preciosas tal vez no sean lo suficientemente atractivas para los inversionistas que ven con cautela el invertir en un pa¨ªs asolado por la guerra y con infraestructuras realmente deficientes.
Es cierto, los expertos calculan que el nuevo tesoro podr¨ªa generar cientos de miles de millones de d¨®lares en ingresos, cifras que los funcionarios estadounidenses est¨¢n afinando dado los altos costes de nueve a?os de guerra y la pobre econom¨ªa afgana. Sin embargo, es dinero que no se ver¨¢ de inmediato. Podr¨ªa tardar d¨¦cadas convertir en efectivo la extracci¨®n de las riquezas.
"En vez de una tierra bald¨ªa, Afganist¨¢n es la veta madre de los recursos minerales. El desaf¨ªo es como extraerlo y asegurar que beneficia a todos los afganos", afirma James Bever, director del grupo de trabajo para Afganist¨¢n y Pakist¨¢n de la Agencia para el Desarrollo Internacional. "Dentro de siete, ocho o 10 a?os echaremos veremos hacia atr¨¢s y diremos que era un descubrimiento enorme", agrega.
Los analistas mineros, por su parte, dicen que aunque el potencial de Afganist¨¢n es tentador, son muchos los riesgos para la mayor¨ªa de las compa?¨ªas preocupadas de que sus inversiones se vean atacadas por los talibanes o afectadas por la reputaci¨®n de corrupci¨®n del Gobierno afgano.
"A una empresa importante no le gustar¨ªa decir a sus accionistas que quisieran invertir all¨ª", dice Anthony Young, del banco de inversi¨®n Dahlman Rose & Co, en Nueva York
Ya un consorcio chino recibi¨® un gigantesco contrato en 2007 para explotar cobre en un yacimiento en la regi¨®n de Aynak, al sur de Kabul. Y el ministro afgano de Miner¨ªa realizar¨¢ una gira internacional a finales de este mes para reavivar el inter¨¦s sobre una oferta para la explotaci¨®n de minas ferrosas, que fue desechada en febrero debido en parte a la falta de inter¨¦s y la inestabilidad del mercado en ese momento.
Se espera que las empresas rusas y chinas est¨¦n en primera fila para ofertar por el yacimiento de hierro ubicado en Hajigak, al oeste de Kabul. En tanto, muchas empresas mineras norteamericanas se mantendr¨ªan alejadas, tomando en cuenta los problemas con el primer contrato de explotaci¨®n de cobre.
Cautela
La canadiense Hunter Dickinson ya perdi¨® su intento por explotar la mina de cobre frente al consorcio chino conformado por el principal productor del metal en el pa¨ªs Jiangxi Copper Co, y China Metallurgical Group Corp. Pero no se arrepiente. "En vista de la escala de violencia en el pa¨ªs, result¨® bien para nosotros", sostiene Robert Schafe, vicepresidente ejecutivo de negocios de la empresa canadiense. Es ¨¦l quien afirma que tomar¨¢ tiempo antes de que la industria pueda mostrar beneficios, y se?ala que normalmente lleva una d¨¦cada desde que se hace el descubrimiento hasta que efectivamente genera. Incluso esa d¨¦cada puede convertirse en dos.
Hay otras empresas mineras que se muestran cautelosas, debido a los problemas de infraestructura y suministro el¨¦ctrico entre otros servicios deficientes. "Desde nuestro punto de vista, se ten¨ªan que construir plantas el¨¦ctricas y hay muchos otros temas. Sus expectativas estuvieron muy por encima de la realidad", afirma un experto de la industria minera, cuya empresa estuvo interesada en la oferta de explotaci¨®n de cobre y que pidi¨® no ser identificado.
Brechas
El Banco Mundial ha estado trabajando en la mejora del naciente sector minero afgano, pero reconoce que hay brechas en la "cadena de valores", especialmente la necesidad de transformar el Ministerio de Minas.
"Tiene que modificarse, pasar de un ser un organismo que opera al estilo sovi¨¦tico a un aparato regulador o ministerio como tenemos en la mayor¨ªa de los pa¨ªses", dice Gary McMahon, especialista en el sector minero en el Banco Mundial. "No veremos a las principales (empresas mineras mundiales) meterse en Afganist¨¢n, pero hay compa?¨ªas mineras que dir¨¢n que el riesgo bien vale la pena", agrega McMahon, quien se reuni¨® la semana pasada con funcionarios afganos.
Pero es que tambi¨¦n hay preocupaci¨®n sobre las leyes mineras y si, espec¨ªficamente el vac¨ªo que existe sobre si quien halla un yacimiento tiene el derecho de explotarlo. "El Gobierno tiene la intenci¨®n de hacer que el 'derecho a la explotaci¨®n' est¨¦ m¨¢s en l¨ªnea con las pr¨¢cticas internacionales", asegura el representante del BM.
El mapa de la riqueza
El Pent¨¢gono calcula en m¨¢s de un bill¨®n de d¨®lares (m¨¢s de 820.000 millones de euros) los recursos mineros sin explotar que alberga el suelo afgano. Este dinero, obviamente, impulsar¨ªa a la econom¨ªa del pa¨ªs y respaldar¨ªa los esfuerzos estadounidenses para reafirmar a un Gobierno agobiado por la guerra. "Son potenciales buenas noticias, en especial para Afganist¨¢n", ha dicho el portavoz del Pent¨¢gono el coronel David Lapan.
Adem¨¢s de dos yacimientos conocidos de cobre y hierro, el Instituto Geol¨®gico de EE UU (USGS en ingl¨¦s) ha identificado 24 ¨¢reas a lo largo del pa¨ªs que seg¨²n dice muestran un gran potencial mineral, incluido magnesio, cromo, oro, n¨ªquel, mercurio y litio, as¨ª como otros metales raros, usados en la industria de la telefon¨ªa m¨®vil y otras tecnolog¨ªas.
"Desafortunadamente, los mineral raros est¨¢n en el medio de lo que los militares llaman una zona cin¨¦tica (de guerra), dice el experto del USGS, Jack Medlin.
Estudios a¨¦reos tambi¨¦n han desvelado yacimientos de gas y petr¨®leo que ya hab¨ªan resaltado investigaciones sovi¨¦ticas. Sin embargo, uno ubicado en la cuenca de Helmand, que se esperaba pod¨ªa tener un gran potencial, tal vez no fuese tan importante, seg¨²n Medlin. Uno de los problemas ha sido la imposibilidad de recoger muestras de suelo y rocas debido a los combates y muchos de los datos no han sido verificados, especialmente en la violenta ¨¢rea de Helmand, concluye
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