La Unesco aplaza el premio Obiang por la presi¨®n internacional
El organismo busca una v¨ªa para "no humillar" al dictador guineano
La encendida pol¨¦mica levantada a prop¨®sito de un premio cient¨ªfico amparado por la Unesco con el nombre (y el dinero) del presidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang Nguema, ha hecho que la organizaci¨®n internacional con sede en Par¨ªs se replantee el asunto y, en una reuni¨®n de su Consejo Ejecutivo, decida dejar en suspenso la concesi¨®n de la controvertida menci¨®n hasta que se encuentre una soluci¨®n "que no humille mucho a Obiang pero que salve el buen nombre de la Unesco", seg¨²n uno de los participantes en la reuni¨®n. La cuesti¨®n, pues, queda pendiente hasta octubre, fecha de la siguiente reuni¨®n del Consejo Ejecutivo de la Organizaci¨®n de las Naciones Unidas para la Educaci¨®n, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
En 2008, el dictador Teodoro Obiang Nguema, de visita en Par¨ªs, anunci¨® en la Unesco su intenci¨®n de donar tres millones de d¨®lares (2,43 millones de euros) para crear un premio cient¨ªfico anual. La mitad de la donaci¨®n se emplear¨ªa en recompensar a los premiados. La otra, en organizar y gestionar la estancia y las deliberaciones del jurado. Habr¨ªa tres premiados por a?o, a raz¨®n de 100.000 d¨®lares (81.000 euros) cada uno. En principio, la donaci¨®n iba a durar para cinco ediciones del premio. Una de las condiciones de la Unesco fue que ella se encargar¨ªa de elegir los miembros del jurado; una de las condiciones del mandatario africano era que llevara su nombre. As¨ª, el 17 de noviembre se instauraba el Premio Internacional Obiang Nguema Mbasogo "en reconocimiento a los logros cient¨ªficos que mejoran la calidad de la vida humana".
Cr¨ªticas de Desmond Tutu y Washington
Todo pas¨® m¨¢s o menos inadvertido hasta que hace un mes, cuando el premio se publicit¨® y quedaban menos de 30 d¨ªas para que fuera concedido, saltaron las primeras cr¨ªticas. Diversas organizaciones internacionales relacionadas con los derechos humanos, como Amnist¨ªa Internacional o Human Rights Watch, denunciaron que el premio serv¨ªa, entre otras cosas, "para mejorar la mala reputaci¨®n de un d¨¦spota cruel y corrupto". Para estas organizaciones, este premio era, cuando menos, una iron¨ªa amarga que lavaba la cara a alguien que gobierna dictatorialmente desde 1979, que se hace reelegir regular y abrumadoramente en una farsa electoral denunciada repetidamente y que ha acumulado una escandalosa fortuna a base de beneficiarse del petr¨®leo sobre el que se asienta parte de su pa¨ªs.
Tras estas organizaciones, el arzobispo sudafricano y premio Nobel de la Paz Desmond Tutu tambi¨¦n critic¨® el premio: "El pueblo de Guinea Ecuatorial deber¨ªa compartir la riqueza generada por el petr¨®leo, pero sigue en la pobreza y la opresi¨®n mientras el presidente y sus allegados viven en el lujo y el derroche". A estas cr¨ªticas se sucedieron otras de pa¨ªses miembros como Estados Unidos o Francia, de personalidades premiadas por la Unesco en otros galardones o, incluso, de los propios miembros del jurado.
As¨ª, en la reuni¨®n del Consejo Ejecutivo, la directora de la Unesco, la b¨²lgara Irina Bokova, elegida en septiembre de 2009, asegur¨® que la instituci¨®n que dirige "no puede ser ajena ni sorda ni indiferente a esas cr¨ªticas". "No son solo opiniones de fuera; tambi¨¦n las hay de personas de nuestra propia organizaci¨®n", a?adi¨®.
El representante de Guinea Ecuatorial manifest¨® que se deb¨ªan respetar los acuerdos alcanzados y no responder a las presiones de "lobbies m¨¢s o menos interesados". China y varios pa¨ªses africanos recordaron tambi¨¦n que el premio era fruto de un acuerdo. "Al final, se buscar¨¢ una f¨®rmula del tipo Premio ?frica, en el que intervengan m¨¢s donantes, en el que se difumine el nombre de Obiang, de manera que no se le humille excesivamente y los pa¨ªses africanos queden satisfechos", a?adi¨® este participante en la reuni¨®n del Consejo Ejecutivo.
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