La Liga Norte ense?a los dientes a Berlusconi
"No dejaremos de luchar hasta que la Padania sea libre", afirma Umberto Bossi en mitin del partido 'ultra' italiano celebrado en Pontida
"Roma ladrona, la Liga no perdona", "Padania libre", y todav¨ªa m¨¢s: "La Liga no tira la toalla porque la tienen dura". No se guarda ning¨²n cartucho, ni el m¨¢s duro de su repertorio, Umberto Bossi, l¨ªder del partido federalista italiano, al arengar "al los pueblos del norte" que han acudido a Pontida (Lombard¨ªa). Ni la lluvia tupida ni el barro destemplan la vehemente ret¨®rica del Senat¨²r (su nombre de batalla, es decir, senador en dialecto lombardo) y el entusiasmo de los 5.000 simpatizantes que han llegado desde todos rincones septentrionales del pa¨ªs transalpino. El campo de este pueblo, de 3.000 almas, en la provincia de Bergamo, 60 kil¨®metros al oeste de Mil¨¢n, de naves industriales y monta?as verdes, cielo plomizo y aire fr¨ªo, fue hace nueve siglos (1167) el teatro de un juramento de los municipios del norte de Italia, unidos para contrarrestar la invasi¨®n de Federico I el Barbarroja.
Hace exactamente 20 a?os que la Liga ha vuelto a sacar del ba¨²l aquella ocurrencia y la puso en el centro de su parafernalia de s¨ªmbolos. Aqu¨ª, cada a?o el partido de Bossi, el m¨¢s antiguo de Italia, el ¨²nico que mantiene su bandera, sus dirigentes y sube en votos (del 3,9% del 2001 al 12,8% del 2010), mide sus fuerzas y ense?a los m¨²sculos a los compa?eros de Gobierno.
As¨ª, en Pontida los militantes de la Liga llegan desde los d¨ªas anteriores con sus tiendas de campa?a, coches y roulottes. Sacan pecho con sus camisas verdes, los pa?uelos del mismo color, venden salchichas y otros formatos de carne de cerdo (miembros de esta formaci¨®n pasearon cerdos en un ¨¢rea destinada a una mezquita), peri¨®dicos, folletos, chapas, ondean banderas blancas con cruz roja, calzan cascos con cuernos (un poco de confusi¨®n entre los celtas y los municipios medievales), suenan zampo?as, lloran escuchando Va' pensiero de Giuseppe Verdi (una suerte de contra-himno elegido por la naci¨®n padana en contraste con el m¨¢s unitario Fratelli d'Italia de Mameli). Y, por supuesto, esta tarde, este a?o, se felicitan por el gol de Nueva Zelanda en el arranque del partido con la selecci¨®n italiano.
En el momento de su m¨¢xima expansi¨®n en el territorio (tras las elecciones de abril la Liga ha conquistado dos importantes y pobladas regiones, Veneto y Piamonte) y en Roma (nunca tuvo tantos ministros y viceministros en el Gobierno), la Liga sigue fallando en el coraz¨®n de su misi¨®n pol¨ªtica: la autonom¨ªa de la Padania. En un pa¨ªs que celebra este a?o el 150 aniversario de su atormentada unidad y que se descubre esc¨¦pticamente nacionalista s¨®lo frente las pantallas que ofrecen los partidos de la selecci¨®n, la Liga sigue propugnando la autonom¨ªa (o por lo menos un fuerte federalismo) del Norte, la parte m¨¢s rica del pa¨ªs que no tiene unidad hist¨®rica y ling¨¹¨ªstica alguna.
"La Liga no dejar¨¢ de luchar hasta que la Padania no sea libre. El camino es largo y duro -dijo Bossi-. Yo s¨¦ que muchos est¨¢n impacientes. S¨¦ que hay millones de padanos preparados para reclamar nuestra libertad con el fusil. Pero yo digo: tened paciencia, estamos cerca. Intentemos por la v¨ªa pac¨ªfica, la pol¨ªtica". No por nada la Liga mantiene esca?os en el Gobierno en siete de los ¨²ltimos nueve a?os. "Sabemos que necesitamos nuestros aliados para llegar a lo que queremos". Y mientras aplaca los ¨¢nimos de los suyos, lanza una estocada a los socios de la mayor¨ªa, que suena como una amenaza dirigida 500 kil¨®metros m¨¢s al sur, a Roma: "Berlusconi es demasiado listo para no saber que nosotros tenemos un mont¨®n de votos. Deben escucharnos".
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