Detenidos 10 esp¨ªas rusos en Estados Unidos
Los agentes viv¨ªan con identidades falsas en matrimonios arreglados por Mosc¨², y ten¨ªan hijos que desconoc¨ªan su identidad
Las autoridades estadounidenses han anunciado la detenci¨®n de 10 esp¨ªas rusos dentro de una operaci¨®n contra una red de informantes supuestamente dedicados a reclutar fuentes pol¨ªticas y recopilar informaci¨®n secreta para transmitirla a Mosc¨².
Los acusados del complot esp¨ªa son 11, de los cu¨¢les 10 fueron detenidos el domingo en Boston, Nueva York, Nueva Jersey y Virgina, tras m¨¢s de siete a?os de investigaci¨®n. La denuncia depositada en un tribunal federal estadounidense se lee como una novela de John Le Carr¨¦. Mensajes escritos con tinta invisible, escondidos en los c¨®digos de fotograf¨ªas digitales u ocultos en comunicaciones por radio, visitas a pa¨ªses sudamericanos para recoger bolsas de dinero... Los agentes secretos ten¨ªan como misi¨®n llegar a un grado tal de "americanizaci¨®n" que les permitiera recopilar informaci¨®n acerca de los EE UU y reclutar informantes sin levantar sospechas. Para ello, por orden de Mosc¨² se organizaban en matrimonios de esp¨ªas, e incluso ten¨ªan hijos que aparentemente ignoraban la verdadera identidad de sus padres.
En un episodio del sumario se narra hasta c¨®mo uno de los esp¨ªas intercambi¨® un malet¨ªn con un oficial ruso al cruzarse en las escaleras de una estaci¨®n de tren. Los agentes llevaban a?os instalados en sus ciudades, trabajaban, pose¨ªan cuentas bancarias, participaban en asociaciones profesionales, asist¨ªan a cursos en la universidad...
El grupo recib¨ªa supuestamente ¨®rdenes de la agencia de inteligencia SVR. Seg¨²n la documentaci¨®n judicial del caso, adelanta The New York Times, el Gobierno estadounidense intercept¨® un mensaje de los cuarteles de la inteligencia sovi¨¦tica a dos de los esp¨ªas. En ¨¦l se especificaba que sus principales cometidos eran "buscar y desarrollar lazos en los c¨ªrculos de toma de decisiones pol¨ªticas en Estados Unidos" y mandar informes de inteligencia. Aun as¨ª, no parece muy claro qu¨¦ tipo de informaci¨®n recopilaban exactamente, ni si consiguieron ninguna especialmente relevante. Por eso los cargos que pesan sobre ellos no son excesivamente graves: lavar dinero y ser agentes infiltrados ilegalmente.
El Departamento de Justicia estadounidense ha presentado la operaci¨®n para desmantelar la red, denominada "Programa Ilegal", como un ¨¦xito extraordinario. Para atrapar a los agentes, la polic¨ªa recurri¨® a t¨¦cnicas igualmente propias de un thriller policiaco: escuchas telef¨®nicas y micr¨®fonos en las casas de los agentes. La red estaba extendi¨¦ndose a otros pa¨ªses, aseguran los agentes.
Los agentes llevaban mucho tiempo enraizados en Estados Unidos (algunos desde los a?os 90), tiempo suficiente como para permitir la aparici¨®n de fricciones de sus superiores en Rusia. Por ejemplo, uno de los paquetes de mensajes interceptados desvela c¨®mo una pareja conocida c¨®mo los agentes que se ocultaban bajo los nombres de Richard y Cinthia Murphy se enfrentaron al SVR por la propiedad de una casa que acababan de comprar. "Desde nuestro punto de vista", explicaba el matrimonio de esp¨ªas, "comprar una casa forma parte de una progresi¨®n natural de nuestra estancia aqu¨ª [y no una desviaci¨®n de nuestra misi¨®n]. Se trata de un sistema conveniente de resolver nuestros problemas con nuestra casa, haciendo, adem¨¢s, 'lo mismo que hacen los romanos' en una sociedad que le da gran importancia a la posesi¨®n de una vivienda".
La noticia llega solamente unos d¨ªas despu¨¦s de una visita a Estados Unidos del presidente ruso, Dimitri Medv¨¦dev, en la que ¨¦l y su hom¨®logo Barak Obama escenificaron un profundo entendimiento y el deseo de comunicarse por Twitter.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.