Una historia de f¨²tbol, sexo y sangre conmueve a Brasil
El portero y capit¨¢n del Flamengo, Bruno Fernandes, acusado por la polic¨ªa como presunto asesino de su amante a quien primero intent¨® obligar a abortar
Mientras Brasil se lame las heridas de la derrota de su equipo en el Mundial, una historia en la que se mezcla f¨²tbol, sexo, sangre y traici¨®n, est¨¢ conmoviendo al pa¨ªs hasta el punto que esta ma?ana la revista Veja le dedica la portada al caso.
El protagonista es Bruno Fernandes, el portero y capit¨¢n del equipo del Flamengo, el m¨¢s popular del pa¨ªs por lo que trasciende sus fronteras cariocas. La historia, que el pa¨ªs est¨¢ siguiendo como una telenovela de horror, compitiendo con las famosas novelas de ficci¨®n de las televisiones, es una mezcla de cr¨ªmenes, sexo y traiciones, con la segunda protagonista de la historia, la amante del futbolista, la joven Eliza Samuzo, desaparecida desde el d¨ªa 9 de junio cuando habl¨® por tel¨¦fono con tres amigas.
La polic¨ªa no tiene dudas: "Todo indica que Eliza fue asesinada y Bruno es el primero y ¨²nico sospechoso del crimen", afirma Edson Moreira, delegado jefe del departamento de Homicidios de Minas Gerais, donde la joven amante de Bruno se encontr¨® con ¨¦l antes de desparecer en el vac¨ªo.
El portero del Flamengo, venido como buena parte de los jugadores brasile?os del submundo de la miseria y del crimen de las favelas, conoci¨®, seg¨²n ¨¦l mismo afirma a Veja, a su futura amante en una noche de org¨ªa en la que "hab¨ªa de todo: hombres, mujeres, jugadores, amigas de Eliza, putas...". Y subray¨®: "Esas fiestas que son comunes en nuestro medio".
Eliza hab¨ªa ya hecho filmes porno y desde ni?a su sue?o era conquistarse a un futbolista. Abandonada por la madre a los cinco a?os, se sab¨ªa de memoria los nombres de los equipos de su coraz¨®n, empezando por el Flamengo. Seg¨²n ella, qued¨® embarazada de Bruno aquella misma noche de la org¨ªa sexual. El futbolista confiesa que se le rompi¨® el cond¨®n y que pas¨® tanto miedo que al d¨ªa siguiente fue a hacerse el examen del sida. Cuando supo que Eliza se hab¨ªa quedado embarazada, hizo todo lo posible para que abortara. Hab¨ªa ofrecido 40.000 reales a quien la convenciese a deshacerse del hijo. Hasta le suministr¨® presuntamente una sustancia abortiva que no funcion¨® y que un examen de sangre confirm¨®.
Nacida la hija, Bruno cambi¨® de t¨¢ctica, volvi¨® a ser delicado con ella, fue a conocerla, de meses y se ofreci¨® a hacer el examen de ADN para confirmar su paternidad. Eliza se ilusion¨® y lleg¨® a sentirse feliz a la espera de que Bruno pudiera pasarle una buena pensi¨®n.
De repente, la sospecha de la emboscada y del crimen. Eliza se evapor¨®. La polic¨ªa ha encontrado manchas de sangre en un coche propiedad de Bruno. La polic¨ªa lo est¨¢ analizando. En el mismo jeep en que aparecieron las manchas de sangre, la polic¨ªa encontr¨® tambi¨¦n un par de gafas de marca Dolce&Gabana y unas sandalias negras de tac¨®n alto. Cuando una amiga de Eliza vio los objetos no tuvo duda y confes¨® a la polic¨ªa: "Son suyas".
La historia, en tiempo de Mundial, donde los futbolistas son ¨ªdolos en los que millones de j¨®venes se identifican con pasi¨®n, la historia de terror y crimen del potero del Flamengo, no s¨®lo est¨¢ movilizando, horrorizada, a la opini¨®n p¨²blica sino que est¨¢ siendo analizada con preocupaci¨®n por soci¨®logos y psic¨®logos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.