La otra mezquita de C¨®rdoba
Una fundaci¨®n proyecta construir un templo isl¨¢mico frente a la Zona Cero
El nombre de C¨®rdoba est¨¢ asociado estos d¨ªas a otra mezquita que ha ganado notoriedad en Nueva York, no por su historia o arquitectura, sino por el lugar en el que se planifica su enclave: a dos manzanas de la Zona Cero, el lugar en el que unos terroristas isl¨¢micos mataron a 2.851 personas el 11 de septiembre de 2001.
El proyecto de la fundaci¨®n denominada C¨®rdoba House de construir un centro cultural isl¨¢mico, incluida una mezquita para la oraci¨®n, en uno de los edificios que est¨¢n siendo rehabilitados tras los da?os causados en aquel ataque ha desatado una pol¨¦mica monumental en la que se ponen a prueba las intenciones de unos, la tolerancia de otros y la dificultad de este pa¨ªs en su conjunto para resta?ar las heridas abiertas por aquella tragedia.
La semana pasada, despu¨¦s de alg¨²n tiempo de debates y cr¨ªticas en la televisi¨®n y los medios de Internet, comerciantes, promotores y vecinos de la ciudad celebraron una asamblea en la que sali¨® a relucir palpablemente la tensi¨®n y las emociones que este asunto est¨¢ provocando. Intervinieron familiares de las v¨ªctimas del 11-S que consideraron el plan de C¨®rdoba House como un insulto a los muertos en ese lugar y contestaron ciudadanos de confesi¨®n musulm¨¢n que denunciaron una ola de islamofobia y dijeron avergonzarse de ser norteamericanos.
Todo ello en medio de un clima muy acalorado. "Los asesinos del 11-S cre¨ªan en el poder del islam, y todo el mundo sabe que lo que los llev¨® a cometer este crimen fueron sus creencias religiosas", dijo una joven de 19 a?os.
El promotor econ¨®mico del proyecto, Sharif el Gamal, dijo que su objetivo es estrictamente el de desarrollar un ¨¢rea que ahora mismo est¨¢ falta de inversi¨®n y que el edificio en el que ser¨¢ instalada la mezquita no tiene una singularidad especial o goza del reconocimiento de otros, como el Empire State o el Chrysler Building, y que por tanto no se est¨¢ afectando a un s¨ªmbolo de la ciudad. El local de la futura mezquita era el antiguo emplazamiento de una tienda de ropa llamada Burlington Coat Factory.
Centro abierto
El responsable de la C¨®rdoba House, el im¨¢n Feisal Abdul Rauf, ha defendido su idea como un gran instrumento, al contrario de lo que afirman sus detractores, para la convivencia y el entendimiento entre las religiones. Se pretende construir, adem¨¢s de un espacio para el rezo de m¨¢s de 500 personas, otras salas dise?adas para conferencias, encuentros y exposiciones. Todo ello con el prop¨®sito de transmitir a los norteamericanos una visi¨®n positiva e integradora del islam. "Ser¨¢ un centro abierto a todo el mundo, musulmanes y no musulmanes", explica Abdul Rauf en una nota de prensa. "Se trata de construir una identidad isl¨¢mico-norteamericana porque hay musulmanes estadounidenses de segunda o tercera generaci¨®n que todav¨ªa no se sienten parte de este pa¨ªs", a?ade este religioso nacido en Kuwait y que actualmente predica en otra mezquita de un vecindario cercano.
Se escogi¨® el nombre de C¨®rdoba precisamente por la reminiscencia modernizadora y culta que la presencia musulmana en esa ciudad espa?ola sigue teniendo hoy en d¨ªa en el islam. Pero, ante el esc¨¢ndalo desatado, los organizadores han decidido cambiar la denominaci¨®n del centro por el de Park 51, el nombre y el n¨²mero de la ubicaci¨®n exacta del edificio.
No es f¨¢cil que con eso se resuelva el problema. Los contrarios a este proyecto han prometido no descansar hasta enterrarlo y actualmente hay en marcha cientos de p¨¢ginas en blogs y redes sociales dedicadas a organizar la resistencia contra la mezquita. Sus partidarios, en cambio, afirman que su construcci¨®n es, adem¨¢s de una oportunidad, una necesidad urgente para la poblaci¨®n musulmana de la zona, que actualmente tiene que rezar en almacenes mugrientos.
El alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, ha tratado de evitar verse en medio de esa pelea y ha advertido de que el Ayuntamiento no tiene nada que decir sobre un particular desarrollo inmobiliario siempre que cumpla con las normativas municipales. El asunto ha empezado a circular entre los argumentos ante las elecciones legislativas de noviembre, aunque la clase pol¨ªtica trata, de momento, de mantener una prudencial distancia.
Numerosos l¨ªderes religiosos de todas las confesiones han dado su apoyo a esta iniciativa, as¨ª como organizaciones c¨ªvicas y de derechos humanos que creen que impedir la construcci¨®n de la mezquita tendr¨ªa consecuencias mucho m¨¢s negativas que su emplazamiento, entre otras razones porque dar¨ªa argumentos a quienes quieren ver esta era como la del choque entre religiones. "Esa mezquita ser¨ªa la mejor prueba de la fortaleza y libertad de Estados Unidos, del orgullo por nuestra diversidad religiosa y ¨¦tnica", ha escrito Joe Klein en el semanario Time.
Una encuesta publicada este mes por la Universidad Quinnipiac mostraba que un 52% de los neoyorquinos se oponen al plan de C¨®rdoba House mientras que un 36% lo respalda, aunque una mayor¨ªa de la poblaci¨®n de Manhattan, el barrio en el que se encuentra la Zona Cero, acepta su construcci¨®n.
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