Oriente Pr¨®ximo se moviliza para evitar una nueva crisis en L¨ªbano
Crece la tensi¨®n en Beirut tras filtrarse la posible autor¨ªa de Hezbol¨¢ en el asesinato de Rafiq Hariri
Una muestra de unidad ¨¢rabe sin precedentes en Oriente Pr¨®ximo se materializ¨® ayer en Beirut. Se trata de evitar una nueva crisis interna en L¨ªbano, donde las filtraciones sobre el dictamen del tribunal internacional que investiga el asesinato del primer ministro Rafiq Hariri amenazan con dinamitar una estabilidad cosida con alfileres. La magnitud del desaf¨ªo propici¨® el frente com¨²n de dos compa?eros de viaje poco habituales: Siria, aliado de Hezbol¨¢ el gran partido-milicia chi¨ª que respalda Ir¨¢n, y Arabia Saud¨ª, pa¨ªs guardi¨¢n de las esencias sun¨ªes y socio del primer ministro liban¨¦s que cuenta con el apoyo estadounidense. El presidente sirio, Bachar El Asad y el rey saud¨ª, Abdal¨¢ bin Abdelaziz, han viajado juntos hasta Beirut para tratar de calmar los encendidos ¨¢nimos libaneses. La visita, de apenas seis horas de duraci¨®n ha sido calificada de "excelente" por las autoridades libanesas, que temen, como el resto de la regi¨®n, el brote de nuevos enfrentamientos armados en el dividido L¨ªbano.
"Los l¨ªderes recalcaron la importancia de la estabilidad, el compromiso [liban¨¦s] de no recurrir a la violencia y de situar al pa¨ªs por encima de los intereses sectarios", ha indicado en un comunicado la oficina del presidente liban¨¦s, Michel Suleiman al t¨¦rmino de esta visita preventiva. Adem¨¢s del encuentro con Suleim¨¢n, el monarca saud¨ª ha visitado la residencia del primer ministro Hariri donde se entrevist¨® con miembros de su partido mientras El Asad se reun¨ªa con miembros de Hezbol¨¢ en el Gobierno.
El tribunal internacional puesto en marcha por Naciones Unidas, que investiga la muerte del primer ministro Hariri en 2005 no se ha pronunciado a¨²n sobre la posible autor¨ªa del asesinato. Pero supuestas filtraciones y una avalancha de rumores han bastado para desatar un nerviosismo pol¨ªtico que los analistas temen pueda desembocar en una nueva crisis intersectaria y en un ciclo de violencia como el que en 2008 dej¨® las calles libanesas regadas de cad¨¢veres. Los rumores responsabilizan a Hezbol¨¢ de la muerte del primer ministro sun¨ª, y exculpan a Damasco, hasta hace poco sospechoso habitual en el crimen que provoc¨® la retirada Siria de L¨ªbano despu¨¦s de casi 30 a?os de tutela pol¨ªtico-militar. La televisi¨®n israel¨ª identific¨® incluso el pasado jueves por la noche con nombre y apellido a uno de los supuestos culpables. Seg¨²n los israel¨ªes se tratar¨ªa de un primo y cu?ado de Imad Mugniyeh, jefe militar de Hezbol¨¢, asesinado hace dos a?os y medio en un atentado con coche bomba en Damasco y del que Israel se congratul¨® sin confirmar ni desmentir la autor¨ªa.
Hassan Nasrallah, l¨ªder m¨¢ximo de Hezbol¨¢ prepara el terreno desde hace semanas ante un posible dictamen judicial. Nasrralah dedic¨® su ¨²ltima aparici¨®n televisiva hace poco m¨¢s de una semana a cuestionar la legitimidad del tribunal internacional con sede en La Haya, que considera parte de un complot israel¨ª y a advertir de que no piensa acatar las decisiones que emanen de esta instituci¨®n. "Fui informado personalmente por el primer ministro Saad Hariri antes de su viaje a Washington [el pasado mayo] que el tribunal acusar¨¢ a algunos miembros sin disciplina [de Hezbol¨¢]", declar¨® Nasrallah en su intervenci¨®n televisada. Y a?adi¨®: "mientras la investigaci¨®n no contemple la posibilidad de una implicaci¨®n israel¨ª, la consideraremos tendenciosa".
Saad Hariri pidi¨® el pasado s¨¢bado calma, tras las declaraciones de Nasrallah. "Hay algunos que temen e incluso esperan que el caso del asesinato [de su padre] desate una crisis libanesa o una lucha entre confesiones religiosas", dijo Hariri durante una conferencia a los miembros de su partido. "Se est¨¢n produciendo intentos de organizar campa?as para sembrar confusi¨®n y miedo en las mentes de los libaneses[...]. Nosotros llamamos a la calma".
La implicaci¨®n de miembros de Hezbol¨¢ en la muerte de Rafiq Hariri supondr¨ªa para L¨ªbano adem¨¢s un dilema pol¨ªtico con dif¨ªcil soluci¨®n. El partido chi¨ª, dotado con una milicia que se estima m¨¢s poderosa que el Ej¨¦rcito nacional, es un componente esencial del Gobierno de unidad liban¨¦s que lidera Saad Hariri, hijo del difunto primer ministro y firme defensor de los trabajos del tribunal internacional. Temen los observadores que la ruptura del Ejecutivo venga acompa?ada de nuevos choques entre sun¨ªes y chi¨ªes y de una posible extensi¨®n por contagio del conflicto nacional a toda la regi¨®n.

Acercamiento entre vecinos
La visita del presidente sirio ayer a Beirut fue la primera desde que el primer ministro Rafik Hariri fuera asesinado el 14 de febrero de 2005 junto a otras 22 personas. Fue entonces cuando todas las miradas acusatorias se dirigieron a Damasco, que a pesar de negar cualquier implicaci¨®n en el crimen, se vio obligado a retirar sus tropas y a poner fin a un dominio del pa¨ªs vecino que databa desde la guerra civil libanesa (1975-1990). El enfriamiento de relaciones sirio-libanesas ha dado paso en los ¨²ltimos meses a un acercamiento entre los vecinos y antiguos aliados. Saad Hariri ha dulcificado su lenguaje -ya no se refiere al r¨¦gimen sirio como los asesinos de su padre, habla en cambio de "relaciones de hermandad"-, al tiempo que ha ido adoptando medidas de acercamiento. El pistoletazo de salida se produjo hace dos a?os, cuando Siria y L¨ªbano firmaron un acuerdo de restablecimiento de relaciones diplom¨¢ticas y de demarcaci¨®n de fronteras. A pesar de la renovada cordialidad bilateral, la visita de El Assad ha despertado temores y reticencias, como reflejaba ayer la prensa libanesa. "Siria ha conseguido un nuevo mandato sobre L¨ªbano", sosten¨ªa Hilal Khashan, de la Universidad Americana en Beirut en el diario The Daily Star. Y a?ad¨ªa: "Las pr¨®ximas semanas demostrar¨¢n que Siria est¨¢ volviendo a L¨ªbano.
Divisi¨®n y crisis pol¨ªticas en L¨ªbano
- Febrero de 2005. El magnate y primer ministro Rafik Hariri muere en un atentado con un coche bomba en Beirut. Las sospechas recaen sobre los servicios secretos sirios. El asesinato produce una ola de protestas antisirias. - Abril-Septiembre de 2005. Siria anuncia la retirada de sus tropas de L¨ªbano, como exig¨ªa la ONU. Una coalici¨®n antisiria encabezada por el hijo de Hariri, Saad Hariri, toma el control del Parlamento. En septiembre, cuatro generales prosirios son detenidos en relaci¨®n con el asesinato. - Julio de 2006. Israel lanza una ofensiva militar en L¨ªbano en respuesta al secuestro de dos soldados por Hezbol¨¢. La guerra dura 34 d¨ªas y causa la muerte de m¨¢s de mil libaneses y de 159 militares israel¨ªes. La ONU env¨ªa una fuerza de paz de 15.000 efectivos. - Noviembre de 2006. Hezbol¨¢ sale del Gobierno antes de la aprobaci¨®n del plan de la ONU para la creaci¨®n de un tribunal que investigue el asesinato de Hariri. Las protestas y la violencia se suceden durante meses. - Mayo de 2008. Al menos 80 personas mueren en enfrentamientos entre las fuerzas del Gobierno y de Hezbol¨¢. Se teme una nueva guerra civil. - Abril de 2009. Detienen a Zuhair al-Siddiq, ex oficial del servicio secreto sirio, acusado de estar implicado en el asesinato de Hariri. - Noviembre de 2009. Hezbol¨¢ acepta entrar en el Gobierno de unidad nacional encabezado por Hariri. El acuerdo llega cinco meses despu¨¦s de las elecciones legislativas, tras largas negociaciones y el visto bueno de Siria e Ir¨¢n, que respaldan a Hezbol¨¢, y de EE UU y Arabia Saud¨ª, aliados de la coalici¨®n de Hariri. - Diciembre de 2009. El primer ministro, Saad Hariri, hijo del jefe del Gobierno asesinado en 2005, visita Damasco para buscar una normalizaci¨®n de las relaciones bilaterales.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.