Los ultraconservadores hacen una demostraci¨®n de fuerza ante la estatua de Lincoln
El locutor Glenn Beck congrega a decenas de miles en Washington para "despertar a Am¨¦rica a los valores y principios de Dios" y rendir homenaje a las tropas
La ultraderecha de Estados Unidos, agrupada en torno al movimiento ciudadano del Tea Party, se manifest¨® este s¨¢bado en el mismo lugar y el mismo d¨ªa, 47 a?os despu¨¦s, en que el reverendo Martin Luther King, l¨ªder de la lucha por los derechos civiles, pronunci¨® su c¨¦lebre discurso "Yo tengo un sue?o". Sus convocantes aseguran que la concentraci¨®n no fue de ¨ªndole pol¨ªtica, sino una celebraci¨®n del renacimiento de la naci¨®n norteamericana en la fe cristiana.
De ese modo, de hecho, comenz¨® el discurso del presentador de televisi¨®n Glen Beck, uno de los m¨¢s cr¨ªticos con el presidente Barack Obama y convocante oficial de la concentraci¨®n. "Durante demasiado tiempo, este pa¨ªs ha estado en las tinieblas. Nos hemos perdido en la oscuridad", dijo Beck, frente al Monumento a Abraham Lincoln. "Pero hoy celebramos algo m¨¢s grande que el ser humano. Hoy Am¨¦rica vuelve a dios".
"?Este es un pa¨ªs de mayor¨ªa blanca! ?Un pa¨ªs de familias!", explica Carol Hunt, de 67 a?os, de Nevada
Tanto Bleck como Sarah Palin, que tambi¨¦n compareci¨® ante las decenas de miles de ciudadanos llegados de todo el pa¨ªs, aseguraron que, con el mitin, quer¨ªan recuperar la tradici¨®n de lucha por los derechos civiles instaurada por Abraham Lincoln (el presidente que acab¨® con la esclavitud) y asumida por el doctor King.
"Hoy, aqu¨ª, en la un momento crucial de nuestra historia, hagamos que este d¨ªa sea el momento de cambio", dijo Palin. "Mirad a vuestro alrededor. No est¨¢is solos. Sois americanos. Ten¨¦is una columna vertebral de acero y el mismo coraje moral de [George] Washington, Lincoln y Martin Luther King"
A pesar de ello, entre las decenas de miles de ciudadanos concentrados, no hab¨ªa m¨¢s de un pu?ado de afroamericanos, aunque Washington es una capital con un 55% de poblaci¨®n de raza negra. Las ¨²nicas im¨¢genes que se ve¨ªan de Obama eran aquellas en las que le hab¨ªan dibujado un bigote similar al que luci¨® Adolf Hitler. Un hombre se paseaba por las escalinatas del Monumento a Lincoln con una camiseta en la que se le¨ªa: "Obama es un racista".
Ese es un argumento repetido por muchos de estos ciudadanos. "Aqu¨ª hay racismo inverso", aseguraba Mariah Martin, de 49 a?os, llegada de Pensilvania. "Vienen aqu¨ª desde M¨¦xico y se adue?an del Estado. Quieren que las escuelas sean en espa?ol. Quieren hablar su idioma. Se niegan a aprender ingl¨¦s". Y a?ad¨ªa: "La ley de Arizona [que permitir¨ªa a los polic¨ªas comprobar si aquellos a los que detienen tienen los papeles en regla, paralizada cautelarmente por un juzgado] es un paso en la direcci¨®n adecuada".
"?Este es un pa¨ªs de mayor¨ªa blanca! ?Un pa¨ªs de familias! ?Por qu¨¦ me tienen que venir a m¨ª a imponer los derechos y las obligaciones de una minor¨ªa? Los musulmanes son minor¨ªa. Los gays tambi¨¦n. Como tal, deben conformarse con lo que tienen, no imponernos sus ideas a la fuerza", explicaba Carol Hunt, de 67 a?os, de Nevada. "Y adem¨¢s el Gobierno est¨¢ destruyendo nuestra econom¨ªa".
Otros ciudadanos reunidos aqu¨ª hac¨ªan un an¨¢lisis m¨¢s fino de la gran operaci¨®n de secuestro del pa¨ªs en la que creen que toma parte Obama. "De lo que se debate aqu¨ª es de c¨®mo vemos la constituci¨®n. Obama cree que es un texto a interpretar, del que puede partir, para modificarlo. Nosotros creemos que es un texto sagrado, intocable, que ha funcionado durante 200 a?os, los de mayor prosperidad del mundo. Gracias a nuestra constituci¨®n, la mayor¨ªa de pa¨ªses del mundo han recibido nuestra ayuda y se han beneficiado de nosotros", aseguraba John Loconto, de 43 a?os, llegado de Atlanta.
Esa concentraci¨®n, plagada de banderas norteamericanas y camisetas con la imagen de presidentes como Ronald Reagan o George Washington, fue interpretada como una afrenta por los l¨ªderes hist¨®ricos del movimiento de lucha por los derechos civiles. El hijo de Martin Luther King acudi¨®, de hecho, a una contramanifestaci¨®n, organizada en un instituto cercano por el reverendo afroamericano Al Sharpton, quien acus¨® a Beck de convocar un acto en el que hab¨ªa de todo menos diversidad. "Estamos aqu¨ª para luchar, y no vamos a permitir que deis marcha atr¨¢s en nuestros derechos", dijo el reverendo ante la multitud.
El Tea Party (un movimiento conservador que toma su nombre del llamado mot¨ªn del te de 1773, en el que los colonos americanos se rebelaron contra la corona brit¨¢nica porque ¨¦sta quer¨ªa cobrarles impuestos) mostraba as¨ª m¨²sculo en una semana en la que ha conseguido importantes victorias en las primarias que se han celebrado de cara a las elecciones de noviembre.
Por un lado, tras unas primarias celebradas el martes, en Florida los candidatos de la ultraderecha son ya los representantes oficiales del Partido Republicano al Gobierno del Estado y al Senado federal. Adem¨¢s, gracias a una maniobra de la ex gobernadora Sarah Palin, un desconocido simpatizante del Tea Party ha logrado una victoria, todav¨ªa provisional, a falta del c¨®mputo de los votos por correo, en la candidatura al Senado por Alaska.
Si esa victoria contra el 'status quo' republicano de Alaska se confirma, el Tea Party tendr¨¢ ya cinco candidatos al Senado federal en noviembre: en Alaska, Florida, Colorado, Nevada y Kentucky. Todav¨ªa quedan por celebrarse primarias en nueve Estados y el Distrito de Columbia, sede de la capital. El dos de noviembre se celebran las elecciones, en las que se decidir¨¢ qui¨¦nes ocupan 37 de los 60 esca?os del Senado, a parte de la totalidad de la C¨¢mara de Representantes y las sedes de Gobierno de 36 Estados.
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