La ONU asume su negligencia al no atajar las violaciones de mujeres en Congo

La ONU ha admitido que "fall¨®" a las v¨ªctimas de las violaciones cometidas entre julio y agosto en la Rep¨²blica Democr¨¢tica de Congo, donde su misi¨®n (MONUC) cuenta con uhnos 20.000 efectivos, a manos de las Fuerzas Democr¨¢ticas para la Liberaci¨®n de Ruanda (FDLR) y la guerrilla Mai Mai. Seg¨²n un alto cargo de la ONU enviado a Congo para investigar los casos a ra¨ªz de una sesi¨®n de urgencia en Nueva York del Consejo General, la magnitud de la tragedia es incluso peor de lo que se hab¨ªa cre¨ªdo: m¨¢s de 500 mujeres y ni?os fueron violados entre julio y agosto en Kivu Norte y Kivu Sur, en el este del Congo.

La ONG International Medical Corps (IMC) lanz¨® la alerta el pasado 6 de agosto, d¨ªa en el que comunic¨® a la OCHA (agencia de coordinaci¨®n humanitaria de la ONU) que una veintena de mujeres hab¨ªan sido violadas en el poblado de Luvungi, con algo m¨¢s de 2.000 habitantes y a solo unos 30 kil¨®metros de una base de la MONUC. Las violaciones hab¨ªan sido cometidas entre el 30 de julio y el 2 de agosto por los rebeldes hutus del FDLR y el Mai Mai. La semana pasada la cifra de casos tratados por la IMC en Luvungi -tan solo una de las localidades asediadas por las milicias- se hab¨ªa elevado a 242.

El Consejo de Seguridad de la ONU decidi¨® a finales de agosto investigar el asunto, para lo cual, el secretario general, Ban Ki-Moon, envi¨® a Congo a Atul Khare, que ha reconocido ante el Consejo de Seguridad los fallos cometidos por los cascos azules desplazados a la zona. Adem¨¢s, ha informado de que la magnitud de la tragedia es mucho mayor de lo esperado, ya que sit¨²a en alrededor de 500 las v¨ªctimas de las violaciones sistem¨¢ticas -tambi¨¦n ni?as y hombres- llevadas a cabo entre finales de julio y principios de agosto en las dos provincias que hacen frontera con Ruanda (Kivu Norte y Kivu Sur).

Ni?as y hombre entre las v¨ªctimas

En su testimonio ante el Consejo, Khare, responsable de la ONU para las operaciones de Mantenimiento de la Paz, enviado por Ban Ki-Moon para investigar las denuncias aparecidas a mediados de agosto, ha pedido que se persiga a los rebeldes congole?os y ruandeses a los que culpa de las agresiones. En su informe al Consejo de Seguridad, este alto cargo sostiene que, aunque se hab¨ªa informado en un principio de 242 casos de violaci¨®n en torno a la aldea de Luvungi, otros 260 casos se han descubierto en torno a otra poblaci¨®n, Uvira, y en otras zonas de Kivu Norte y Kivu Sur. En concreto, refiere el caso de la aldea de Miki, en Kivu Sur, donde hubo 74 violaciones, 21 de ellas a ni?as de entre siete y 15 a?os, y seis hombres.

"Aunque la primera responsabilidad de la protecci¨®n de civiles es del Estado, su ej¨¦rcito y la polic¨ªa, nosotros tambi¨¦n hemos fallado", dijo Khare. "Nuestras acciones no fueron las adecuadas, con el resultado de una inaceptable agresi¨®n a la poblaci¨®n de los pueblos de la zona. Debemos hacerlo mejor", concluy¨®. No es la primera vez que la ONU entona el mea culpa en torno al caso de las violaciones. Ya a finales de agosto reconoci¨® que los cascos azules debieron hacer m¨¢s.

En declaraciones a la BBC, el enviado ha relatado que las propias v¨ªctimas le proporcionaron "ejemplos gr¨¢ficos" de las agresiones en su viaje. "Por eso siento que tenemos una responsabilidad, que les debemos a las v¨ªctimas la responsabilidad de hacer su vida mejor y la de hacer un pa¨ªs mejor". "Recomiendo a la consideraci¨®n del Consejo de Seguridad, la imposici¨®n de sanciones a los l¨ªderes del FDLR, tanto dentro como fuera del pa¨ªs, si se demuestra la existencia de una cadena de mando".

Khare ha declarado junto a la responsable de la ONU sobre violencia sexual, Margot Wallstrom, que, abundando en la responsabilidad de los l¨ªderes de los rebeldes, ha denunciado que las violaciones parec¨ªan parte de un plan a gran escala: "Lo m¨¢s perturbador es que los ataques no fueron hechos aislados, sino parte un amplio plan de violaciones y saqueos sistem¨¢ticos".

El funcionario a?ade que los cascos azules tomar¨¢n una serie de medidas para mejorar la seguridad en la zona, con m¨¢s patrullas nocturnas y m¨¢s controles aleatorios en las poblaciones. Tambi¨¦n ha anunciado que se intenta que los soldados de la ONU puedan contar con tel¨¦fonos m¨®viles mediante la instalaci¨®n de una antena en Luvungi.