Muere por disparos un joven militante en Argentina

Buenos Aires fue escenario ayer de importantes cortes de tr¨¢fico, manifestaciones y todo tipo de actos de protesta por la muerte a tiros de un joven militante izquierdista, durante un enfrentamiento gremial. La violencia entre agrupaciones sindicales de distinto tipo es una constante en la vida argentina, aunque normalmente no acaban a puro tiro. "Se pueden tolerar piedras y palos en los conflictos sindicales, pero jam¨¢s los disparos", explic¨® tranquilamente el secretario general de la Uni¨®n Ferroviaria, Jos¨¦ Pedraza, organizaci¨®n desde la que se supone que salieron los agresores armados.

El joven muerto, Mariano Ferreyra, de 23 a?os, era militante del peque?o Partido Obrero y se manifestaba el pasado mi¨¦rcoles junto a un grupo de los llamados "trabajadores terciarizados", es decir, trabajadores de empresas subcontratadas para realizar trabajos ferroviarios, que quer¨ªan cortar las v¨ªas del tren, a la altura de Avellaneda, para reclamar los mismos salarios y beneficios que los trabajadores de la empresa principal, afiliados a la Uni¨®n Ferroviaria.

Seg¨²n aseguran varios testigos presenciales, miembros de la Uni¨®n, precedidos por una patota o grupo de choque, les emboscaron para tratar de impedir que tomaran las v¨ªas, lo que dio origen a un enfrentamiento violento. De repente, varios hombres hicieron uso de pistolas. Ferreyra no fue la ¨²nica persona alcanzada por disparos. Una mujer, Elsa Rodr¨ªguez, de cerca de 60 a?os, fue herida en la cabeza y se encuentra en estado muy grave, y otros dos hombres recibieron disparos en las piernas.

Reacciones

La noticia de la muerte de Ferreyra provoc¨® inmediatamente la reacci¨®n de la segunda central sindical argentina, la CTA, pr¨®xima a los terciarizados y opuesta a la CGT, de Hugo Moyano, mucho m¨¢s relacionada con la Uni¨®n Ferroviaria. En la misma tarde del mi¨¦rcoles ya se produjeron cortes en las l¨ªneas de metro en las que la CTA tiene fuerte presencia y peque?as manifestaciones. La central, que acaba de elegir a un nuevo secretario general, Pablo Micheli, considerado cr¨ªtico con los Kirchner y enfrentado a Moyano, anunci¨® una r¨¢pida escalada, que afectar¨ªa a la ense?anza, transporte y Administraci¨®n y una nueva y m¨¢s amplia manifestaci¨®n ante la Casa Rosada, en la tarde del jueves (madrugada espa?ola).

La presidenta Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner, muy cercana a Hugo Moyano, se mostr¨® "horrorizada" con lo ocurrido y prometi¨® una r¨¢pida investigaci¨®n para determinar no solo quienes fueron los autores materiales de los disparos, sino "sus instigadores intelectuales". Algunos de los que participaron en la refriega al lado de Ferreyra mantienen que la polic¨ªa bonaerense (que depende del gobernador de la provincia, kirchnerista) no solo se mantuvo al margen del enfrentamiento, sino que ayud¨® a la patota a llegar hasta los manifestantes.

El grave incidente tuvo tambi¨¦n inmediatas repercusiones pol¨ªticas, con acusaciones cruzadas sobre los "responsables intelectuales" del enfrentamiento. Fuentes cercanas al oficialismo insinuaron contactos de Pedraza con el ex presidente peronista Eduardo Duhalde, representante de un sector muy cr¨ªtico con los Kirchner. Duhalde, por su parte, llam¨® "miserables" a los autores de las insinuaciones y sus portavoces insinuaron a su vez que Pedraza hab¨ªa sido el ¨²nico "gordo" sindical que envi¨® representantes al multitudinario acto celebrado el pasado viernes en el estadio del River Plate por el dirigente de la CGT, Hugo Moyano, para demostrar su poder y su apoyo a los Kirchner.

La violencia entre los distintos gremios y grupos sindicales (capaces de liarse a palos o, incluso a tiros, para lograr que unos trabajadores se afilien a una organizaci¨®n o a otra, como ocurri¨® recientemente en pueblos cercanos a los pozos petrol¨ªferos del sur) ha sido una caracter¨ªstica hist¨®rica dentro del movimiento peronista. En 2006 muri¨® apu?alado un militante del gremio de construcci¨®n de Quilmes; en 2007 apareci¨® cosido a balazos el tesorero de los camioneros en Rosario. Un a?o despu¨¦s fue un dirigente lechero de la misma ciudad el que corri¨® la misma suerte.