La integraci¨®n de Asia y Am¨¦rica Latina

En estos d¨ªas, los titulares sobre la relaci¨®n entre China y Am¨¦rica Latina se enfocan en disputas cambiarias. En el corto plazo, este es un debate leg¨ªtimo y necesario, pero no debemos perder de vista el potencial transformador de una mayor integraci¨®n entre nuestra regi¨®n y el gigante asi¨¢tico.

De profundizar nuestros lazos, tanto China como Am¨¦rica Latina se consolidar¨¢n como dos motores de crecimiento, contribuyendo a una recuperaci¨®n de la econom¨ªa mundial, especialmente luego de la crisis financiera global. Las estad¨ªsticas son contundentes: China gener¨® m¨¢s de la mitad del crecimiento mundial en los ¨²ltimos tres a?os, y se prev¨¦ que crezca un impresionante 10,5% en 2010. Am¨¦rica Latina crecer¨¢ alrededor del 5,7% este a?o, m¨¢s del doble de la tasa estimada para Estados Unidos y el triple de la europea.

No se trata de una casualidad. Cada cual a su manera, China y Am¨¦rica Latina han protagonizado profundas transformaciones en los ¨²ltimos 20 a?os. Abrieron sus fronteras al comercio y la inversi¨®n, convirti¨¦ndose en miembros vitales del sistema econ¨®mico mundial. Esto produjo una hist¨®rica expansi¨®n productiva que ha sacado a decenas de millones de personas de la pobreza.

Hoy la producci¨®n econ¨®mica combinada de Am¨¦rica Latina (alrededor de 2,6 billones de d¨®lares en 2009) es comparable al producto bruto interno de China, de 2,7 billones de d¨®lares. En tan s¨®lo una d¨¦cada, dos econom¨ªas que apenas ten¨ªan contacto se han convertido en grandes socios: el comercio entre China y Am¨¦rica Latina pas¨® de apenas 10.000 millones de d¨®lares en 2000 a m¨¢s de 100.000 millones en la actualidad.

El a?o pasado, China se convirti¨® en el mayor importador de productos brasile?os. Y China ya es el principal socio comercial de Chile, Per¨² y Argentina. El aumento de la demanda china de exportaciones latinoamericanas fue clave en la reactivaci¨®n de varias de nuestras econom¨ªas durante la crisis, y ayud¨® a consolidar una recuperaci¨®n fundamentada en una d¨¦cada de reformas y de s¨®lidas pol¨ªticas fiscales y monetarias.

Esta relaci¨®n est¨¢ en su infancia, pero estamos entrando en una nueva etapa de cooperaci¨®n que adem¨¢s de generar riqueza puede mejorar la calidad de vida de nuestros pueblos. Para ello, tanto China como Am¨¦rica Latina deben enfrentar varios desaf¨ªos estrat¨¦gicos.

Uno de ellos es la energ¨ªa. Muchos pa¨ªses de nuestra regi¨®n comparten el inter¨¦s de China en reducir la dependencia de los hidrocarburos. China se ha convertido en un l¨ªder en energ¨ªa e¨®lica y solar e iluminaci¨®n eficiente. Am¨¦rica Latina, que ya obtiene la mayor parte de su electricidad de fuentes renovables, tiene un enorme potencial de crecimiento en este campo.

Otro desaf¨ªo compartido es el transporte limpio. Nuestra regi¨®n tiene por lo menos 50 ciudades con m¨¢s de un mill¨®n de habitantes; China tiene al menos 170. La movilidad y la contaminaci¨®n del aire son problemas para todas estas ciudades emergentes. Am¨¦rica Latina es l¨ªder en sistemas de autob¨²s de tr¨¢nsito r¨¢pido y tiene millones de veh¨ªculos impulsados por biocombustibles o gas natural. China se est¨¢ convirtiendo en un referente mundial en trenes de alta velocidad, control de tr¨¢fico inteligente y veh¨ªculos el¨¦ctricos. Las oportunidades para una colaboraci¨®n fruct¨ªfera son claras.

El agua y el saneamiento tambi¨¦n representan un problema en com¨²n. Tanto China como varios pa¨ªses de nuestra regi¨®n enfrentan escasez de agua, la necesidad de depurar r¨ªos contaminados y proteger los acu¨ªferos. Varios operadores de servicios en M¨¦xico y China han perfeccionado sistemas para reciclar y reutilizar aguas residuales. Las empresas que ofrecen soluciones en este sector tienen excelentes perspectivas de crecimiento.

Para propiciar ese tipo de cooperaci¨®n, el Banco Interamericano de Desarrollo organiz¨® recientemente una cumbre de negocios China-Am¨¦rica Latina en Chengdu, uno de los principales polos industriales chinos. Participaron en el evento casi un millar de empresarios de nuestra regi¨®n y asi¨¢ticos, evidencia del inter¨¦s en estrechar lazos entre ambas m¨¢rgenes del oc¨¦ano Pac¨ªfico.

Este acercamiento tampoco es obra de la casualidad: China ingres¨® el a?o pasado como pa¨ªs miembro del BID. Desde entonces hemos formalizado numerosos acuerdos de cooperaci¨®n con entidades chinas, incluyendo algunos de sus principales bancos. Estamos listos para trabajar con nuestros nuevos socios para generar oportunidades de prosperidad y dignidad para nuestros pueblos.