Siete d¨ªas, cinco matanzas, un centenar de muertos
La guerra contra el 'narco' en M¨¦xico se recrudece casi cuatro a?os despu¨¦s de su inicio pese al esfuerzo econ¨®mico y humano
Casi cuatro a?os despu¨¦s de iniciada la guerra contra el narcotr¨¢fico, M¨¦xico sigue ardiendo por los cuatro costados. El enorme esfuerzo humano y econ¨®mico no est¨¢ dando sus frutos, sino m¨¢s bien todo lo contrario. La madrugada del jueves, en Ciudad Ju¨¢rez, se produjo la quinta matanza en solo una semana. Las cinco mujeres tiroteadas cuando sal¨ªan de trabajar en una empresa manufacturera se sumaron a los siete j¨®venes asesinados a la misma hora en Tepito, una de las colonias m¨¢s peligrosas de la ciudad de M¨¦xico, a los 15 del d¨ªa anterior en un centro de lavado de coches en el Estado de Nayarit, a los 13 que murieron el s¨¢bado en un centro de rehabilitaci¨®n de toxic¨®manos en Tijuana y a los 14 que fallecieron en Ciudad Ju¨¢rez el viernes mientras participaban en un cumplea?os. ?Eso es todo? Ni mucho menos. A ese caudaloso r¨ªo de sangre hay que sumarle los muertos diarios que, uno a uno, dos a dos, ya ni siquiera son noticia.
Si ya es dif¨ªcil contar a los muertos, qui¨¦n se preocupa de los heridos, qui¨¦n de los m¨¢s de 10.000 ni?os que, seg¨²n las cifras oficiales, se quedaron hu¨¦rfanos solo en Ciudad Ju¨¢rez. Si al menos hubiese esperanza, pero tambi¨¦n ella anda gravemente herida. Todos los responsables de la lucha contra el narcotr¨¢fico -incluido el presidente Felipe Calder¨®n- admiten ya que la guerra ir¨¢ para largo, que se seguir¨¢n produciendo asesinatos y que, adem¨¢s de la disputa feroz de los carteles en pos de las rutas y el territorio, M¨¦xico adolece de enfermedades de dif¨ªcil soluci¨®n: la corrupci¨®n end¨¦mica, la desigualdad y la pobreza, el pandillerismo de los j¨®venes sin futuro.
Estos ¨²ltimos son los que m¨¢s est¨¢n sufriendo la situaci¨®n actual del pa¨ªs. De las cinco matanzas recientes, tres de ellas -las de Tijuana, Nayarit y ciudad de M¨¦xico- se cebaron contra el escal¨®n m¨¢s bajo de los carteles: drogadictos que se costean su dosis trabajando como vendedores de marihuana o incluso como sicarios por 30 euros a la semana. Algunos de ellos intentan salvarse ingresando en centros de rehabilitaci¨®n. Pero no existe la misericordia en esta guerra sin cuartel. Los j¨®venes asesinados en Tijuana y en Nayarit estaban precisamente en proceso de desintoxicaci¨®n. El resto de las v¨ªctimas son polic¨ªas o gente que tuvo la mala fortuna de cruzarse en medio de una balacera. El desconcierto general tambi¨¦n provoca enfrentamientos -el ¨²ltimo se produjo el mi¨¦rcoles en Torre¨®n- entre distintos cuerpos policiales.
Aunque bien es verdad que el fuego amigo no solo se da en las calles. El propio presidente Calder¨®n acaba de acusar a su antecesor en el cargo, Vicente Fox, de "cometer muchas equivocaciones". La m¨¢s grave: "No reaccion¨® a tiempo contra el narcotr¨¢fico. Si M¨¦xico hubiera comenzado a luchar contra ese problema hace 10 a?os, estar¨ªamos hablando ahora de un asunto completamente diferente". Y eso que Calder¨®n y Fox son del mismo partido.
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