La cotizaci¨®n de la confianza

Las personas confiamos unas en otras en mayor medida cuando tenemos cosas en com¨²n, no solo en cuestiones de religi¨®n y lengua, sino tambi¨¦n de niveles de ingresos. La desigualdad es corrosiva. Cuanto m¨¢s igualitaria es una sociedad m¨¢s confianza genera. Y no solo es una cuesti¨®n de renta: donde la gente tiene vidas y horizontes similares es probable que tambi¨¦n compartan lo que se podr¨ªa denominar una visi¨®n moral. Los impuestos son una reveladora ilustraci¨®n de la confianza. Confiamos en que todos pagar¨¢n sus impuestos. Confiamos en que el Gobierno los gastar¨¢ adecuadamente. Y confiamos o establecemos un pacto intergeneracional entre quienes nos han precedido y quienes nos suceder¨¢n para organizar razonablemente el pago de las deudas pasadas y de los futuros gastos. Cuando la confianza se rompe es muy dif¨ªcil parar el c¨ªrculo vicioso del recelo y del resentimiento. Por el contrario, si se restaura y se pone en marcha el c¨ªrculo virtuoso que conduce a los ciudadanos a confiar en la pol¨ªtica y en el Gobierno, terminamos observando que al final disminuyen las desigualdades y aumenta la cohesi¨®n de la sociedad.

Las frases que encabezan este art¨ªculo son traducci¨®n literal o par¨¢frasis entresacadas del libro 'Algo va mal' (Taurus), de Tony Judt, el historiador fallecido el pasado agosto, en el que defiende con contundencia argumental y con enorme autoridad moral la acci¨®n de las Administraciones p¨²blicas y las pol¨ªticas socialdem¨®cratas. Dictado pocos meses antes de su muerte, desde su silla de ruedas, este libro es un testamento ideol¨®gico y una incitaci¨®n a la acci¨®n, especialmente valiosos en el momento en que el populismo avanza en Europa y Estados Unidos, y la socialdemocracia se halla en sus horas m¨¢s bajas.