Obama visita Afganist¨¢n en un momento crucial de la guerra

Obama ya vuela en el Air Force One de vuelta a casa en Washington. Sorpresa y rel¨¢mpago - menos de cuatro horas-, la visita de Barack Obama a Afganist¨¢n ten¨ªa como prop¨®sito informar a las tropas de que se est¨¢ haciendo un progreso importante en la guerra. "Cada uno de vosotros es un h¨¦roe", ha dicho el presidente de Estados Unidos a sus hombres y mujeres en uniforme. "Con vuestro esfuerzo, ganaremos esta guerra".

El caso es que han pasado nueve a?os desde que se iniciaron las hostilidades y se liber¨® Kabul de los talibanes y EEUU no acaba de ver una salida a aquel lejano y sangriento conflicto. En poco m¨¢s de una semana, sobre la mesa del despacho Oval del presidente habr¨¢ un informe que detalle los a?os que el Ej¨¦rcito de EEUU ha pasado en Afganist¨¢n y los avances tenidos desde que el a?o pasado se anunciar¨¢ por estas fechas un cambio de estrategia con el env¨ªo de 30.000 soldados adicionales al teatro de operaciones b¨¦licas. En la actualidad, 150.000 hombres de las fuerzas de coalici¨®n est¨¢n destinadas en Afganist¨¢n, de los cuales cerca de 100.000 son norteamericanos. Washington ha declarado que su objetivo es que, a mediados de 2011, comience la retirada de las tropas estadounidenses mientras que la OTAN ha anunciado que pretende ceder el control de la seguridad a fuerzas afganas en 2014. El anuncio de la fecha de julio 2011 ha sido criticada por la oposici¨®n republicana, que considera que es una forma de darle alas a los talibanes.

Ante m¨¢s de 3.500 soldados reunidos en un inmenso hangar en la base militar de Bagram (a las afueras de Kabul), el presidente fue introducido por un festivo y distendido general David Petraeus - casi parec¨ªa una cheerleader-, jefe del mando central conjunto de EE UU y m¨¢ximo jefe de las tropas de la OTAN en Afganist¨¢n.

El viaje de Obama a Afganist¨¢n es su segundo como comandante en jefe de las tropas de EEUU. El primero fue en marzo de este a?o. En 2009, el presidente tambi¨¦n realiz¨® un viaje de estas caracter¨ªsticas -sorpresivo y de alta seguridad- a Irak.

Bajo intensas medidas de seguridad, el Air Force One aterrizaba en Bagram cuando ya hab¨ªa ca¨ªdo la noche. El reducido equipo de prensa que viaja con el presidente en el avi¨®n presidencial fue informado muy poco antes de la salida del vuelo y se les pidi¨® que dejaran sus tel¨¦fonos m¨®viles y otros medios de comunicaci¨®n electr¨®nicos para evitar que twitters y correos acabaran filtrando la visita presidencial, cuyo objetivo formal era agradecer el trabajo a los soldados en unas fechas tan emotivas como las navide?as.

Entre los titulares de la cr¨®nica del viaje presidencial a la zona de guerra est¨¢ el hecho de que Obama no se traslad¨® desde la base a la embajada de EE UU en Kabul para reunirse con el presidente Hamid Karzai, seg¨²n la Casa Blanca, por motivos de seguridad, ya que las dif¨ªciles condiciones metereol¨®gicas -viento y tormentas de arena - hac¨ªan muy peligroso trasladar al mandatario estadounidense en helic¨®ptero. Entonces se dijo que los dos l¨ªderes se ver¨ªan, sino en persona s¨ª a trav¨¦s de v¨ªdeo conferencia. Finalmente, Obama realiz¨® una simple llamada de tel¨¦fono a Karzai, expuesto al escrutinio p¨²blico despu¨¦s de la revelaci¨®n de los cables filtrados del Departamento de Estado que prueban la corrupci¨®n del Gobierno afgano.