El clima se destruye, y los l¨ªderes pierden el tiempo
Los cables publicados hoy sobre la Cumbre de Copenhague ponen de manifiesto el enorme riesgo de descarrilamiento del proceso multilateral para hacer frente al cambio clim¨¢tico. Las diferencias entre los pa¨ªses m¨¢s relevantes muestran una alarmante falta de voluntad pol¨ªtica de sus Gobiernos para cerrar acuerdos que permitan avanzar en el proceso. En este contexto la declaraci¨®n del entonces presidente del Consejo Europeo, Van Rompuy (cable), en el sentido de que "Copenhague fue un desastre" confirma el amplio nivel de frustraci¨®n que caus¨® aquella reuni¨®n.
El 4 de enero, cuando se celebra en Bruselas la reuni¨®n descrita en el cable entre Van Rompuy y el embajador de Estados Unidos, yo estaba todav¨ªa encerrado en una c¨¢rcel de Copenhague por protestar contra el fracaso de la Cumbre. Ahora veo a¨²n con m¨¢s claridad que dimos en el clavo con nuestra protesta y probablemente por eso estuvimos tantos d¨ªas encerrados.
Pero m¨¢s all¨¢ de las descalificaciones al proceso multilateral de quienes probablemente nunca creyeron en ¨¦l, ni hicieron lo que estaba en su mano para evitar el fracaso, lo m¨¢s relevante que leemos hoy en los documentos de Wikileaks tiene que ver con los juegos de poder entre bloques que se desarrollaron en aquellos d¨ªas.
En primer lugar, el hundimiento de Europa como potencia relevante. Europa jug¨® un papel clave de liderazgo en la negociaci¨®n del Protocolo de Kioto. Pero la Europa de hoy no es la de hace una d¨¦cada. Europa ha perdido la iniciativa. Su divisi¨®n interna ha sido bien visible en todo el proceso. A pesar de tener casi acordada la reducci¨®n de gases en un 30% para el a?o 2020 desde antes de la Cumbre de Copenhague, todav¨ªa hoy ha sido incapaz de adoptar esa decisi¨®n. Como los cables exponen, Italia y los pa¨ªses del este rompen el acuerdo y se oponen a cualquier avance ambiental para defender el carb¨®n.
Europa deja de ser un referente en el momento en que supedita su compromiso de reducci¨®n en la emisi¨®n de gases a lo que haga Estados Unidos. Al final ni siquiera participa en la reuni¨®n decisiva, lo que causa el lamento de sus l¨ªderes. Pero el problema hay que buscarlo en la propia Europa, en su falta de iniciativa y de liderazgo.
La principal novedad es la conformaci¨®n del bloque BASIC (Brasil, China, Sud¨¢frica e India) como un poder independiente que empieza a dar pasos m¨¢s all¨¢ de lo que digan Europa y Estados Unidos. Seg¨²n sabemos hoy, para los dirigentes europeos s¨®lo el enemigo com¨²n -occidente- une a esos pa¨ªses. Pero lo cierto es que su papel cobra vida en Copenhague hasta el punto de desbancar a Europa.
Estados Unidos, al aparecer como "narrador" de los hechos sale pr¨¢cticamente indemne de los papeles. Pero no se puede obviar que fue el art¨ªfice principal del fracaso en la Cumbre. Todo el mundo esperaba que Obama anunciase el 12 de diciembre al recibir el Premio Nobel nuevas medidas en los Estados Unidos para reducir las emisiones de gases. Al no producirse ese anuncio, comienza el desmoronamiento de la Cumbre de Copenhague. Estados Unidos, por tanto, no puede escudarse en la incompetencia ajena para excusar su enorme responsabildad en todo aquel fiasco.
Casi como an¨¦cdota queda el papel de Arabia Saud¨ª, que por defender su petr¨®leo lleva a?os tratando de evitar cualquier avance contra el cambio clim¨¢tico.
Los papeles filtrados muestran que hay poca voluntad en los l¨ªderes mundiales para llevar adelante un acuerdo multilateral efectivo contra el cambio clim¨¢tico. Malos augurios justo cuando se est¨¢ celebrando en Canc¨²n (M¨¦xico) la COP16. Nuevamente me viene a la cabeza aquella pancarta que sacamos en Copenhague de "los pol¨ªticos hablan, los l¨ªderes act¨²an ". Los cables que hemos conocido hoy muestran cuanta verdad hay detr¨¢s de aquellas palabras.
Por ¨²ltimo decir que no hay otra salida al cambio clim¨¢tico que un acuerdo multilateral. Tal vez se quieran poner las bases para el derrumbe de ese proceso que ahora se encuentra en barbecho por la falta de voluntad pol¨ªtica. Si finalmente descarrila ser¨¢ una alegr¨ªa para los adalides del Tea Party y del negacionismo clim¨¢tico, pero una tragedia para el planeta, y para todos nosotros. No debemos permitir que ocurra.
Juantxo L¨®pez de Uralde es el creador de la formaci¨®n pol¨ªtica ecologista Ecquo y ex director de Greenpeace Espa?a | Comenta esta noticia en la red social de EL PA?S | La mayor filtraci¨®n de la historia | Preguntas y respuestas | Ir al especial
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