Julian Assange ?admirable Robin Hood o indeseable Francis Drake?
Numerosos son los comentaristas que afirman que las informaciones de Wikileaks no tienen mayor inter¨¦s. En el mismo sentido se manifiestan algunos medios de comunicaci¨®n que no han tenido acceso a las mismas, y que hubieran estado encantados de publicarlas a bombo y platillo. Es verdad que algunas no tienen trascendencia y hay sorprendentes y sospechosas lagunas, por ejemplo, sobre las actuaciones del gobierno israel¨ª, que al parecer no merecen comentario alguno de la diplomacia norteamericana; nada hemos le¨ªdo al respecto, por lo que surge la duda de si estas filtraciones en el fondo han sido manipuladas, censuradas, o de alguna forma permitidas, toda vez que anunciadas como apocal¨ªpticas para la Administraci¨®n norteamericana resultan ahora en favor de la misma.
Lo positivo es que nos muestran la doble moral, la indiscreci¨®n, hipocres¨ªa y mezquindad de numerosos gobernantes. Tambi¨¦n hasta qu¨¦ punto los Estados Unidos siguen presos de los viejos h¨¢bitos que implantaron los hermanos Dulles, John Foster, antiguo secretario de Estado en los a?os 50 y su hermano Allen, primer director civil de la CIA, que aliment¨® Kissinger y potenciaron sus aventajados disc¨ªpulos en la ¨¦poca de Bush, h¨¢bitos que se reg¨ªan por la m¨¢xima de "plata al amigo, palo al indiferente y plomo al enemigo". Revelan adem¨¢s la facilidad con que se pliegan a los mismos numerosos dirigentes.
Famosos articulistas, siempre dispuestos a defender los intereses de su pa¨ªs por mezquinos que sean, r¨¢pidamente se han aprestado a interpretar sus contenidos: "No tienen nada que ver con las revelaciones de los Pentagon Papers, mucho m¨¢s graves"; en cierta medida puede que sean "embarrasing", aunque en el fondo prueban que los diplom¨¢ticos norteamericanos son "bastante precisos en su an¨¢lisis". As¨ª se expresa, entre otros, Fareed Zakaria, prestigioso columnista norteamericano en un reciente art¨ªculo en la revista Time. En parte tiene raz¨®n, impresiona la profesionalidad de los diplom¨¢ticos norteamericanos y la defensa de los intereses de su pa¨ªs y de sus empresas. Pero no parece que tengan el mismo rigor en temas en los que los Estados Unidos est¨¢n realmente involucrados. A este respecto, el citado comentarista a?ade que lo importante son las manifestaciones de los gobernantes ¨¢rabes sobre Ir¨¢n, su preocupaci¨®n por el avance del chi¨ªsmo y el rearme nuclear de ese pa¨ªs, obviando que fue precisamente la invasi¨®n norteamericana de Irak lo que ha potenciado el fundamentalismo islamista en la regi¨®n. Llega incluso a afirmar que esas revelaciones comprometen sobre todo a los reg¨ªmenes ¨¢rabes -que en p¨²blico defienden la causa palestina, pero en privado lo que realmente les preocupa es Ir¨¢n-, y en ning¨²n caso son preocupantes para USA, toda vez que confirman al argumento central de la pol¨ªtica norteamericana: el problema es Ir¨¢n, que se ha convertido en una amenaza no solo para Israel sino para toda la regi¨®n; no existe, por tanto, problema palestino, bloqueo de Gaza y paralizaci¨®n del proceso de paz. La conclusi¨®n es evidente: basta acabar con el r¨¦gimen iran¨ª, por otra parte represivo y dictatorial, para que Oriente Pr¨®ximo camine por la senda de la paz y la prosperidad.
Preocupaci¨®n por Ir¨¢n
A Netanyahu, como vulgarmente se dice, se le ha aparecido la Virgen. Con raz¨®n, r¨¢pidamente y sin vacilar el primer ministro israel¨ª "pointed this out", (ha subrayado este aspecto), concluye Fareed Zakaria, m¨¢xime ahora que Barack Obama ha tirado la toalla y no exige la paralizaci¨®n de los asentamientos, lo que supone un golpe mortal a la creaci¨®n del Estado palestino.
A su vez en la revista Newsweek en un art¨ªculo publicado el d¨ªa 13 de diciembre por Christopher Dikey y Andrew Bast, podemos leer: "las filtraciones revelan que los Estados Unidos tienen un m¨²sculo pol¨ªtico superior al de cualquier otro pa¨ªs". Estos comentaristas recalcan la impactante frase atribuida al Rey de Arabia Saud¨ª de que lo que verdaderamente le preocupa y desea es que el T¨ªo Sam "corte la cabeza de la serpiente", y de su propia cosecha a?aden ?quiz¨¢s con un ataque militar?, lo que ha debido sonar a m¨²sica celestial al implacable Ejercito israel¨ª que desde hace tiempo insiste en realizarlo, aunque ello suponga incendiar la totalidad de la regi¨®n. Por si faltara poco, en el n¨²mero siguiente de 20 de diciembre, la portada es, "Objetivo: Ir¨¢n, asesinatos, sabotajes, ataques cibern¨¦ticos ?acaso ha comenzado ya la guerra contra Ir¨¢n? No estar¨ªa de m¨¢s que estos especialistas tuvieran en cuenta que este tipo de comentarios que pueden utilizarse para justificar actuaciones absolutamente contraproducentes, no corresponde al sentir general de la poblaci¨®n arabo-musulmana, que es lo que importa y cuenta, indignada por la tragedia de Palestina y la doble moral de las potencias occidentales.
Si realmente lo que se desprenden de estas filtraciones son los an¨¢lisis efectuados por estos influyentes analistas, uno se pregunta qui¨¦n es o si alguien manipula a Julian Assange, personaje enigm¨¢tico, extra?a mezcla de Robin Hood y pirata Drake, que posiblemente ha arriesgado su vida publicando comprometidos documentos secretos que al final igual acaban beneficiando a los poderosos y maquiav¨¦licos personajes y gobiernos que ha tratado de desenmascarar. Tan es as¨ª que el nada sospechoso columnista del Financial Times, Gideon Rachman, acaba de escribir un articulo con el t¨ªtulo "Am¨¦rica debe conceder a Assange una medalla"; en definitiva, puede que lo que proceda sea extraditarlo para condecorarlo que no para procesarlo por espionaje o pirater¨ªa.
Jer¨®nimo P¨¢ez es abogado.
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