Ecos de O.K. Corral en Tucson

La violencia de las armas est¨¢ presente cada d¨ªa en la sociedad norteamericana . En lo que va del d¨ªa de hoy, 144 personas han sido alcanzadas por un arma de fuego en diferentes partes de EE UU, seg¨²n datos actualizados al minuto por la campa?a Brady para prevenir la violencia con armas. Pasa desapercibida de lo asumida que est¨¢. La cultura de las armas es un sello de identidad de este pa¨ªs y un derecho por el que luchaba incluso la congresista Gabrielle Giffords que ahora se debate entre la vida y la muerte .

Pero los datos an¨®nimos se dotan de caras y nombres cuando sucede una tragedia como la de Tucson (Arizona). Una masacre que trae al presente nombres como Tombstone y el famosos tiroteo de 1881 de O.K.Corral en el que se dispararon 30 balas en 30 segundos. La propia Giffords podr¨ªa haber sufrido antes un asalto como el que ahora la mantiene en un coma inducido en el Centro M¨¦dico de Tucson despu¨¦s de que una bala la atravesar el lado izquierdo del cerebro tras un disparo a quemarropa por parte del joven Jared Lee Loughner. Hace un tiempo, la polic¨ªa detuvo a un hombre al que se le cay¨® una pistola durante un acto de la pol¨ªtica dem¨®crata. "Cuando representas un distrito que incluye el hogar de O.K.Corral y Tombstone, 'el pueblo demasiado duro para morir', nada te sorprende", dijo entonces Giffords.

No es as¨ª. Los ciudadanos de Tucson est¨¢n horrorizados. "Esto no deber¨ªa de haber sucedido jamas, los tiroteos deber¨ªan formar parte del pasado", dice Ariadnne Fellows. Preguntada sobre si ella o su familia posee un arma responde sorprendida y sin dudarlo: "por supuesto". "Pero ese no es el asunto". ?No lo es?

Jared Lee Loughner debe comparecer a las 16.00 horas (22.00 hora espa?ola) ante el juez que le leer¨¢ los cargos presentados contra ¨¦l y le dar¨¢ la oportunidad de explicarse. Loughner, 22 a?os, est¨¢ acusado de cinco delitos, entre ellos el asesinato de un juez federal y el intento de acabar con la vida de un miembro del Congreso de EE UU. A nivel estatal tambi¨¦n se presentar¨¢n cargos contra Louhgner por la muerte de la peque?a de nueve a?os, Christina Green, y otras cuatro personas.

No parece que Tucson vaya a recuperar su pulso normal en un tiempo. Nadie habla de otra cosa excepto de lo que sucedi¨® el s¨¢bado por la ma?ana en la confluencia de North Oracle y West Ina Road. All¨ª se encuentra el centro comercial La Toscana, todav¨ªa inacesible para el p¨²blico y tomado por los agentes del FBI y la polic¨ªa. Hasta all¨ª se desplaz¨® la congresista Giffords, que hab¨ªa llegado a su ciudad natal la noche anterior para asistir a su 'Congreso en tu esquina' n¨²mero 20 y el primero de la nueva legislatura que se inici¨® la semana pasada tras la jura del nuevo Congreso resultante de las elecciones del pasado 2 de noviembre y que Giffords gan¨® por Arizona por une streceho margen frente a un contrincante del Tea Party.

Nada se sabe todav¨ªa de los motivos que pudieron impulsar al joven Loughner a cubrir de sangre el suelo de La Toscana . Parece claro que el ataque fue premeditado a juzgar por las informaciones aportadas por el FBI tras un registro en la casa del sospechoso en el que se encontraron varias notas que se refer¨ªan a Giffords y 'mi asesinato'.

Loughner era un solitario obsesionado con Giffords que hab¨ªa despertado la inquietud entre sus antiguos compa?eros de instituto y profesores de universidad, tanto es as¨ª que fue invitado a abandonar el centro educativo hasta que se sometiese a un examen psqui¨¢trico. A cambio, lo que hizo Loughner fue abandonar sus estudios y comprarse una Glock semiautom¨¢tica de forma legal en una tienda de la ciudad. Un trabajador de Sportman?s Warehouse, negocio en el que Loughne compr¨® la Glock el pasado 30 de noviembre, asegura que nada imaped¨ªa al joven comprar el arma ya que no violaba ninguno de los requerimientos de la ley federal. "Ten¨ªa los 550 d¨®lares que costaba y un historial limpio de delitos".