T¨²nez da los primeros pasos hacia la transici¨®n entre motines y saqueos
El nuevo presidente, Fued Mebaza, ordena formar un Gobierno de unidad nacional para evitar que el caos se prolongue, pero la anarqu¨ªa sigue extendida en todo el territorio.- El Constitucional da 60 d¨ªas para las elecciones
Los tunecinos han demostrado que no se dejar¨¢n enga?ar por promesas, que anhelan una transici¨®n democr¨¢tica y que la quieren sin demora. Tras cuatro semanas de revuelta popular, culminada el viernes, sin ayuda de nadie, con el derrocamiento del s¨¢trapa Zine el Abidine Ben Ali , es probable que se haya iniciado ese camino, que, sin duda, ser¨¢ tortuoso. De prosperar ser¨ªa una novedad hist¨®rica en el mundo ¨¢rabe. Pero en un pa¨ªs regido con pu?o de hierro durante 53 a?os, sin oposici¨®n organizada, sin liderazgos convincentes, azotado por el desempleo, sometido a un terremoto pol¨ªtico e institucional y vapuleado ahora por la violencia, de nada hay garant¨ªas. El presidente interino, Mohamed Ghanuchi, fue forzado a dimitir ayer por el Consejo Constitucional tras ejercer 16 horas el cargo. Le relev¨® el jefe del Parlamento, Fuad Mebaza, obligado por ley a convocar elecciones en 60 d¨ªas.
Ser¨¢n 60 d¨ªas plenos de peligros, porque la confusi¨®n prevalece en T¨²nez y la anarqu¨ªa se extiende por todo el territorio, a pesar del vigente estado de emergencia y el toque de queda, que abarca desde las cinco de la tarde hasta las siete de la ma?ana. Los helic¨®pteros sobrevuelan la capital, los tanques est¨¢n apostados en muchas esquinas, los disparos se oyen con frecuencia cada noche.
En uno de estos incidentes, esta misma madrugada se ha sabido que Imed Trabelsi, sobrino de la esposa de Ben Ali y alcalde de la ciudad costera de La Goulette, muri¨® ayer en el hospital militar de T¨²nez tras llegar herido de arma blanca. Imed, que se encontraba en paradero desconocido desde la huida del presidente, formaba parte de ese grupo de parientes de la primera dama que controlaban la econom¨ªa del pa¨ªs, asociados siempre a la corrupci¨®n del r¨¦gimen y objeto de la ira de los manifestantes. Un juez franc¨¦s hab¨ªa abierto una investigaci¨®n contra Imed Trabelsi por su supuesta implicaci¨®n en el robo de un yate que pertenec¨ªa a Bruno Roger, directivo de la Banca Lazard.
En otros disturbios, decenas de presos murieron ayer en distintos motines provocados en varias c¨¢rceles tunecinas. En el penal de la ciudad costera de Monastir, en el este del pa¨ªs, 42 reos fallecieron en un incendio causado por recluidos que trataron de sacar tajada de la anarqu¨ªa. La cuarentena pereci¨® quemada o asfixiada. Otras decenas murieron en Mahdia, tambi¨¦n en el este del pa¨ªs, al ser tiroteados por la polic¨ªa cuando trataban de escapar del penal local, seg¨²n relataron varios testigos. Adem¨¢s, en las prisiones de las regiones de Gafsa y Kaser¨ªn (en el centro-oeste del pa¨ªs) y en las de Bicerta y Mornagu¨ªa (al norte) se han producido motines e incendios. En Mesad¨ªn, una veintena de mujeres resultaron heridas en choques con tiroteos en la entrada del penal, donde numerosos familiares hab¨ªan acudido tras difundirse un falso rumor sobre la liberaci¨®n de los detenidos.
Mientras, en las avenidas de T¨²nez capital y en todos sus suburbios, muchos veh¨ªculos eran registrados por las fuerzas de seguridad. Para los que llevan matr¨ªcula azul no hubo excepci¨®n. Todos eran detenidos, y la polic¨ªa se esmeraba a¨²n m¨¢s. Los coches con las placas azules pertenecen a empresas de alquiler. Y en estos d¨ªas fueron utilizados por los seguidores del r¨¦gimen para manifestarse o cometer tropel¨ªas.
Relevo constitucional
Al margen del caos en las calles, las instituciones parecen funcionar. El ex primer ministro, Mohamed Ghanuchi, se erigi¨® en presidente interino la tarde del viernes tras declarar incapacitado temporalmente a Ben Ali. Sin embargo, el Consejo Constitucional, m¨¢xima autoridad legal a la hora de interpretar la ley fundamental, decret¨® antes del mediod¨ªa que la presidencia estaba vacante, y no temporalmente, y que proced¨ªa aplicar otro art¨ªculo de la Constituci¨®n que elev¨® al poder al l¨ªder del Parlamento.
Ghanuchi, un dirigente que, pese a su afiliaci¨®n a la Asamblea Constitucional Democr¨¢tica, el partido de Ben Ali, no est¨¢ entre los sospechosos de haber amasado fortuna al amparo del poder -est¨¢ considerado un tecn¨®crata con conocimientos enciclop¨¦dicos sobre la econom¨ªa tunecina-, era designado por Mebaza poco despu¨¦s, de nuevo, jefe del Ejecutivo. "He pedido al primer ministro que forme un Gobierno de unidad nacional", declar¨® Mebaza. Sin excluir a nadie.
Nada est¨¢ claro. Porque quienes se opusieron con vigor a Ben Ali tampoco parecen coincidir en un proyecto com¨²n. Algunos partidos de oposici¨®n -legalizados o no- y muchos de los manifestantes que han logrado derrocar la tiran¨ªa no esconden sus suspicacias sobre los acontecimientos pol¨ªticos, que se encadenan con rapidez inaudita. Pero tambi¨¦n habr¨¢ que ver si esos partidos son capaces de pactar un programa com¨²n para reformar la legislaci¨®n electoral y promulgar leyes que garanticen las libertades.
"Para abrir una nueva fase, debe producirse una ruptura con los fundamentos del r¨¦gimen y del sistema pol¨ªtico corrupto", afirm¨® Ahmed Ibrahim, jefe de Ettajdid, uno de los tres grupos legalizados. Mustafa Benjaafar, al frente del Foro Democr¨¢tico por el Trabajo y las Libertades, m¨¢s moderado, a?adi¨®: "Hemos discutido la idea de un Gobierno de coalici¨®n y el primer ministro ha aceptado". Otras formaciones discrepan radicalmente. "No aceptamos ese l¨ªmite temporal de 60 d¨ªas porque hay una revoluci¨®n en T¨²nez que el partido quiere transformar en un golpe de Estado para mantenerse en el poder", declar¨® a Reuters en Par¨ªs Iyad Dahmani, dirigente del Partido Democr¨¢tico Progresista.
Se comienza a encauzar el caos pol¨ªtico, aunque nadie las tiene todas consigo. El pa¨ªs est¨¢ conmocionado por los desmanes de una polic¨ªa que trata a golpes a los detenidos a la vista de cualquiera, y por la rapi?a de los pobres que vac¨ªan supermercados. Los tunecinos abominan del desorden -que ha causado decenas de muertos desde que el 17 de diciembre explotara el alzamiento civil- que les toca padecer. Hay un riesgo evidente. La seguridad no se puede colapsar para que ese proceso democr¨¢tico pueda nacer. De extenderse y perdurar el caos, y sobre todo si afectara a las instituciones, todo proyecto ser¨ªa inviable. El Ej¨¦rcito, una instituci¨®n opaca pero que parece actuar con suma responsabilidad, no parece dispuesto a permitir que eso suceda.
Pero, ?qu¨¦ hacer con la polic¨ªa? ?Se lograr¨¢ frenar a los miles de paniaguados leales a Ben Ali a los que se atribuye gran parte de las muertes de civiles y los intentos por desestabilizar ahora T¨²nez? ?Qu¨¦ suceder¨¢ con la infinidad de potentes empresas dominadas por la ¨¦lite corrupta que ha puesto pies en polvorosa? ?Se desplomar¨¢ el turismo, fuente de ingresos y empleos? ?Qu¨¦ objetivos tienen los islamistas? ?Podr¨¢n participar en este naciente proceso? ?Permitir¨¢n sin m¨¢s quienes gozaban de prebendas que se investigue y castigue la corrupci¨®n? Nadie tiene las respuestas.
Cronolog¨ªa de las protestas
- 17 de diciembre. Mohamed Bouazizi, un desempleado de 26 a?os, se prende fuego en Sidi Bouzid como acto de protesta por la crisis. Bouazizi falleci¨® en el hospital el 5 de enero.
- 24 de diciembre. Mueren los dos primeros manifestantes a causa de los disparos de la polic¨ªa en una protesta en Menzel Bouzayane, una localidad ubicada en el centro del pa¨ªs.
- 2 de enero. El grupo de hackers Anonymous anuncia la Operaci¨®n T¨²nez en solidaridad con las manifestaciones. Las webs del Gobierno tunecino se colapsan por una serie de ataques inform¨¢ticos.
- 4 de enero. Los opositores anuncian una huelga general en protesta por la represi¨®n gubernamental.
- 7 de enero. Las autoridades lanzan una gran operaci¨®n contra los disidentes y detienen a decenas de periodistas y activistas y contrarios al r¨¦gimen. La oposici¨®n da por desaparecidos a varios.
- 8 de enero. El sindicato UGTT se suma a la movilizaci¨®n popular. Mueren seis manifestantes y otros seis son heridos de gravedad durante las protestas en Tala. Otras tres personas mueren en enfrentamientos con la polic¨ªa en la regi¨®n de Kasserine.
- 10 de enero. En un discurso televisado, Ben Ali intenta calmar los ¨¢nimos y promete 300.000 puestos de trabajo.
- 11 de enero. El Gobierno reconoce 18 muertos en los enfrentamientos, mientras los sindicatos hablan de m¨¢s de 50. Contin¨²an las protestas y Ben Ali decreta el toque de queda en Beja, Gafsa, Kasserine y Telab.
- 12 de enero. El toque de queda se extiende a la capital, tomada por veh¨ªculos blindados. El primer ministro, Mohamed Ghanuchi, destituye al ministro de Interior, Rafik Belhaj Kacem, y anuncia la puesta en libertad de algunos detenidos.
- 13 de enero. El presidente de T¨²nez anuncia su retirada en 2014 y promete un "completo y profundo cambio pol¨ªtico". La violencia no cesa en las calles y se registran 13 muertos m¨¢s.
- 14 de enero. Miles de ciudadanos se manifiestan en la capital al grito de "?Fuera Ben Ali!". El presidente destituye al Gobierno y decreta el estado de excepci¨®n. Ben Ali no puede con la presi¨®n y abandona T¨²nez. El primer ministro Ghanuchi asume la presidencia interina del pa¨ªs.
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