El DNI mexicano despierta suspicacias

En Espa?a dicen "el gato escaldado del agua fr¨ªa huye", en M¨¦xico decimos "al que se quema con leche hasta al jocoque le sopla". La cuesti¨®n es que hemos tenido tan malas experiencias con los registros de informaci¨®n ciudadana en manos de las autoridades que no se puede reclamar a la opini¨®n p¨²blica, ni tampoco a la publicada, el recelo que sienten tras las intenciones del Gobierno federal con este asunto, anunciado hace dos semanas, de expedir una credencial ¨²nica de identificaci¨®n (un DNI) en la que no solo quedar¨¢n registrados nuestros datos generales, sino que adem¨¢s contendr¨¢ la informaci¨®n biom¨¦trica de todos los mexicanos, incluyendo, por supuesto, la de los menores de edad.

En M¨¦xico no existe documento nacional de identidad. Lo m¨¢s parecido hoy es la credencial para votar. Para conseguir una, al cumplir los 18 a?os cada mexicano tiene que registrarse en el Padr¨®n Electoral. Y, tiempo despu¨¦s, nos enteramos de que nuestros datos estaban en Miami, porque alguien, todav¨ªa no se sabe qui¨¦n, se los hab¨ªa vendido a una empresa de mercadeo. Otro ejemplo: apenas iniciaba el registro ¨²nico de autom¨®viles cuando se descubri¨® que la empresa a la que el Gobierno del ex presidente Ernesto Zedillo hab¨ªa concesionado ese servicio era dirigida por un pr¨®fugo de la justicia argentina relacionado con cr¨ªmenes de la dictadura, procesado m¨¢s tarde por el juez Baltasar Garz¨®n. Y hace m¨¢s de un a?o el presidente Felipe Calder¨®n decidi¨® que hab¨ªa que tener un registro con los datos de todos los propietarios de tel¨¦fonos m¨®viles y, tras un desordenado proceso de actualizaci¨®n, es la fecha en que nadie sabe la calidad de la informaci¨®n que se recopil¨®, d¨®nde demonios est¨¢, ni qu¨¦ est¨¢n haciendo con ella.

Cuando en 2009 el Gobierno de Calder¨®n anunci¨® el asunto de la c¨¦dula ¨²nica, la sola idea de implantar un documento de identificaci¨®n oficial adicional a los que ya existen fue objeto de impugnaciones e inquietudes manifestadas desde muy distintos frentes: protestaron legisladores de todos los partidos, el Instituto Federal de Acceso a la Informaci¨®n y Protecci¨®n de Datos, el Instituto Federal Electoral (que expide la credencial de elector) y, junto con ellos, no pocas organizaciones ciudadanas relacionadas con cuestiones de seguridad p¨²blica.

Calder¨®n dej¨® pasar dos a?os, como para que se enfriara la sopa, y ahora vuelve a la carga con la simple expedici¨®n del Decreto de Reglamento para la C¨¦dula de Identidad Personal. Las reacciones en contra no se han hecho esperar, porque, por lo visto, el presidente ha retomado el asunto sin haber atendido ni a una sola de las inquietudes.

?Se puede culpar al 74% que piensa que es peligroso que la informaci¨®n quede en manos del Gobierno? ?Alguien se sorprende porque la mitad de los ciudadanos est¨¦n convencidos de que la c¨¦dula ¨²nica es s¨®lo un pretexto para que el Gobierno de Calder¨®n nos tenga fichados y controlados? ?Resulta il¨®gico que ocho de cada diez aseguren que el costo del registro ciudadano es dinero tirado a la basura?

Insisto, si al que se quema con leche hasta al jocoque le sopla, imag¨ªnense c¨®mo andamos de escaldados los mexicanos que, gracias a la impericia, irresponsabilidad y falta de controles elementales de nuestras autoridades, nos ha tocado abrasarnos la lengua hasta con refresco de lim¨®n.

Mar¨ªa de las Heras es directora de la encuestadora Demotecnia.