Los egipcios mantienen la presi¨®n en la calle contra Mubarak mientras preparan la gran protesta
El vicepresidente Suleim¨¢n dice que se abrir¨¢ un di¨¢logo con todos los partidos de la oposici¨®n.- El Ej¨¦rcito considera "leg¨ªtimas" las demandas del pueblo y no emplear¨¢ las armas
La oposici¨®n egipcia, que reclama desde el inicio de las revueltas el fin de la presidencia de Hosni Mubarak, mantiene la presi¨®n en la calle a la espera de la gran protesta convocada para este martes, a la que han llamado "la marcha del mill¨®n de personas". Los manifestantes, entre los que ha crecido la presencia de islamistas, han burlado hoy de nuevo el toque de queda y cuentan adem¨¢s con el apoyo del Ej¨¦rcito, que ha anunciado que no va a emplear las armas y que considera "leg¨ªtimas" sus demandas. "La libertad de expresi¨®n de forma pac¨ªfica est¨¢ garantizada para todos", ha asegurado el portavoz de las Fuerzas Armadas. El pulso social ha obligado a dar un paso m¨¢s al Gobierno y el vicepresidente, Omar Suleim¨¢n, ha anunciado que va a abrir un di¨¢logo con los partidos para estudiar posibles modificaciones de la Constituci¨®n.
El reci¨¦n nombrado vicepresidente, que tom¨® posesi¨®n de su cargo el pasado s¨¢bado, ha agregado en su aparici¨®n en televisi¨®n que Mubarak le ha encomendado que se cumplan la resoluciones del Tribunal de Apelaci¨®n sobre las quejas de los resultados de las ¨²ltimas elecciones parlamentarias "de una manera r¨¢pida y honesta".
Miles de manifestantes llenaron por la ma?ana la emblem¨¢tica plaza de Tahrir, epicentro de la revuelta en El Cairo, para mantener viva la protesta y dar el relevo a aquellos que han pasado all¨ª acampados la pasada noche. Los soldados desplegados en esa zona se limitan a pedir la documentaci¨®n a los manifestantes, que gritan c¨¢nticos de "Abajo Mubarak", informa Reuters. La situaci¨®n por el momento es tranquila y la confraternizaci¨®n entre manifestantes y soldados contin¨²a. De hecho, el papel del Ej¨¦rcito sigue siendo la clave para desatascar el conflicto y la instituci¨®n todav¨ªa mantiene su papel de garante de la seguridad y tambi¨¦n del actual r¨¦gimen. "El Ej¨¦rcito tiene que elegir entre Egipto y Mubarak", advierte una de las pancartas desplegadas hoy en la plaza.
Mientras, Mubarak, acuciado por los manifestantes que no abandonan las calles, por la oposici¨®n que reclama un vuelco en la pol¨ªtica egipcia, y por sus aliados internacionales -especialmente EE UU- que ya casi no quieren que les vean devolvi¨¦ndole el saludo, dio la pasada noche un paso m¨¢s para defender su permanencia en el poder. En una intervenci¨®n televisada pidi¨® a su nuevo primer ministro, Ahmad Shafiq, que active reformas para promover la democracia y restablezca la confianza en la econom¨ªa.
Despu¨¦s de seis d¨ªas de protestas -y 30 a?os de inmovilismo- Mubarak ha llegado a la conclusi¨®n de que hay que impulsar urgentemente las reformas y deben partir de un di¨¢logo profundo con la oposici¨®n, explic¨® la noche del domingo en el canal estatal Nile TV. La prioridad que ha fijado para Shafiq es la reducci¨®n del paro y la contenci¨®n de la inflaci¨®n para satisfacer las demandas de los ciudadanos.
Pero la gran conclusi¨®n que se puede extraer del discurso de anoche es que Mubarak no est¨¢ dispuesto a abandonar el poder f¨¢cilmente pese a los 125 muertos y los miles de heridos que ha dejado ya la revuelta. Durante el domingo el acorralado presidente ya se ocup¨® de dar una muestra de fuerza al reunirse con los mandos militares m¨¢s importantes, entre ellos su nuevo vicepresidente, el poderoso jefe de inteligencia, Omar Suleim¨¢n, el ministro de Defensa, Mohamed Husein Tantawi, y el jefe del Estado Mayor Dami al Anan. La exhibici¨®n de m¨²sculo se acompa?¨® del sobrevuelo muy bajo de dos aviones caza sobre la plaza Tahrir, en donde se concentraban los manifestantes de la capital egipcia por sexta jornada consecutiva. El paso de los cazas se produjo poco antes de que entrara en vigor el toque de queda, a las 16.00 hora local, pero a pesar del nerviosismo que caus¨®, los miles de personas que se concentraban all¨ª siguieron coreando lemas contra Mubarak y su nuevo Gabinete: "Hosni Mubarak, Omar Suleim¨¢n, los dos sois agentes de los estadounidenses". "Mubarak, Mubarak, el avi¨®n te espera", era otro de los lemas.
Responsabilidad para el Gobierno
En respuesta al empuje popular, antes de comparecer en televisi¨®n Mubarak ya envi¨® una carta a Shafiq inst¨¢ndole a que el recientemente formado Gobierno aplique pol¨ªticas sociales. Entre ellas destaca la preservaci¨®n de los subsidios, el control de la inflaci¨®n o la ampliaci¨®n de ofertas de empleo. "Te pido que devuelvas la confianza en nuestra econom¨ªa", ped¨ªa sol¨ªcitamente el presidente a su nuevo primer ministro: "Conf¨ªo en tu habilidad para implementar pol¨ªticas econ¨®micas que est¨¦n de acuerdo con las altas preocupaciones del pueblo".
Mientras, en el otro espectro pol¨ªtico, los partidos opositores que hasta las ¨²ltimas elecciones ten¨ªan presencia parlamentaria, incluidos los Hermanos Musulmanes, se reun¨ªan en un Parlamento alternativo para tratar de buscar una salida a la crisis y planificar la transici¨®n. Como resultado de la reuni¨®n, se cre¨® un comit¨¦ de 10 personas -conformado por varios l¨ªderes de partidos, incluso algunos ilegalizados- para analizar con el Ej¨¦rcito el final del r¨¦gimen de Mubarak y su salida del pa¨ªs.
Mohamed El Baradei, premio Nobel de la Paz y ex jefe del Organismo Internacional de Energ¨ªa At¨®mica, se ha erigido como el l¨ªder de la oposici¨®n y exige la salida inmediata de Mubarak del poder para "salvar a Egipto", seg¨²n una entrevista con CNN. "Nuestro pa¨ªs se est¨¢ desmoronando", asegur¨®. "Mubarak necesita irse hoy... para que se produzca una transici¨®n suave hacia un gobierno de unidad nacional, que fije todas las medidas para unas elecciones libres y justas", dijo El Baradei. La oposici¨®n parece haber asumido el papel de liderazgo del ex diplom¨¢tico e incluso los Hermanos Musulmanes le han reconocieron sin tapujos como su interlocutor con el Gobierno en la etapa de transici¨®n que consideran que se debe abrir a partir de ahora.
Sigue el caos
Ciudadanos armados de palos y cuchillos continuaban esta noche patrullando las calles del pa¨ªs para defender sus propiedades, sobre todo en las zonas de clase media y alta, siguiendo el llamamiento del propio Ministerio de Defensa.
Pese a los anuncios oficiales, la polic¨ªa continuaba anoche ausente de la mayor parte de El Cairo, y el ej¨¦rcito solo proteg¨ªa algunas zonas claves de la ciudad, informaba Al Yazira. La cadena asegura que el Ej¨¦rcito tiene ¨®rdenes de blindar las grandes atracciones tur¨ªsticas del pa¨ªs, especialmente Charm el Cheij, a orillas del mar Rojo, mientras contin¨²en los disturbios. En un contexto de desastre econ¨®mico, Egipto intenta evitar que se hunda su principal fuente de ingresos.
La confraternizaci¨®n entre manifestantes y soldados, a bordo de tanques cada vez m¨¢s numerosos en el centro de El Cairo, se mantuvo durante el lunes, aunque fue posible percibir ciertos signos de impaciencia: la gente empezaba a estar harta de que su victoria en la calle no se reflejara en la ca¨ªda del r¨¦gimen, y los soldados empezaban a estar hartos de abrazos, besos y esperas. No se resquebrajaba en absoluto, en cualquier caso, la convicci¨®n popular de que el Ej¨¦rcito no disparar¨ªa contra la multitud.
"El general Annan [jefe del Estado Mayor] tiene que dar ya un pu?etazo sobre la mesa y enviar a Mubarak a Tel Aviv", dijo Tarik, un electricista de 28 a?os que no se cansaba de exigir que el presidente abandone ya el pa¨ªs, reflejando una opini¨®n absolutamente mayoritaria entre los egipcios.
A las cuatro de la tarde, los soldados en Tahrir y en otras zonas recordaron con altavoces que empezaba el toque de queda -a partir de hoy lo har¨¢ una hora antes- y que todo el mundo deb¨ªa irse a casa. Lo hicieron de forma rutinaria y sin inter¨¦s de imponer la orden: precisamente en ese momento la plaza se llenaba m¨¢s que nunca, porque se avecinaba la multitudinaria oraci¨®n del anochecer. Los soldados (y la mayor¨ªa de la gente) tampoco mostraron reacci¨®n cuando, poco despu¨¦s, Mohamed el Baradei, que se perfilaba como alternativa a Mubarak, apareci¨® y lanz¨® una breve exhortaci¨®n. Tras la oraci¨®n y con la oscuridad s¨ª empez¨® a vaciarse el epicentro revolucionario de Tahrir porque la gente quer¨ªa volver a su casa y proteger sus bienes, aunque la polic¨ªa volvi¨® a las calles para impedir los saqueos.
Para comprender la prisa bastaba dar un paseo por Zamalek, un barrio c¨¦ntrico y acomodado: numerosos comercios hab¨ªan sido saqueados la noche anterior sin ning¨²n tipo de discriminaci¨®n (se hab¨ªan llevado todas las flores de una florister¨ªa, por ejemplo), hab¨ªa un vigilante ante cada portal y solo algunas tiendas de alimentaci¨®n y dos gasolineras permanec¨ªan abiertas. "Por la noche circulan bandas, tenemos silbatos y los vigilantes nos ayudamos unos a otros; yo tengo una porra, pero otros llevan armas de fuego", coment¨® uno de los vigilantes, un joven que se cubr¨ªa la cabeza con un casco de motorista y prefiri¨® no decir su nombre. Un ciudadano estadounidense residente en el barrio asegur¨® que algunos de los vigilantes eran polic¨ªas contratados por los vecinos.
En barrios m¨¢s pobres, como Shubra y Mataria, hubo tambi¨¦n saqueos. Los vecinos acusaban a "grupos de polic¨ªas con ropas civiles, empe?ados en crear el caos". La falta de informaci¨®n oficial estimulaba la incertidumbre y el vendaval de rumores. Se sab¨ªa, por ejemplo, que en varias prisiones como la de Abu Zabal, de m¨¢xima seguridad, se hab¨ªan registrado fugas masivas, pero se desconoc¨ªa con exactitud cu¨¢ntas y c¨®mo se hab¨ªan producido. En una de ellas, seg¨²n testigos citados por la prensa local, un grupo de personas con un bulldozer hab¨ªa derribado un muro por el que salieron los reclusos. Egipto cerr¨® ayer la frontera con Gaza para impedir que los presos palestinos huidos de Abu Zabal regresen a la Franja, informa Reuters.
Los tiroteos fueron abundantes la noche anterior, pero ayer empezaron a escucharse de d¨ªa en barrios perif¨¦ricos y en las cercan¨ªas del Ministerio del Interior; francotiradores de la polic¨ªa abr¨ªan fuego cada vez que tem¨ªan que la multitud fuera a asaltar el edificio. Por toda la ciudad se ve¨ªan comisar¨ªas incendiadas.
La situaci¨®n de inseguridad generalizada se agravaba por el riesgo de desabastecimiento. La Federaci¨®n de C¨¢maras de Comercio rog¨® a los comerciantes de alimentaci¨®n que abrieran durante al menos unas horas y no acapararan para forzar subidas de precios: "Consideren el inter¨¦s de la naci¨®n en estos momentos cruciales", pidi¨® a productores, distribuidores y vendedores.
EE UU: entre la transici¨®n y la evacuaci¨®n
Soltando las ¨²ltimas amarras con Hosni Mubarak, Estados Unidos pidi¨® ayer el inicio en Egipto de "una transici¨®n pac¨ªfica y ordenada" hacia "una verdadera democracia". La era pos-Mubarak ha comenzado en Washington. Tanto si el presidente egipcio ha pasado ya a la historia mientras este peri¨®dico se imprime como si se aferra desesperadamente al poder, la Administraci¨®n norteamericana ha comenzado a dise?ar una nueva estrategia en Oriente Pr¨®ximo.
La creciente tensi¨®n en el ambiente se ha traducido en el llamamiento de la Embajada de EE UU a sus ciudadanos para que abandonen el pa¨ªs, aunque asegura que la evacuaci¨®n es voluntaria. "El Departamento de Estado est¨¢ haciendo gestiones para proporcionar transporte a lugares seguros en Europa", seg¨²n un comunicado. "Los vuelos a puntos de evacuaci¨®n comenzar¨¢n a salir de Egipto el lunes 31 de enero". Tambi¨¦n Turqu¨ªa ha enviado dos aviones de Turkish Airlines a Egipto para evacuar a sus ciudadanos, seg¨²n la agencia Anatolian.
La secretaria de Estado, Hillary Clinton, insisti¨® ayer en la necesidad de que se produzca una "transici¨®n calmada" hacia un di¨¢logo nacional que culmine en una "democracia real "que d¨¦ "una oportunidad" al pueblo egipcio para expresar su voz. Washington sigue sin pronunciarse abiertamente contra Mubarak, un aliado importante en Oriente Pr¨®ximo. La secretaria de Estado, en una entrevista, ha expresado su deseo de que Egipto tenga un plan bien pensado que culmine en un Gobierno de participaci¨®n democr¨¢tica".
Los turoperadores occidentales ya cancelaron sus viajes al pa¨ªs desde el inicio de las protestas. Ahora, las empresas extranjeras tambi¨¦n han comenzado a evacuar a su personal. En el aeropuerto internacional de El Cairo se viven escenas de caos, ante la escasez de vuelos de salida del pa¨ªs.
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