Bush apoy¨® la participaci¨®n de Espa?a en el G-20 para obstaculizar la regulaci¨®n de flujos de capital

El objetivo que Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero se marc¨® en 2008 como una cuesti¨®n de orgullo nacional -lograr un asiento para la vital cumbre del G-20 que se celebrar¨ªa en Washington el 14 y 15 de noviembre- cont¨® con un sorprendente apoyo. Pese a las diferencias existentes entre el Gobierno socialista espa?ol que retir¨® las tropas de Irak y el del republicano George W. Bush, la embajada estadounidense en Madrid defendi¨® con pasi¨®n las pretensiones espa?olas.

En un cable confidencial enviado el 20 de octubre de 2008 , tan solo cuatro semanas antes de que comenzara la reuni¨®n, el embajador Eduardo Aguirre apoyaba "fervientemente" la presencia espa?ola esgrimiendo el peso de su econom¨ªa, la exitosa regulaci¨®n de su sector financiero y la importancia de sus dos grandes bancos, Santander y BBVA. Pero el inter¨¦s de EE UU en apoyar a Zapatero no era totalmente desinteresado.

La Administraci¨®n de Bush estaba muy preocupada por la posibilidad de que la cumbre supusiera un fuerte empuj¨®n a la regulaci¨®n del flujo de capitales. Y el embajador argumentaba que Espa?a, muy dependiente de las entradas de capital para financiar su gigantesco d¨¦ficit por cuenta corriente, "tiene un gran incentivo para evitar medidas regulatorias que pudieran poner en peligro estos flujos". Aguirre confiaba en que Espa?a, "que se ha visto obligada por sus socios europeos a aumentar la garant¨ªa que ofrece por los dep¨®sitos en entidades financieras", actuar¨ªa de dique de contenci¨®n frente a las pretensiones regulatorias.

La embajada tambi¨¦n destaca el papel que los dos grandes gigantes bancarios podr¨ªan desempe?ar en la actuaci¨®n del presidente espa?ol. "Si el Santander o el BBVA se vieran afectadas por un mayor control por parte de instituciones internacionales como las propuestas por el primer ministro brit¨¢nico, Gordon Brown, Zapatero podr¨ªa compartir nuestro inter¨¦s en evitar una regulaci¨®n que ser¨ªa contraproducente", a?ade el documento confidencial obtenido por EL PA?S a trav¨¦s de la filtraci¨®n de los papeles del Departamento de Estado a Wikileaks.

Zapatero asisti¨® finalmente a esta trascendental cita con el apoyo de Francia y EE UU. Lo m¨¢s importante que sali¨® de Washington fue el acuerdo del grupo que re¨²ne a los pa¨ªses ricos y a los emergentes para aprobar un plan de reactivaci¨®n econ¨®mica basado en la inversi¨®n p¨²blica. Los desequilibrios a los que hac¨ªa referencia Aguirre en el cable de 2008 -pa¨ªses como Espa?a o EE UU que importan mucho m¨¢s de lo que exportan frente a otros como China y Alemania, que con su gigantesco super¨¢vit comercial est¨¢n en la situaci¨®n contraria- contin¨²an en el centro del debate de los Gobiernos. Y la prueba de la importancia de estos desequilibrios que sigue arrastrando la econom¨ªa internacional es que estos ser¨¢n uno de los puntos centrales de la reuni¨®n que este fin de semana celebrar¨¢n en Francia los ministros de Finanzas y gobernadores de bancos centrales de los pa¨ªses del G-20.

"Recomiendo fervientemente que se invite a Espa?a. Es la octava econom¨ªa del mundo y su experiencia en los ¨²ltimos a?os puede ser de utilidad. Gracias a la estricta regulaci¨®n financiera durante los a?os del boom inmobiliario, la banca espa?ola est¨¢ en mejor posici¨®n que la del resto de Europa. Pese a que la crisis ha dejado a los bancos con pr¨¦stamos problem¨¢ticos en constructoras e inmobiliarias, ninguna de estas entidades ha tenido que ser rescatadas ni han necesitado inyecciones de capital por parte del Gobierno", dec¨ªa el embajador el 20 de octubre de 2008.

"Espa?a puede ser de gran ayuda"

Aguirre acababa de recibir la visita de la directora de Pol¨ªtica Internacional de Presidencia del Gobierno, Milagros Hernando. Adem¨¢s de destacar el peso de la econom¨ªa espa?ola y su influencia en Latinoam¨¦rica, la asesora de Zapatero adujo que ya contaba con el visto bueno del presidente franc¨¦s, Nicolas Sarkozy, y del entonces primer ministro brit¨¢nico, Gordon Brown, para obtener una invitaci¨®n. "Si consigue un asiento, Espa?a y Zapatero pueden ser de gran ayuda para que la cumbre concluya con ¨¦xito. Recomiendo que se considere positivamente la posibilidad de invitar a Espa?a", a?ad¨ªa el embajador estadounidense.

Tras Washington, la reforma de m¨¢s calado del sistema financiero tuvo que esperar hasta la pr¨®xima cumbre. Esta se celebr¨® en Londres en abril de 2009, con la presencia ya de otro presidente estadounidense, Barack Obama, mucho m¨¢s proclive que Bush a renovar la arquitectura financiera que hab¨ªa sido el germen de la mayor crisis de la econom¨ªa internacional desde la Gran Depresi¨®n de 1929.

Un documento de marzo de 2009 , un mes antes de la cita de Londres, insist¨ªa en que Zapatero hab¨ªa convertido en "una cuesti¨®n de orgullo nacional" su presencia en el G-20. En este caso, la embajada, ya sin Eduardo Aguirre al frente, se limitaba a hacer una descripci¨®n de la econom¨ªa espa?ola, sin valorar si deb¨ªa apoyar su participaci¨®n en la reuni¨®n o no. Adem¨¢s, en esta ocasi¨®n no todo eran halagos hacia Espa?a. La embajada ech¨® en cara a Zapatero haber jugado la baza de responsabilizar a EE UU de la crisis financiera por la concesi¨®n masiva de hipotecas basura. "Hace unos meses, el presidente dijo que EE UU cre¨® la crisis, y que a Europa le tocar¨¢ solucionarla. Es cierto que Zapatero ¨²ltimamente no ha usado esta ret¨®rica, quiz¨¢s por su deseo de acercarse a la nueva Administraci¨®n de Obama, pero otros responsables socialistas contin¨²an culpando a EE UU en periodos de campa?a electoral", concluye el cable de 2009.

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