La presidenta argentina propone una ley que limita la venta de tierras a extranjeros

La presidenta argentina, Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner, ha anunciado hoy un proyecto de ley para limitar la venta de tierras a extranjeros, una iniciativa que ya present¨® en su d¨ªa la Federaci¨®n Agraria, que re¨²ne a los peque?os y medianos agricultores, y que exigir¨¢ que se realice previamente, en el plazo de 180 d¨ªas, un catastro rural nacional. Cristina Fern¨¢ndez ha asegurado que se respetar¨¢n los derechos ya adquiridos. "Se trata de conservar el dominio nacional, no estatal, de las tierras rurales, algo que hacen todos los pa¨ªses serios del mundo", ha explicado.

Aunque el proyecto de ley tendr¨¢ que ser debatido en el Parlamento, la idea inicial es que nunca est¨¦ en manos de extranjeros m¨¢s de un 20% del total de tierras rurales y establecer una limitaci¨®n de compra, a partir de ahora, de mil hect¨¢reas, como m¨¢ximo. La presidenta se quej¨® del "d¨¦ficit de informaci¨®n que existe actualmente sobre el estado nominal de las tierras rurales" y la necesidad de elaborar con urgencia "un cuadro actual de la situaci¨®n". Los registros de la propiedad en Argentina son solo provinciales, lo que impide saber exactamente qu¨¦ porcentaje de la tierra en el conjunto del pa¨ªs esta ya en manos de extranjeros.

Entre los grandes compradores de tierras, son conocidos el brit¨¢nico John Lewis, los hermanos Benetton, italianos, y el ecologista norteamericano Douglas Tompkins, pero existen tambi¨¦n fuertes inversores de extranjeros en empresas nominalmente argentinas que explotan enormes extensiones de suelo agr¨ªcola.

La presencia de esos grandes inversores extranjeros ha contribuido a aumentar el precio de los terrenos rurales, que, seg¨²n la Federaci¨®n Agraria, viene experimentado una subida continuada en los ¨²ltimos a?os. Los precios en las zonas agr¨ªcolas m¨¢s ricas, por ejemplo, en la Pampa h¨²meda, cerraron 2010 con un aumento del 20,5%.

Brasil ya puso en marcha, antes que Argentina, una legislaci¨®n que restringe la propiedad de la tierra en manos de extranjeros o de empresas brasile?as controladas por capital for¨¢neo. Dependiendo de la zona, solo pueden poseer entre 250 y 5.000 hect¨¢reas. En total, las tierras rurales propiedad de capital extranjero no pueden superar el 25% del tama?o de cada municipio.

"La ley no afectar¨¢ a los derechos adquiridos porque eso supondr¨ªa cambiar las reglas de juego. Argentina quiere ser un pa¨ªs normal y serio, que defiende, cuida y protege su patrimonio nacional", ha afirmado Cristina Fern¨¢ndez.

La presidenta ha aprovechado el anuncio de la nueva ley, realizado en una conexi¨®n m¨²ltiple de todas las cadenas de televisi¨®n y radio del pa¨ªs, para insistir en la "apuesta de su presidencia" por el crecimiento econ¨®mico y asegurar que los empresarios est¨¢n obteniendo en Argentina "grandes rentabilidades". "Nos alegramos de ello. Como tambi¨¦n de que la participaci¨®n salarial en el PIB haya subido hasta representar m¨¢s del 48%", ha dicho. Ha reconocido, sin embargo, que "todav¨ªa hay dos millones de argentinos que est¨¢n por debajo del nivel de la pobreza".

Cristina Fern¨¢ndez, que no ha anunciado todav¨ªa si se presentar¨¢ a la reelecci¨®n el pr¨®ximo mes de octubre, aunque parece ya totalmente inmersa en la campa?a electoral, ha criticado la huelga que han llevado a cabo durante casi un mes los "petroleros" de la provincia de Santa Cruz. El paro, provocado por luchas internas en el sindicato, finaliz¨® hoy, pero la presidenta, que tiene su residencia particular en esa provincia, se quej¨® del dinero que hab¨ªan perdido las empresas y trabajadores del sector y la propia Santa Cruz y pidi¨® m¨¢s responsabilidad a la hora de abordar los conflictos sociales.

La Confederaci¨®n General del Trabajo (CGT) el poderoso sindicato peronista que dirige Hugo Moyano, ha convocado precisamente una gran movilizaci¨®n para el viernes en la c¨¦ntrica plaza del Obelisco, en Buenos Aires, en la que previsiblemente apoyar¨¢ la candidatura de Cristina Fern¨¢ndez pero tambi¨¦n demostrar¨¢ su fuerza y su deseo de influir tanto en los futuros gobiernos peronistas como de aumentar su presencia en las inmediatas listas electorales.