Al Qaeda quiso atentar contra los ferrocariles de EE UU en el aniversario del 11-S
Bin Laden ejerci¨® el liderazgo en la red terrorista hasta el final, seg¨²n la documentaci¨®n encontrada en su refugio en Pakist¨¢n. -La CIA vigil¨® los movimientos del terrorista desde un piso franco en Abbottabad
Despu¨¦s de revisar los documentos y ordenadores almacenados en la mansi¨®n de Abbottabad (Pakist¨¢n) en la que se ocultaba Osama Bin Laden, los analistas de inteligencia estadounidenses han conclu¨ªdo que el creador de Al Qaeda continuaba desempe?ando un rol fundamental en la organizaci¨®n. ?l supervis¨® e inspir¨® muchos de los golpes m¨¢s sangrientos lanzados por los terroristas en los ¨²ltimos a?os
La hip¨®tesis de que el papel de Bin Laden se hab¨ªa visto reducido al de s¨ªmbolo viviente del terrorismo yihadista ha quedado desmentida por las ¨²ltimas revelaciones. Bin Laden segu¨ªa teniendo voz y voto en las decisiones presentes y futuras del grupo.
Los documentos incautados incluyen un cuaderno con notas manuscritas fechadas en febrero de 2010 en las que se planteaba la posibilidad de atentar contra la red ferroviaria estadounidense, haciendo descarrilar alg¨²n convoy a su paso por un puente. Los terroristas barajaban la Navidad o el d¨¦cimo aniversario de los atentados del 11-S para perpetrar el ataque. En cualquier caso, fuentes oficiales estadounidenses aseguran que no hay evidencias de que el hipot¨¦tico atentado estuviera en una avanzada fase de preparaci¨®n. "No tenemos informaci¨®n sobre ninguna amenaza terrorista inminente al sector ferroviario estadounidense, pero quer¨ªamos advertir a nuestros aliados sobre la presunta conspiraci¨®n. No est¨¢ claro si se han llevado a cabo nuevos planes desde febrero del a?o pasado", ha dicho el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Chandler.
Tres agentes de orden p¨²blico y seguridad nacional de Estados Unidos revelaron a Reuters que la amenaza citada en el bolet¨ªn de Seguridad Interior data de hace un a?o y matizan que no han surgido nuevos datos que apunten a la existencia de una amenaza espec¨ªfica contra trenes o cualquier otro objetivo en territorio de Estados Unidos.
Ya en 2008 las autoridades norteamericanas advirtieron de una posible amenaza terrorista contra los sistemas de transporte en la ciudad de Nueva York y alrededores, precisamente durante el fin de semana del D¨ªa de Acci¨®n de Gracias.
Espionaje en Abbottabad
The Washington Post, que cita fuentes oficiales, informa hoy de que la CIA cont¨® con un puesto de vigilancia seguro en Abbottabad, desde donde un peque?o grupo de esp¨ªas supervis¨® en los ¨²ltimos meses el complejo en el que se ocultaba el l¨ªder de Al Qaeda. The New York Times a?ade que el objetivo de estos agentes era hacer un estrecho seguimiento a todo aquel que entrara o saliera del complejo, as¨ª como fotografiar a los sospechosos con el objetivo de trazar un "patr¨®n de vida" de los ocupantes de la residencia y sus actividades diarias. Los esp¨ªas llevaban trabajando en el lugar desde agosto, mes en que se determin¨® la localizaci¨®n de Bin Laden. Buena parte del dispositivo de vigilancia permaneci¨® activo hasta que finalmente se perpetr¨® la misi¨®n contra el complejo, en la noche entre el domingo y el lunes. Los esp¨ªas no participaron en el asalto y desde entonces el edificio que utilizaron permanece cerrado.
Ninguno de los miembros de la misi¨®n pudo obtener una foto o grabaci¨®n de la voz de Bin Laden en los diez meses que permanecieron vigilantes. De hecho, agentes de inteligencia destacan la rigurosa disciplina seguida por el terrorista para evitar ser detectado. Los funcionarios consultados agregan que la operaci¨®n se llev¨® a cabo con el m¨¢ximo secretismo, por temor a que los objetivos les identificaran y huyeran de nuevo. Otra de las fuentes ha querido destacar que el mayor error cometido por Bin Laden fue instalarse en un inmueble de tres plantas, que era visto desde multitud de ¨¢ngulos.
Estados Unidos estuvo cerca de matar a Bin Laden en julio de 2007, pero las dudas surgidas a ¨²ltima hora sobre su presencia y el temor a provocar un elevado n¨²mero de bajas civiles frustraron la operaci¨®n. Se trataba de bombardear las monta?as afganas de Tora Bora, donde el exl¨ªder de Al Qaeda iba a reunirse con sus lugartenientes para planear una oleada de atentados suicidas contra intereses estadounidenses y europeos. El relato se incluye en el libro Contraataque: la historia no contada de la campa?a secreta contra Al Qaeda, que se publicar¨¢ en agosto, y al que ha tenido acceso The New York Times. Lo que all¨ª se cuenta se basa en las entrevistas realizadas a ex funcionarios de la administraci¨®n de George W. Bush, bajo condici¨®n de anonimato.
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