Pakist¨¢n y la OTAN intercambian disparos en la frontera con Afganist¨¢n

El Ej¨¦rcito paquistan¨ª denunci¨® ayer que dos helic¨®pteros de la OTAN violaron su espacio a¨¦reo en la frontera con Afganist¨¢n. El incidente, que se produce en un momento de especial tensi¨®n entre Islamabad y Washington, dej¨® dos soldados heridos y motiv¨® una "en¨¦rgica protesta" de los militares. A ra¨ªz de la operaci¨®n en la que EEUU mat¨® a Osama Bin Laden, el Parlamento paquistan¨ª ha pedido al Gobierno que no tolere otra incursi¨®n y que, de producirse, retire el permiso de tr¨¢nsito a los abastecimientos de la OTAN.

"Las tropas presentes en el puesto dispararon contra los helic¨®pteros y, como resultado del intercambio de disparos, dos de nuestros soldados resultaron heridos", asegura el comunicado difundido por el Ej¨¦rcito. Los militares tambi¨¦n han pedido una reuni¨®n conjunta con sus contrapartes de la OTAN para tratar el asunto.

Un portavoz militar occidental en Kabul citado por Reuters admiti¨® que dos helic¨®pteros de la OTAN hab¨ªan respondido tras ser atacados desde el lado paquistan¨ª. La fuente se neg¨® a comentar si los aparatos estaban dentro del espacio a¨¦reo afgano o hab¨ªan cruzado la frontera.

El incidente tuvo lugar en Wazirist¨¢n del Norte, una de las regiones tribales paquistan¨ªes colindantes con Afganist¨¢n en la que se sospecha que se hallan refugiados numerosos miembros de Al Qaeda bajo la protecci¨®n del clan Haqqani. Pakist¨¢n se ha mostrado renuente hasta ahora a intervenir contra ese grupo que opera contra las fuerzas de la OTAN desplegadas al otro lado de la demarcaci¨®n.

No es la primera vez que Islamabad se queja por un caso de este tipo. El pasado septiembre, los helic¨®pteros que cruzaron la frontera persiguiendo a unos talibanes mataron a dos soldados paquistan¨ªes e hirieron a otros cuatro. Pakist¨¢n cerr¨® durante algunos d¨ªas la ruta por la que se abastecen las tropas internacionales en Afganist¨¢n.

En esta ocasi¨®n la sensibilidad est¨¢ a flor de piel. Los militares paquistan¨ªes se han sentido humillados porque los estadounidenses no les hicieran part¨ªcipes de la Operaci¨®n Ger¨®nimo. Tal actitud ha extendido una sombra de sospecha sobre su sinceridad en encontrar al l¨ªder de Al Qaeda. Adem¨¢s les ha puesto en evidencia ante sus compatriotas que ahora se preguntan si est¨¢ justificado el enorme presupuesto que dedican a sus Fuerzas Armadas.

Durante las 48 horas siguientes a la incursi¨®n, los paquistan¨ªes suspendieron su colaboraci¨®n con el Ej¨¦rcito estadounidense en la frontera de Afganist¨¢n. El jefe del Estado Mayor, el general Ashfaq Kayani, tambi¨¦n decidi¨® la reducci¨®n del personal militar de EEUU en Pakist¨¢n al m¨ªnimo esencial. Aunque ninguna de las partes ha dado datos al respecto, la prensa local asegura que el n¨²mero de asesores militares norteamericanos ha pasado de 375 a 40 y que la mayor¨ªa de ellos ya ha salido del pa¨ªs.

Mientras, en lo que parece un esfuerzo para demostrar su fiabilidad como aliado, el Ej¨¦rcito paquistan¨ª anunci¨® ayer la detenci¨®n en Karachi de uno de los veinte miembros de la direcci¨®n de Al Qaeda. Se trata del yemen¨ª Muhammad Ali Qasim Yaqub, alias Abu Sohaib al Makki, quien seg¨²n el comunicado militar "ha estado trabajando directamente a las ¨®rdenes de los l¨ªderes de Al Qaeda en la frontera afgano-paquistan¨ª".