La periodista que denuncia a DSK implica a un l¨ªder socialista franc¨¦s
Fran?ois Hollande est¨¢ acusado de conocer los hechos desde 2003
Mientras el proceso judicial de Strauss-Kahn en Estados Unidos se desinfla, el proceso franc¨¦s se le complica, o al menos complica su imagen de pol¨ªtico a punto de rehabilitarse: Tristane Banon, la escritora de 32 a?os que ha denunciadohoy al pol¨ªtico franc¨¦s por un intento de violaci¨®n en 2003 ha explicado tambi¨¦n en una larga entrevista al semanario L'Express por qu¨¦ acude a los tribunales ahora, qu¨¦ pas¨® hace ocho a?os y qu¨¦ clase de persona, a su juicio, es DSK. Tambi¨¦n afirma que el exprimer secretario del Partido Socialista franc¨¦s de entonces, Fran?ois Hollande, actual candidato a las primarias socialistas, estaba al tanto: "Me llam¨® una vez, despu¨¦s de los hechos. Muy inquieto, me dijo que hab¨ªa hablado con mi madre". Hollande lo ha negado varias veces. Hoy ha vuelto a hacerlo al asegurar que desconoc¨ªa el caso "en detalle". Y ha a?adido: "Hay que poner fin a todo esto. Hay un lugar para denunciar, y hay un tiempo, que es cuanto antes mejor". "Para m¨ª, Hollande era alguien de bien", replica Banon. "Y o¨ªrle negar esa conversaci¨®n ha pesado a la hora de decidirme a denunciar".
Banon intenta explicar por qu¨¦ no denunci¨® los hechos antes: "Para cualquier mujer, es algo duro porque est¨¢s obligada a contar minuto por minuto lo que quieres olvidar. (...)Adem¨¢s, ?qui¨¦n iba a creer a una becaria de la que todo el mundo iba sospechar que buscaba publicidad? ?Qu¨¦ val¨ªa mi palabra contra la de Strauss-Kahn, el esposo de Anne Sinclar, aunque no fuera a¨²n director del FMI?"
?Y por qu¨¦ lo hace precisamente ahora? "Estoy harta de que se diga que soy una mentirosa porque no denuncio (...) Para m¨ª, todo esto se ha convertido en algo insoportable. Desde el 14 de mayo [fecha de la detenci¨®n de DSK] todo el mundo interpreta mi silencio...Y adem¨¢s, ver a Strauss-Kahn libre, cenando en un restaurante de lujo me pone enferma. S¨¦ que una mitad de la gente me va a creer y que la otra no..."
La escritora tom¨® la decisi¨®n de denunciarle a mediados de mayo, antes de la audiencia judicial en que DSK qued¨® en libertad bajo fianza. Los periodistas de L'Express aseguran que la entrevista se celebr¨® dos d¨ªas antes de dicha audiencia y que, posteriormente, a la vista de los hechos, decidieron volver a verse con Banon para completarla y saber si se reafirmaba en su idea.
Con todo, hay puntos algo oscuros en el relato de la escritora. En 2007, por ejemplo, en un tono entre bromista y jocoso, aludi¨® p¨²blicamente por primera vez al supuesto intento de violaci¨®n, en un programa de televisi¨®n, en el que describi¨® a Strauss-Kahn como "un chimpanc¨¦ en celo". "Ese d¨ªa yo me sent¨ª un poco atrapada en una trampa", explica ahora Banon, que asegura haber tenido una infancia "no muy bonita", con una cuidadora que le pegaba, una madre que se desentend¨ªa de ella y un padre al que no conoci¨® jam¨¢s y del que no sabe si vive a¨²n.
Despu¨¦s, cuenta c¨®mo fue la agresi¨®n el d¨ªa 11 de febrero de 2003, cuando se cit¨® con Strauss-Kahn en un apartamento de Par¨ªs a fin de hacerle una entrevista para un libro: "Era un apartamento casi vac¨ªo, con una m¨¢quina de caf¨¦, una biblioteca sin libros, un sof¨¢... (...) Saqu¨¦ la grabadora y ¨¦l me pidi¨® que fu¨¦ramos al sof¨¢ y que le diera la mano, (...) Luego me atrajo hacia ¨¦l, ca¨ªmos al suelo, pele¨¢ndonos. (...) En un p¨¢rrafo de una novela m¨ªa, Trap¨¦ziste, describ¨ª la escena pero no hablo de los detalles s¨®rdidos: sus dedos en mi boca, sus manos en mis bragas despu¨¦s de haberme desabrochado el pantal¨®n...".
Los abogados de DSK han tachado la historia de "fantasiosa" y han anunciado una denuncia por difamaci¨®n contra Banon. El mismo DSK, en una reciente biograf¨ªa, Le roman vrai de Dominique Strauss-Kahn (La verdadera novela de Dominique Strauss-Kahn), publicada antes de su detenci¨®n en Nueva York, alude a la escena: "Todo es completamente falso. ?Usted me imagina a m¨ª tirando al suelo a una chica joven, de forma violenta, tal y como ella cuenta?".
Mientras, el retorno a la pol¨ªtica (o no) de Strauss-Kahn y el an¨¢lisis con lupa de sus procesos judiciales en Nueva York y en Par¨ªs est¨¢ condicionando y desvirtuando las primarias socialistas, cuyo plazo para presentar candidaturas comenz¨® el martes 28. Los principales candidatos (Fran?ois Hollande, Martine Aubry y S¨¦gol¨¨ne Royal) aparecen en la televisi¨®n s¨®lo si hablan de DSK (o, en el caso de Hollande, cuando desmiente a Tristane Banon) y no para presentar programas o proyectos.
Un ejemplo: el peri¨®dico Le Monde ha asegurado hoy que Martine Aubry hab¨ªa comentado a algunos de sus colaboradores que hab¨ªa hablado con Strauss-Kahn por tel¨¦fono y que ¨¦ste le hab¨ªa asegurado que no ten¨ªa pensado presentarse a las primarias socialistas. El diputado socialista Jean-Marie Le Guen, pr¨®ximo a DSK, negaba el comentario. Pero la noticia da idea de hasta qu¨¦ punto el futuro judicial y pol¨ªtico del exdirector general del FMI y su sombra pesa sobre unas primarias encaminadas en teor¨ªa a encontrar en oto?o un l¨ªder para el partido socialista que se enfrente a a Sarkozy en 2012 y que, en la actualidad, giran en el vac¨ªo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.