Cameron evita pedir disculpas
El primer ministro brit¨¢nico se distancia de su antiguo jefe de Comunicaci¨®n y de la opa de Murdoch para comprar el 100% de BSkyB ante el Parlamento
Aunque Gran Breta?a lleva dos semanas sumida en un proceso de catarsis nacional que cuestiona el comportamiento de su clase pol¨ªtica, los m¨¦todos de sus medios de comunicaci¨®n y la honestidad y eficacia de su polic¨ªa, la C¨¢mara de los Comunes ha vuelto a los viejos h¨¢bitos de la lucha entre partidos en el debate de emergencia convocado para discutir esa crisis y que ha obligado a retrasar 24 horas el inicio del receso parlamentario veraniego.
Durante estas dos semanas ha cerrado el peri¨®dico de mayor tirada del pa¨ªs, han dimitido los dos m¨¢ximos responsables de la Polic¨ªa Metropolitana, el magnate de la comunicaci¨®n m¨¢s influyente del mundo se ha visto obligado a bajar la cabeza ante un pu?ado de representantes del pueblo. Por si faltaba alg¨²n aliciente para darle profundidad al debate parlamentario, la comisi¨®n de Interior de los Comunes hizo p¨²blico de madrugada, con la ilusi¨®n de llegar a tiempo a ese debate, un demoledor informe en el que acusa a Scotland Yard de no querer investigar a News International, editora del News of The World, reclama una investigaci¨®n inmediata y a fondo de los sobornos a polic¨ªas a cambio de informaci¨®n y denuncia la "interacci¨®n social" entre investigadores e investigados en un caso que ha conmocionado al mundo.
Y, sin embargo, nada de eso ha parecido importar en los Comunes. M¨¢s metidos que nunca en su burbuja de Westminster, conservadores y laboristas se han intentado meter el dedo en el ojo unos a otros con fines puramente partidarios. Dos asuntos de principios que tienen importancia, pero parecen m¨¢s bien secundarios en las actuales circunstancias, casi monopolizan el debate. Uno, el arrepentimiento o no del primer ministro David Cameron, por haber contratado como director de Comunicaci¨®n a Andy Coulson, que hab¨ªa dimitido como director del News of The World. Dos, probablemente con m¨¢s fondo aunque no est¨¢ claro si es un tiro a ciegas o se apoya en algo, hasta qu¨¦ punto Cameron discuti¨® con los ejecutivos de News International su proyecto de adquirir la totalidad de BSkyB, la plataforma de televisi¨®n por sat¨¦lite de la que controla el 39%. Una operaci¨®n a la que, de momento, ha renunciado.
Pese a que los brit¨¢nicos est¨¢n ya acostumbrados a que su primer ministro d¨¦ marcha atr¨¢s, Cameron parece haber decidido que en el caso de Coulson lo va a hacer a c¨¢mara lenta. Cada d¨ªa se distancia un poco m¨¢s de ¨¦l, pero se resiste a bajar la cabeza y pedir el perd¨®n que le exige el l¨ªder de la oposici¨®n, Ed Miliband, por el "catastr¨®fico error de juicio" que en su opini¨®n fue contratar a Coulson. "Con la perspectiva del tiempo, ahora no le contratar¨ªa",ha reconocidoel primer ministro. Peroha insistidoen que Coulson siempre ha negado cualquier relaci¨®n personal con las escuchas ehizo hincapi¨¦en que s¨®lo se disculpar¨¢ si su antiguo director de Comunicaciones en el Partido Conservador y en Downing Street es procesado y condenado.
La cuesti¨®n de BSkyB puede ser potencialmente m¨¢s delicada, aunque Murdoch ha renunciado de momento a la operaci¨®n. Cuando un diputado laborista le ha preguntado si hab¨ªa tratado el tema de BSkyB con los ejecutivos de Murdoch, Cameron ha respondido: "Nunca he tenido una conversaci¨®n inapropiada" con la compa?¨ªa. Una respuesta deliberadamente ambigua que ha provocado una catarata de nuevas preguntas de la oposici¨®n sobre el mismo tema queha llegado a sacarle de quicio. Otro diputado le ha preguntado si hab¨ªa sido "apropiada" alguna de sus 26 conversaciones con altos cargos de News International desde que es primer ministro. "Todas mis conversaciones son apropiadas", ha respondido.
El primer ministro, que ha vivido toda la crisis a la defensiva y ha visto como Ed Miliband le robaba un d¨ªa tras otro los titulares, ha insistido en que no ha jugado ning¨²n papel en las decisiones del Gobierno sobre BSkyB. Y ha acusado a los laboristas de poner en marcha "una letan¨ªa de teor¨ªas conspirativas m¨¢s bien pat¨¦ticas para ganar puntos pol¨ªticamente".
Mientras los diputados se tiraban los trastos a la cabeza en los Comunes, Rupert Murdoch abandonaba Reino Unido en un jet privado tras 10 tensos d¨ªas en suelo brit¨¢nico que han dejado su reputaci¨®n de bucanero en entredicho. En su comparecencia de la v¨ªspera ante la comisi¨®n de Cultura, Rupert y James Murdoch cubrieron con creces el doble objetivo de evitar que aparecieran nuevos focos de crisis en la compa?¨ªa y transmitir una imagen de arrepentimiento y de sincera preocupaci¨®n por las consecuencias de lo que ha ocurrido en torno al News of The World.
Adem¨¢s, el pr¨ªncipe Alwaleed bin Talal, multimillonario saud¨ª segundo accionista de News Corporation, dijo ayer que cree que la empresa va a salir de la crisis actual y que no tiene planes de vender sus acciones. "La familia Murdoch, Rupert y James, se han comprometido a llegar al fondo del asunto y a cooperar con la polic¨ªa. Yo creo que el problema es con News of the World y no vamos a vender nada", asegur¨® el multimillonario, que posee el 7% de la compa?¨ªa.
Pero han dejado tambi¨¦n la imagen de una empresa descontrolada, en la que, quiz¨¢s por su enorme tama?o, ocurren cosas raras. Ayer mismo, News International anunci¨® que dejar¨¢ de pagar a los abogados que defienden a Glenn Mulcare, el investigador privado que interceptaba tel¨¦fonos para el News of The World. Como tantas veces antes durante esta crisis, el emporio de Murdoch parece actuar por reacci¨®n, sin conseguir llevar la iniciativa.
Los comentaristas no se pusieron de acuerdo ayer sobre los efectos que tendr¨¢ en el futuro de News Corporation la imagen destilada por Rupert Murdoch ante los diputados. Envejecido, con problemas para entender algunas de las preguntas y m¨¢s problemas a¨²n para responderlas, algunos creen que su fragilidad f¨ªsica aumentar¨¢ las presiones para que deje el cargo de consejero delegado y se conforme con ser solo presidente ejecutivo. Otros creen que su fragilidad inicial se fue borrando a medida que avanzaba la comparecencia y que acab¨® demostrando que sigue conservando la autoridad necesaria para liderar la compa?¨ªa que ¨¦l mismo cre¨® hace casi 60 a?os.
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