Nuevo giro en el 'caso DSK'
El relato de la empleada de hotel presuntamente agredida por Dominique Strauss-Kahn coincide con pruebas determinantes en poder de la polic¨ªa
Dos entrevistas concedidas en los ¨²ltimos d¨ªas a los medios norteamericanos por Nafissatou Diallo, la empleada del hotel Sofitel de Nueva York que acusa al exdirector del FMI Dominique Strauss-Kahn de agresi¨®n sexual, complican lo que hasta la semana pasada parec¨ªa una desestimaci¨®n segura de los cargos contra el pol¨ªtico franc¨¦s en su pr¨®xima comparecencia ante la justicia, el 1 de agosto. Despu¨¦s de que, en semanas pasadas, los fiscales expresaran dudas sobre la consistencia de las versiones que cont¨® la limpiadora respecto a los hechos posteriores a la supuesta violaci¨®n, su relato pormenorizado de los hechos coincide ahora con pruebas determinantes de la polic¨ªa. No puede descartarse un nuevo giro en los tribunales perjudicial para el acusado, quien el 1 de julio fue liberado de su arresto domiciliario.
Diallo hacomparecido en televisi¨®n por primera vez para contar su versi¨®n de los hechos ocurridos el 14 de mayo en la suite presidencial 2806. Entre l¨¢grimas, ha pedido a los fiscales que mantengan abierto el caso y ha defendido que no minti¨® sobre los hechos.
El domingo se public¨® otro recuento detallado en el semanario Newsweek. "Por su culpa me llaman prostituta. Quiero que vaya a la c¨¢rcel", dijo Diallo, de 32 a?os. Los abogados de Strauss-Kahn tardaron poco en responder. Seg¨²n dijeron los letrados William Taylor y Benjamin Bratman en un comunicado, "la se?ora Diallo es una demandante que ha emprendido una campa?a medi¨¢tica para convencer a un fiscal de que presente cargos contra una persona de la que quiere dinero".
Desde la demanda inicial, diversas contradicciones han suscitado las dudas de los fiscales sobre Diallo. Por un lado, que contara dos versiones diferentes sobre los momentos posteriores a la supuesta agresi¨®n: inicialmente dijo que se qued¨® en el pasillo y luego rectific¨®, aclarando que, para recuperar la compostura, trat¨® de limpiar varias habitaciones. Tambi¨¦n result¨® sospechoso que, cuando pidi¨® asilo, hubiera mentido a las autoridades estadounidenses sobre su pasado en Guinea, donde fue, dice, violada por dos soldados.
Lo que m¨¢s inquiet¨® a los fiscales es la traducci¨®n de una conversaci¨®n con su amigo Amara Tarawalli, de Sierra Leona, que est¨¢ cumpliendo condena en una prisi¨®n en Arizona. El intercambio se produjo en la lengua fulani, del oeste de ?frica, y en ella Diallo dijo algo similar a: "No te preocupes, s¨¦ lo que hago, este tipo tiene mucho dinero". Seg¨²n revel¨® el domingo Newsweek, la cita es en realidad una par¨¢frasis de un resumen de una traducci¨®n de la grabaci¨®n de la conversaci¨®n.
La sucesi¨®n de hechos que Diallo ha narrado a los medios es congruente con las investigaciones policiales sobre los restos de ADN de Strauss-Kahn en la moqueta y con los tiempos de entrada y salida registrados en la habitaci¨®n 2806, a lo largo de un encuentro que dur¨® no m¨¢s de nueve minutos.
Pasado el mediod¨ªa, Diallo, de 32 a?os, entr¨® en la suite presidencial 2806 para limpiarla. Cuando se encontraba en el sal¨®n, mirando a la cama, el "hombre del pelo blanco", como le llama en ambas entrevistas, se dirigi¨® a ella desnudo. Diallo alega que no sab¨ªa qui¨¦n era Strauss-Kahn. Luego, sostiene, le agarr¨® los pechos y la intent¨® empujar sobre la cama. Seg¨²n relata Newsweek, el pol¨ªtico le trat¨® de introducir su pene en la boca. Ella logr¨® zafarse y escap¨® al ba?o. All¨ª Strauss-Kahn volvi¨® a abalanzarse sobre ella. Le levant¨® la bata hasta la cintura, le baj¨® las medias y comenz¨® a agarrarle con fuerza la entrepierna. Cuatro horas m¨¢s tarde, los forenses de Nueva York determinaron que la entrepierna de Diallo a¨²n estaba enrojecida.
Strauss-Kahn logr¨® consumar la penetraci¨®n bucal, seg¨²n Diallo. En el ba?o, la puso de rodillas, le agarr¨® la cabeza con ambas manos y logr¨® introducirle el pene en la boca. "Me agarr¨® la cabeza con mucha fuerza", dice. Seg¨²n indica Newsweek, el pol¨ªtico franc¨¦s eyacul¨® en la boca de la empleada y esta, asqueada, escupi¨® en la alfombra. Los forenses recuperaron en la moqueta pruebas de ADN del pol¨ªtico.
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