China se inclina hacia los rebeldes y pide que la ONU lidere la reconstrucci¨®n

El desmoronamiento del r¨¦gimen de Muamar el Gadafi ha dejado a China en una posici¨®n inc¨®moda. Los dirigentes de Pek¨ªn, que manten¨ªan estrechos lazos econ¨®micos con el l¨ªder libio, se abstuvieron en la resoluci¨®n de la ONU que autoriz¨® el uso de la fuerza militar para proteger a los civiles, criticaron la campa?a a¨¦rea en apoyo de los rebeldes y rechazaron condenar a Gadafi.

Son posiciones que no han olvidado en el Consejo Nacional de Transici¨®n (CNT), el Gobierno de los insurgentes ya con un amplio reconocimiento internacional. Pero los l¨ªderes chinos son pragm¨¢ticos y r¨¢pidos de cintura, y desde hace meses han intentado jugar con dos barajas. Inicialmente siguieron su tradicional pol¨ªtica de no injerencia en los asuntos internos de otros pa¨ªses y evitaron adoptar una actitud clara de respaldo a ninguna de las partes, pero luego, quiz¨¢s previendo que la suerte de Gadafi estaba echada, cambiaron de pie y comenzaron a cortejar a las fuerzas rebeldes. Los intereses chinos en Libia son muchos.

El pasado junio, Pek¨ªn recibi¨® al ministro de Exteriores de Gadafi, Abdelati Obeidi, con el objetivo declarado de impulsar un alto el fuego y un fin negociado al conflicto. Ese mismo mes, el ministro de Exteriores, Yang Jiechi, recibi¨® al l¨ªder de los rebeldes Mahmud Jibril y reconoci¨® al movimiento opositor como un "importante socio de di¨¢logo". Al menos en dos ocasiones anteriormente, diplom¨¢ticos chinos se hab¨ªan reunido con miembros del CNT.

Pek¨ªn ha reproducido hoy los gui?os de apoyo a los sublevados. China "respeta la elecci¨®n del pueblo libio y conf¨ªa en que se produzca una transici¨®n de poder estable", ha asegurado Ma Zhaoxu, portavoz de Exteriores, en un comunicado. "Siempre hemos dado relevancia al importante papel del Consejo Nacional de Transici¨®n en la resoluci¨®n de los problemas de Libia (...) Esperamos que el futuro nuevo Gobierno adopte medidas efectivas, una a las diferentes facciones y restablezca el orden social tan pronto como sea posible".

China no ha reconocido a¨²n a las fuerzas rebeldes como nuevos l¨ªderes del pa¨ªs, pero las declaraciones de Ma y otros altos responsables de Exteriores muestran que Pek¨ªn parece haber abandonado a Gadafi y se ha vuelto hacia sus sucesores.

Yang Jiechi dijo ayer, martes, por tel¨¦fono al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, que el organismo internacional deber¨ªa dirigir los esfuerzos de reconstrucci¨®n de Libia tras finalizar el conflicto y trabajar en colaboraci¨®n con la Liga ?rabe y la Uni¨®n Africana, seg¨²n ha se?alado el Ministerio de Exteriores. Esto dar¨ªa voz a Pek¨ªn en las decisiones, a pesar de que han sido las potencias occidentales quienes han liderado el apoyo a los rebeldes para acabar con el r¨¦gimen de Gadafi.

Shen Danyang, portavoz del Ministerio de Comercio, ha afirmado que China est¨¢ dispuesta a participar en los trabajos de reconstrucci¨®n. Pero el pa¨ªs asi¨¢tico podr¨ªa tenerlo m¨¢s dif¨ªcil que con Gadafi. Pek¨ªn urgi¨® el martes a Libia a que proteja las inversiones chinas y asegur¨® que el comercio petrolero beneficia a ambas partes, despu¨¦s de que un l¨ªder rebelde advirtiera que las petroleras asi¨¢ticas podr¨ªan perder negocio porque China no ha ofrecido suficiente apoyo a los insurgentes.

Pek¨ªn tiene importantes intereses econ¨®micos en el pa¨ªs norteafricano, especialmente en los sectores petrolero, de las telecomunicaciones y la construcci¨®n de infraestructuras como ferrocarriles. Las empresas chinas gestionaban contratos valorados en unos 20.000 millones de d¨®lares (13.800 millones de euros), pero, cuando estallaron los enfrentamientos armados en febrero, Pek¨ªn tuvo que evacuar a sus casi 36.000 ciudadanos y muchos de los proyectos se quedaron a medias. Se estima que las empresas del pa¨ªs asi¨¢tico han sufrido grandes p¨¦rdidas en equipos y materiales. Libia suministr¨® el 3% del petr¨®leo que import¨® China el a?o pasado.