Los rebeldes entran en el basti¨®n de Gadafi en Tr¨ªpoli
Los sublevados registran la fortaleza de Bab el Azizia, pero no hallan rastros del dictador ni de miembros de la familia
El lugar que simbolizaba el poder de Muamar el Gadafi, el sitio que los rebeldes libios juraron conquistar desde que el pasado 15 de febrero comenzara la rebeli¨®n contra el dictador, cay¨® ayer. Sin resistencia, los sublevados lograron entrar en Bab el Azizia, el fort¨ªn del tirano. No se le encontr¨®, pero la algarab¨ªa se apoder¨® de Tr¨ªpoli. Mucha gente acudi¨® al palacio y los disparos de celebraci¨®n se oyeron tambi¨¦n en Zauiya, a 50 kil¨®metros de la capital.
Nadie respirar¨¢ tranquilo en Libia hasta que Gadafi sea detenido. A pesar de que el conflicto est¨¢ lejos de terminar, los insurgentes controlan casi todo Tr¨ªpoli. J¨®venes, mujeres y hombres se atrevieron a salir a las calles para abrazar la bandera de la Libia mon¨¢rquica. Daban por hecho que Gadafi y sus 42 a?os de dictadura eran historia.
Un miliciano se llev¨® del cuartel general un fusil ba?ado en oro
El l¨ªder libio declara a una radio local que su retirada del fort¨ªn fue "t¨¢ctica"
La ma?ana, la del tercer d¨ªa de la batalla de Tr¨ªpoli, comenz¨® con fuertes combates alrededor de la fortaleza bombardeada en 1986 por la aviaci¨®n de Estados Unidos y del Rixos, donde estaban enclaustrados los periodistas invitados por el r¨¦gimen. Incluso los leales a Gadafi dispararon, seg¨²n portavoces de sus enemigos, con morteros y proyectiles de grueso calibre contra la Plaza Verde, escenario de alguno de los ¨²ltimos discursos del aut¨®crata. Tambi¨¦n los francotiradores hac¨ªan de las suyas.
Los acontecimientos trepidantes que se sucedieron durante toda la jornada apoyan la tesis de que el s¨¢trapa libio no volver¨¢ a mandar en su pa¨ªs, por mucho que a un dictador tan brutal como imprevisible todav¨ªa pueda quedarle alguna carta en la manga. De hecho, a media tarde, minutos antes de que se apoderaran del cuartel general tripolitano, camionetas con milicianos a bordo segu¨ªan marchando hacia la capital y no todos los focos de combate se hab¨ªan apagado.
Era imprescindible para los sublevados adue?arse de Bab el Azizia. Porque el impacto psicol¨®gico tiene que ser tremendo entre quienes todav¨ªa respaldan a Gadafi, pero tampoco conviene a los rebeldes libios dar todo por concluido. Con Gadafi nunca se sabe, y los impulsivos insurrectos han dado sobrados ejemplos de cantar victoria con facilidad asombrosa. Sin ir m¨¢s lejos, con la anunciada detenci¨®n de Saif al Islam, supuestamente arrestado el domingo, que apareci¨® al d¨ªa siguiente repartiendo abrazos a sus fieles en Tr¨ªpoli.
Fue un fiasco para el Consejo Nacional de Transici¨®n, el Gobierno de los insurgentes reconocido ya por casi todo el mundo. En las ¨²ltimas horas del lunes la OTAN anunci¨® que hab¨ªa interceptado misiles Scud disparados desde Sirte, patria chica de Gadafi y de su tribu, algunos de cuyos l¨ªderes habr¨ªan contactado con el Consejo para negociar su rendici¨®n, seg¨²n fuentes insurgentes. Qui¨¦n sabe si -comprobado que al menos su hijo Saif al Islam est¨¢ libre- decidir¨¢ morir matando. La frase "es capaz de cualquier cosa" se escucha de boca de los libios desde el primer d¨ªa del alzamiento, hace ya seis meses.
Las televisiones mostraban a cientos de combatientes rebeldes a pie y en camionetas que se movilizaron hacia la fortaleza del dictador y buscaron a Gadafi y los miembros de su familia en cada rinc¨®n. Pero no hubo suerte, no estaban all¨ª. S¨ª hab¨ªa muchas cosas que saquear, sobre todo armas de gran calibre y hasta un fusil ba?ado en oro que fue exhibido por un afortunado combatiente en televisi¨®n.
En la que sin duda era una de las im¨¢genes que definieron la jornada, la cadena Al Yazira mostr¨® a rebeldes peleando por derribar una de las esculturas favoritas del coronel Gadafi: un pu?o gigante aplastando un avi¨®n de combate estadounidense. El coronel Gadafi la hizo instalar en la fachada de uno de los edificios del complejo que fue bombardeado en 1986 por orden del expresidente Ronald Reagan, en un momento en que Libia era considerada como un Estado terrorista. El edificio derrumbado se convirti¨® en tel¨®n de fondo de Gadafi para los discursos m¨¢s importantes, incluyendo sus desaf¨ªos a los rebeldes en el inicio de la sublevaci¨®n.
No estaba claro en la noche de ayer si los rebeldes ten¨ªan el control total del gigantesco complejo residencial-militar. Al Yazira inform¨® de disparos de francotiradores en el interior, y hubo informes de que uno de los empleados de la cadena hab¨ªa recibido un disparo. CNN mostr¨® im¨¢genes de los luchadores que sal¨ªan de un edificio con lo que, seg¨²n relat¨® el periodista, eran los archivos m¨¦dicos de la familia Gadafi.
Un portavoz del Consejo Nacional de Transici¨®n, el Gobierno rebelde con sede en Bengasi, donde comenz¨® el levantamiento, dijo que los rebeldes asum¨ªan que Gadafi se encontraba todav¨ªa en Libia, aunque no ten¨ªan idea de donde pod¨ªa estar. "Creemos que est¨¢ en Tr¨ªpoli o cerca de Tr¨ªpoli", dijo el portavoz, Guma el Gamaty, a la BBC de Londres. "Tarde o temprano, lo vamos a encontrar, y espero que sea detenido vivo, as¨ª es como nos gustar¨ªa capturarlo. Porque si se resiste, morir¨¢".
"Todav¨ªa hay algunos focos de resistencia", dijo el ministro franc¨¦s de Relaciones Exteriores, Alain Jupp¨¦, en una entrevista de radio en Par¨ªs, pero, afirm¨®, "la ca¨ªda de Gadafi est¨¢ cerca". Junto con Estados Unidos y Reino Unido, Francia jug¨® un papel central en las campa?as diplom¨¢ticas y militares para derrocar al coronel Gadafi y Jupp¨¦ declar¨® que esos esfuerzos todav¨ªa necesitan tiempo "para llegar al final de esta operaci¨®n".
En el frente oriental, los insurrectos marchaban ayer hacia el oeste y se aproximaban a Ras Lanuf, vital instalaci¨®n petrol¨ªfera conquistada, perdida y vuelta a conquistar en m¨¢s de una ocasi¨®n, conforme al patr¨®n que ha seguido esta guerra en varios de sus frentes b¨¦licos. Porque la alegr¨ªa desbordante se ha vivido en las orientales Ajdabiya y Brega m¨¢s de una vez, para sumirse despu¨¦s en la depresi¨®n, como sucedi¨® 48 horas atr¨¢s en Tr¨ªpoli. Pero, pese a los evidentes reveses sufridos, los avances de los sublevados se iban consolidando paulatinamente. Ahora, la marcha atr¨¢s es m¨¢s dif¨ªcil que nunca. ?Qui¨¦n va a luchar por un l¨ªder que ha desaparecido del mapa? Sin embargo, el l¨ªder libio asegur¨® anoche a una radio local que su retirada de Bab el Azizia es un "movimiento t¨¢ctico", prometi¨® "morir o vencer" en la lucha contra la "agresi¨®n" y afirm¨® que su fort¨ªn tripolitano fue alcanzado por 64 ataques a¨¦reos de la OTAN.
Nadie piensa -ni la Alianza ni los l¨ªderes franc¨¦s, brit¨¢nico y estadounidense, y as¨ª lo han afirmado-, que la suerte no est¨¢ echada ya para Gadafi y su camarilla. Pero mientras se desconozca el paradero del dictador, por acorralado que est¨¦, el conflicto no ha terminado. Una guerra que ha dejado a la vista una evidente destrucci¨®n en numerosas ciudades, como se pod¨ªa observar ayer en los pueblos y localidades dispersos entre la frontera tunecina y Tr¨ªpoli.
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