El regreso de Strauss-Kahn a Francia perturba la campa?a socialista para las primarias
El exdirector del FMI deja el apartamento que ten¨ªa alquilado en Nueva York y llega a Par¨ªs casi cuatro meses despu¨¦s del inicio del esc¨¢ndalo por supuestos abusos sexuales
Desde este domingo, Dominique Strauss-Kahn, exdirector del Fondo Monetario Internacional (FMI), descansa en su lujoso apartamento de la no menos esplendorosa Place de Vosges, en pleno coraz¨®n de Par¨ªs. Hacia all¨ª se dirig¨ªa tambi¨¦n, hace casi cuatro meses, cuando el 14 de mayo la polic¨ªa neoyorquina le deten¨ªa en el avi¨®n acusado de violar a una camarera de un hotel. Libre desde el 23 de agosto, DSK -que hasta su detenci¨®n era la persona con m¨¢s posibilidades de convertirse en presidente de la Rep¨²blica francesa en 2012- encara ahora su m¨¢s que dif¨ªcil rehabilitaci¨®n personal y profesional en su pa¨ªs.
Acompa?ado de su mujer, la periodista multimillonaria Anne Sinclair, DSK lleg¨® a Par¨ªs a las siete de la ma?ana. Les esperaba una nube de periodistas, s¨ªntoma de la expectaci¨®n que despierta en Francia el regreso de este miembro destacado del Partido Socialista franc¨¦s (PS), formaci¨®n inmersa, por cierto, en un incierto proceso de primarias que se decidir¨¢ en octubre y del que saldr¨¢ el rival de Sarkozy para 2012.
En un coche escoltado por periodistas en moto lleg¨® poco despu¨¦s a su piso de la Place de Vosges, donde la pareja se recluy¨®. El jefe de prensa del pol¨ªtico advirti¨® a las decenas de informadores que Strauss-Kahn no hablar¨ªa en las pr¨®ximas horas. Pero lo har¨¢ pronto. Seguramente esta semana en un telediario de m¨¢xima audiencia.
En esa entrevista responder¨¢ sobre si a¨²n cree que puede volver a la vida pol¨ªtica o no. En Francia, a corto plazo, todo el mundo lo da por carbonizado. Un reciente sondeo revelaba que los franceses prefer¨ªan que DSK no retomara un papel pol¨ªtico en la vida p¨²blica. Pero hay amigos, como el diputado Jean-Marie Le Guen, que aunque reconoce que DSK no se inmiscuir¨¢ en las primarias, tambi¨¦n cree que la sociedad francesa "no puede pasarse sin sus competencias en materia de econom¨ªa internacional". En Francia las carreras pol¨ªticas son muy largas y sinuosas y es mejor no dar a nadie por amortizado de forma completa.
Pero, por lo pronto, la vuelta de DSK a Francia y el consiguiente revuelo medi¨¢tico que levanta perturba el particular combate que libran los principales dirigentes socialistas (Martine Aubry, Fran?ois Hollande y S¨¦gol¨¨ne Royal, entre otros candidatos), en plena campa?a para hacerse con el liderazgo del PS. Si nada hubiera pasado, DSK habr¨ªa sido el candidato favorito a derrotar a Sarkozy. Ahora, constituye una suerte de engorro del que todos se apartan como si diera calambre. Hace unos d¨ªas, Aubry, que hasta ese momento le hab¨ªa apoyado, se desmarc¨® de ¨¦l en una entrevista al asegurar que comparte "la opini¨®n de muchas mujeres sobre el comportamiento de Strauss-Kahn". Otro candidato a las primarias, Arnaud Monteburg, ha sido mucho m¨¢s expl¨ªcito: "Que pida excusas y se calle".
Su porvenir pol¨ªtico es, por ahora, muy oscuro. Tampoco est¨¢ muy claro su porvenir judicial. DSK debe encarar, en Francia, una acusaci¨®n de intento de violaci¨®n interpuesta en julio por la periodista y escritora Tristane Banon, que le acusa de haber abusado de ella en un apartamento parisiense en 2003. La madre de Banon, una exdirigente socialista local, Anne Mansouret, se ha apresurado a manifestar en una cadena de televisi¨®n que se alegra del regreso de DSK porque as¨ª podr¨¢ declarar ante el juez.
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