El embajador israel¨ª abandona Egipto tras un ataque multitudinario a la legaci¨®n en El Cairo
Una multitud derriba parcialmente el muro de hormig¨®n de 2,5 metros de altura que protege la embajada y entra en el edificio que la alberga.- La tensi¨®n entre ambos pa¨ªses no deja de crecer.- El ataque causa cerca de 1.000 heridos
El embajador israel¨ª en Egipto, Yitzhak Levanon, ha abandonado el pa¨ªs junto con su familia y parte del personal de la misi¨®n diplom¨¢tica despu¨¦s de que anoche cientos de egipcios asaltaran la embajada israel¨ª en El Cairo, la atacaran, derribaran el muro que la protege y entraran en el edificio que la alberga. Tras una manifestaci¨®n en protesta por la lentitud de los cambios democr¨¢ticos de la Junta que se hizo cargo del pa¨ªs despu¨¦s del derrocamiento en febrero de la dictadura de Hosni Mubarak, cientos de manifestantes se dirigieron hacia la legaci¨®n israel¨ª, derribaron el muro que la rodea, pese a la presencia policial, y entraron en el edificio. Los choques posteriores con la polic¨ªa y el ej¨¦rcito han dejado tres muertos, uno por un ataque al coraz¨®n, casi un millar de heridos y al menos 28 detenidos.
Ante los incidentes, un gabinete de crisis egipcio se ha reunido y fruto de ello el ministro del Interior del pa¨ªs ha declarado el estado de alerta y ha cancelado las vacaciones de la polic¨ªa en todo el pa¨ªs. La crisis diplom¨¢tica entre Israel y Egipto ha empujado al presidente de EE UU, Barack Obama, a expresar su "preocupaci¨®n" y a pedir al Gobierno de Egipto que garantice la seguridad de la Embajada israel¨ª. El primer ministro israel¨ª, Benjam¨ªn Netanyahu, ha calificado el asalto como "incidente serio que podr¨ªa haber sido peor si los agitadores hubieran logrado atravesar la ¨²ltima puerta y herir a nuestra gente".
El asalto y los disturbios posteriores se desencadenaron cuando cientos de manifestantes egipcios atacaron la embajada israel¨ª, situada en las ¨²ltimas plantas de un edificio residencial de 21. Primero, armados con martillos y barras de metal, lograron derrumbar parte del muro que protege el edificio, de 2,5 metros de alto, construido esta misma semana ante algunas demostraciones anti-israel¨ªes. Despu¨¦s invadieron el edificio y una treintena de ellos lanz¨® por las ventanas del edificio miles de documentos. En un principio se dijo que eran oficiales, pero Israel sostiene que eran folletos tomados de la entrada. Los manifestantes proced¨ªan de una gran protesta en la plaza Tahrir, donde reclamaban a las nuevas autoridades m¨¢s celeridad en la acometida de reformas democr¨¢ticas y una mayor depuraci¨®n de ex altos cargos de la ¨¦poca de Mubarak.
Durante las primeras horas del asalto, la polic¨ªa se limit¨® a tratar de contener a los manifestantes, pero no impidi¨® que se derribara parte del muro. Ante ello el ministro de Defensa israel¨ª, Ehud Barak, anunci¨® en un comunicado que hab¨ªa pedido a Estados Unidos ayuda para proteger la Embajada. Despu¨¦s, la actuaci¨®n policial ha sido m¨¢s contundente. Los manifestantes, unos 2.000, prendieron fuego a varios veh¨ªculos alrededor del edificio y los disturbios han causado cerca de un millar de heridos. Los asaltantes tambi¨¦n trataron de atacar una comisar¨ªa cercana, pero fueron rechazados con gas lacrim¨®geno, aunque s¨ª lograron quemar cuatro coches de la polic¨ªa. El Ej¨¦rcito despleg¨® tanques alrededor de la Embajada y la polic¨ªa tuvo que terminar usando gases y ca?ones de agua para despejar la zona. No obstante, al amanecer unas 500 personas a¨²n estaban presentes en los alrededores, aunque los agentes hab¨ªan logrado acordonar la zona aleda?a al edificio diplom¨¢tico.
El primer ministro egipcio, Essam Sharaf, ha convocado un gabinete de crisis para hacer frente a los incidentes y a la crisis diplom¨¢tica con Israel.
Desconfianza hacia los militares
Las protestas comenzaron ayer, viernes, d¨ªa de oraci¨®n y de protesta desde que estall¨® la revuelta que derrib¨® a Mubarak, en la plaza de Tahrir, donde miles de personas participaban en una marcha para pedir que se aceleren las reformas pol¨ªticas y el fin de los juicios a civiles en tribunales militares. El descontento y la progresiva desconfianza hacia la junta militar que dirige la transici¨®n democr¨¢tica alimentan las marchas de protesta que se repiten desde la ca¨ªda de Hosni Mubarak en febrero. Una de las consignas m¨¢s repetidas en la manifestaci¨®n ante la Embajada era "el pueblo quiere la ca¨ªda del mariscal", en alusi¨®n al jefe del consejo militar Hussein Tantawi, la m¨¢xima autoridad en el pa¨ªs desde la ca¨ªda de Mubarak.
Al asalto a la embajada agrava una crisis diplom¨¢tica que se anunciaba desde la ca¨ªda de Mubarak en febrero. Con el rais, Israel ten¨ªa un aliado al otro lado de la frontera desde que se firm¨® un acuerdo de paz en 1979, pero su ca¨ªda y la llegada de nuevas autoridades dejaban los pactos en el aire. Los nuevos gobernantes militares aseguraron que los respetar¨ªan, entre otras cosas porque esos acuerdos garantizan a Egipto una importante ayuda militar estadounidense. No obstante, tienen que lidiar tambi¨¦n con el descontento del pueblo egipcio, que no simpatiza con Israel por sus abusos sobre los palestinos. El dif¨ªcil equilibrio se rompi¨® abruptamente el pasado mes de agosto, cuando soldados israel¨ªes mataron a cinco guardias fronterizos egipcios en una operaci¨®n para capturar a milicianos palestinos, incidente que provoc¨® que El Cairo llamara a consultas a su embajador en Israel y exigiera unas disculpas oficiales que no se han producido.
Ante lo ocurrido, el presidente Obama telefone¨® al primer ministro israel¨ª, Bejamin Netanyahu, para expresarle su apoyo y su "preocupaci¨®n", llamando tambi¨¦n a Egipto a "cumplir sus obligaciones internacionales" y proteger la misi¨®n diplom¨¢tica israel¨ª.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.