El 15-M neoyorquino entra en fase medi¨¢tica y encuentra nuevos aliados
Activistas de la talla de Noam Chomski y Michael Moore han hecho p¨²blico su apoyo al movimiento
Nuevos y medi¨¢ticos aliados se suman a la causa del movimiento Occupy Wall Street. Despu¨¦s de diez d¨ªas acampados en el coraz¨®n del distrito financiero de Nueva York, los cerca del millar de integrantes del 15-M neoyorquino (entre los 200 que duermen all¨ª y los que se unen a ellos durante el d¨ªa), vieron el lunes como sus voces se multiplicaban por boca del intelectual y activista Noam Chomsky, que envi¨® una carta abierta de apoyo celebrando su iniciativa "honorable y valiente", y por el altavoz ineludible que representa Michael Moore. El cineasta, que est¨¢ embarcado en la intensa promoci¨®n de su autobiograf¨ªa, visit¨® a los activistas por la tarde en su cuartel general, el parque Zuccotti, (plaza de la Libertad para los afines al movimiento). Recibido entre la sorpresa y la alegr¨ªa, les dio ¨¢nimos y les declar¨® su admiraci¨®n "por haber tomado la iniciativa ante los estragos que los bancos han hecho con este pa¨ªs" y les pidi¨® "que no desesperen" porque "dentro de 100 a?os la gente recordar¨¢ que vinisteis a esta plaza y empez¨¢steis este movimiento".
Poco despu¨¦s aprovech¨® su invitaci¨®n a un programa de gran audiencia en CNN para hacerse eco del mensaje principal de estos j¨®venes cuya protesta ha estado envuelta en el silencio medi¨¢tico de la mayor parte de la prensa de su pa¨ªs hasta el pasado s¨¢bado, cuando casi cien personas fueron arrestadas y al menos a escala local, se habl¨® de ellos: "Estamos en contra de la avaricia y de ese 1% que se queda con 9 pedazos de pizza mientras el 99% tiene que pelear por la ¨²ltima. [...] 46 millones de personas viviendo en la pobreza en Estados Unidos. Eso es un crimen absoluto. ?D¨®nde est¨¢ la rabia? ?D¨®nde est¨¢ la sublevaci¨®n? Est¨¢ empezando, est¨¢ ah¨ª abajo, en Wall Street. Alguien ten¨ªa que empezar a hacer algo y eso es lo que estos j¨®venes est¨¢n haciendo. Y se va a extender por todo el pa¨ªs" auguraba.
Eso es lo que est¨¢n tratando de conseguir los activistas neoyorquinos, que han visto como su iniciativa se reproduc¨ªa durante el fin de semana en ciudades como Boston o Chicago, pero siempre en n¨²meros reducidos que en ocasiones no han superado el centenar. Ese es uno de los principales reproches que se han lanzado contra ellos, que sean pocos y que su mensaje no sea claro. The New York Times les destroz¨® el pasado domingo en un art¨ªculo en el que les defin¨ªa como "movimiento fracturado y et¨¦reo", describ¨ªa su causa como "virtualmente imposible de determinar" y les criticaba por utilizar computadoras de una marca que cotiza en bolsa a 400 d¨®lares por acci¨®n. The Wall Street Journal atacaba ayer afirmando que no basta con crear un hashtag en Twitter para montar una revoluci¨®n y criticaba que la plaza Zuccotti aspirase a compararse con la plaza Tahrir de El Cairo. Para ello se val¨ªa de una bloguera egipcia que ha acusado al movimiento de estar mucho m¨¢s cerca de una escena de Woodstock que de una protesta como la de la primavera ¨¢rabe.
"Es un movimiento nuevo y se est¨¢ construyendo poco a poco. Las propuestas concretas van a llegar, pero la gente tiene que entender que aqu¨ª no hay l¨ªderes y lo estamos decidiendo todo entre todos. En este pa¨ªs la gente necesita mensajes concisos y directos. Poco a poco se los vamos a dar pero primero hay que pensarlos y discutirlos. Y el debate que se ha creado en esta plaza es fant¨¢stico" se defend¨ªa ayer Jackie Di Salvo, una profesora universitaria veterana del activismo estadounidense.
Diez d¨ªas despu¨¦s del inicio de la protesta, al menos la organizaci¨®n en la plaza de la Libertad presentaba ayer mucho mejor aspecto que hace cuatro d¨ªas, quiz¨¢s tambi¨¦n porque les han llegado refuerzos tras los sonados arrestos del fin de semana. Se han instalado dos mesas informativas para los viandantes, se han creado 'sponsors' para explicarle a los reci¨¦n llegados como funciona el campamento, hay biblioteca, pantalla de cine, ¨¢rea de alimentaci¨®n con varios responsables, alfombras para dormir, farmacia... Les han llovido donaciones de todo el mundo y cuentan con m¨¢s de 20.000 d¨®lares s¨®lo para comer.
"Pero faltan los latinos y los negros, el grueso de la clase obrera" comentaba Gonzalo Venegas, un m¨²sico del Bronx que hab¨ªa acudido ayer por primera vez. "Apoyamos este movimiento, pero hay que encontrar la manera de que tambi¨¦n la clase obrera se una. Poder estar acampados aqu¨ª es un lujo. Pero sus reivindicaciones tambi¨¦n son las nuestras. El desaf¨ªo para quienes trabajamos en comunidades deprimidas es c¨®mo integrarnos en este grupo".
Una de sus alianzas m¨¢s importantes se pondr¨¢ a prueba hoy durante la protesta nacional organizada por los empleados de correos ante la amenaza de despido que pesa sobre 120.000 de ellos. El US Postal Service, dependiente del gobierno, est¨¢ al borde de la quiebra. El sindicato que agrupa a sus trabajadores, uno de los mayores del pa¨ªs, ha invitado a los activistas de Occupy Wall Street a que se unan a la protesta y a que lean un comunicado para divulgar sus objetivos.
No obstante, lo parad¨®jico es que su mejor aliado est¨¢ siendo la empresa inmobiliaria Brookfield Properties, propietaria del parque Zuccotti. Seg¨²n declar¨® a este diario un portavoz de la polic¨ªa neoyorquina "el propietario no nos ha pedido que les echemos. Por eso siguen ah¨ª".
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