Amnist¨ªa acusa al r¨¦gimen sirio de torturas en los hospitales

Amnist¨ªa Internacional acusa al Gobierno sirio de torturar a heridos en los hospitales y asegura que en algunos casos el propio personal m¨¦dico y sanitario participa en los malos tratos. El Consejo Nacional Sirio, una organizaci¨®n opositora compuesta mayoritariamente por exiliados, ha pedido por su parte el env¨ªo a Siria de observadores internacionales, para que se verifiquen las abundantes noticias de vulneraciones de los derechos humanos por parte de las fuerzas de seguridad.

Seg¨²n un informe de Amnist¨ªa Internacional, los cuerpos policiales y militares de Bachar el Asad disponen de ¡°plena libertad¡± en los hospitales. Se cita como ejemplo que el mes pasado las fuerzas de seguridad registraron un hospital de Homs en busca de un dirigente de la oposici¨®n; al no encontrarle, detuvieron y se llevaron a 18 pacientes, al menos uno de los cuales fue desconectado del aparato de respiraci¨®n asistida.

Para ilustrar los casos de cooperaci¨®n directa del personal hospitalario con la polic¨ªa, Amnist¨ªa Internacional utiliza denuncias de m¨¦dicos reci¨¦n exiliados. Uno de ellos declar¨® a la BBC que vio c¨®mo una enfermera golpeaba a un joven de 14 a?os que acababa de ser internado con heridas de bala; cuando denunci¨® los hechos ante el director del hospital, la enfermera le acus¨® de ser islamista y le oblig¨® a escapar del pa¨ªs.

Seg¨²n la organizaci¨®n humanitaria, muchos sirios heridos en las manifestaciones reh¨²san acudir a los hospitales, incluso si su estado es grave, por temor a ser detenidos.

Muchos heridos en las protestas reh¨²san ir al hospital, aunque est¨¦n graves, por temor a ser detenidos

El Consejo Nacional Sirio, una organizaci¨®n opositora constituida en Estambul el pasado mes de agosto, sigue rechazando cualquier tipo de intervenci¨®n militar extranjera porque considera que causar¨ªa un enorme derramamiento de sangre. Pero reclama a los gobiernos del mundo que exijan a Bachar el Asad el derecho a enviar observadores, para verificar los abusos por parte de las fuerzas gubernamentales. El presidente El Asad insiste en que no hay torturas en Siria y que la violencia en las calles, creciente desde que comenzaron las manifestaciones de protesta en marzo, se debe a la actuaci¨®n de bandas armadas islamistas patrocinadas por pa¨ªses extranjeros.

La ONU ha contabilizado hasta ahora unos 3.000 muertos, en su gran mayor¨ªa civiles. Bachar el Asad ha ofrecido varias veces abrir un di¨¢logo con la oposici¨®n, pero tanto los l¨ªmites de ese di¨¢logo (el Gobierno se niega a hablar con representantes de la organizaci¨®n islamista ilegal Hermanos Musulmanes) como el hecho de que la propuesta no vaya acompa?ada de un alto el fuego, han impedido que se concretara nada.

En realidad, no existe ninguna v¨ªa de di¨¢logo entre Gobierno y oposici¨®n. El embajador de Estados Unidos en Damasco, Robert Ford, ha abandonado el pa¨ªs porque, seg¨²n Washington, despu¨¦s de mantener contactos con miembros de la oposici¨®n recibi¨® ¡°amenazas serias¡± por parte de fuerzas progubernamentales y se tem¨ªa por su vida. Como represalia, Siria ha retirado a su vez a su embajador en Estados Unidos.