Assange en apuros
Julian Assange se llev¨® anteayer un serio varapalo antes los tribunales brit¨¢nicos. Los jueces Thomas y Ouseley dieron luz verde a su extradici¨®n a Suecia. El editor australiano a¨²n puede recurrir, pero la empresa no se antoja f¨¢cil: debe demostrar que en su caso est¨¢ en juego una cuesti¨®n jur¨ªdica m¨¢s amplia y de ¡°importancia p¨²blica¡±. Sus abogados ya deben de estar trabajando en ello. Los mismos jueces que han tumbado su apelaci¨®n son los que deben decidir si cabe recurso al Supremo. Vamos, que Assange lo tiene complicado.
Llegados a este punto, hay que distinguir claramente entre el personaje (o mejor dicho, la persona) y la organizaci¨®n. Una cosa es Wikileaks, y otra distinta, Julian Assange. Y una cosa es una plataforma de nueva generaci¨®n que aboga por la transparencia y otra, el periodismo. Lo que Wikileaks facilit¨® fue informaci¨®n en bruto de gran inter¨¦s que necesitaba ser elaborada y contextualizada, y se celebr¨® su iniciativa. Seg¨²n The Guardian, Assange, tan seguro de su propio protagonismo, ha expresado su preocupaci¨®n de que Wikileaks pueda funcionar sin ¨¦l.
El trabajo de contribuir, a trav¨¦s de una megafiltraci¨®n de escala global, el Cablegate, a hacer p¨²blico un material de indudable inter¨¦s, gracias al trabajo de los periodistas de EL PA?S, The New York Times, The Guardian, Le Monde y Der Spiegel, ha sido el gran ¨¦xito de Wikileaks. Los asuntos privados del australiano son algo de los que su organizaci¨®n deber¨ªa estar a salvo. Si forz¨® o no a Miss W. a practicar sexo sin preservativo, aprovechando que se encontraba medio dormida, es algo sobre lo que los jueces se deber¨¢n pronunciar. Pero eso no deber¨ªa entorpecer el trabajo de Wikileaks, que bastantes apuros tiene con el bloqueo financiero a que la han sometido VISA, Mastercard y PayPal.
Si Assange acaba en Suecia, no lo recibir¨¢n dando palmas. En agosto de 2010 lo saludaron como el nuevo ap¨®stol de la transparencia. Ya no. Sobre todo, despu¨¦s de diseminar dudas sobre la independencia de la justicia sueca y de retratar a un pa¨ªs de referencia en asuntos de igualdad como ¡°la Arabia Saud¨ª del feminismo¡±.
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