Un clima hostil para el periodismo independiente
Aunque en Argentina no hay censura, la informaci¨®n p¨²blica es controlada por el gobierno como si fuera una propiedad privada de los que gobiernan
En Argentina no hay censura. Esa es una primera aseveraci¨®n que debe hacerse. Existe, sin embargo, un clima crecientemente hostil para el ejercicio del periodismo independiente o cr¨ªtico del poder. El gobierno ha montado una enorme maquinaria de medios adictos, financiados con recursos del Estado, para calumniar, difamar y descalificar a los medios y periodistas no oficialista. Sectores del gobierno han llegado, incluso, a usar organizaciones oficialistas para hacer juicios pol¨ªticos en plazas p¨²blicas contra periodistas.
Los periodistas independientes no podemos acceder a la informaci¨®n p¨²blica. Los ministros y secretarios de Estado tienen prohibido aceptar reportajes en diarios o canales de televisi¨®n que no sean probadamente leales al gobierno. Es muy dif¨ªcil, y a veces hasta imposible, poder cotejar la veracidad de una informaci¨®n con fuentes cre¨ªbles del gobierno. La informaci¨®n p¨²blica es controlada por el gobierno como si fuera una propiedad privada de los que gobiernan. Sucede lo mismo con los cuantiosos recursos de la publicidad estatal, que se destinan s¨®lo a financiar medios oficialistas.
Varios periodistas hemos denunciado una constante persecuci¨®n por parte de los servicios de inteligencia del Estado, que incluye la intervenci¨®n de nuestros tel¨¦fonos y el seguimiento en la v¨ªa p¨²blica. La revisi¨®n de las violaciones de los derechos humanos durante la ¨²ltima dictadura militar, que es una encomiable pol¨ªtica del gobierno, es usada tambi¨¦n para lanzar falsas y absurdas acusaciones contra periodistas cr¨ªticos.
La diferencia m¨¢s notable que existe hoy entre la situaci¨®n de la prensa argentina y las de Ecuador y Venezuela es que en Argentina hay todav¨ªa sectores importantes de la justicia que son independientes. Es absolutamente improbable, por ejemplo, que jueces argentinos condenen a periodistas por el delito de opini¨®n. Parad¨®jicamente, ha sido tambi¨¦n el gobierno de Cristina Kirchner el que elimin¨® el delito penal por calumnias e injurias. El gobierno no recurre a la justicia, por lo tanto, para perseguir a los periodistas, pero tiene otras armas m¨¢s eficientes que esa para intimidar a la prensa.
Joaqu¨ªn Morales Sol¨¢ es periodista y columnista pol¨ªtico de La Naci¨®n.
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