Los rostros de las v¨ªctimas en M¨¦xico
El informe de Human Rights Watch recoge cuatro casos emblem¨¢ticos de los abusos de las autoridades mexicanas que aqu¨ª reproducimos
Jeh¨² Abraham Sep¨²lveda Garza, desaparecido
A las seis de la tarde del 12 de noviembre de 2010, Jeh¨² Abraham Sep¨²lveda Garza fue detenido por polic¨ªas de tr¨¢nsito en San Pedro Garza Garc¨ªa, Nuevo Le¨®n (norte del pa¨ªs), mientras conduc¨ªa, supuestamente, sin carn¨¦ de conducir. Aproximadamente una hora despu¨¦s, Sep¨²lveda fue llevado a otro cuerpo de polic¨ªa: la Polic¨ªa Ministerial, quienes lo interrogaron y lo trasladaron a un edificio de la Secretar¨ªa de Marina mexicana. En ning¨²n momento las autoridades dejaron alguna huella sobre su arresto o traslado. Su mujer habl¨® con ¨¦l por m¨®vil a las siete de la tarde. Sep¨²lveda le respondi¨® que le hab¨ªan informado que ser¨ªa liberado. La pr¨®xima llamada no la respondi¨® y, desde entonces, nadie sabe d¨®nde est¨¢. Durante los d¨ªas posteriores a la desaparici¨®n de la v¨ªctima, funcionarios federales y estatales ofrecieron a los familiares versiones contradictorias sobre si esta hab¨ªa sido detenida y por qui¨¦nes, y se negaron a iniciar una investigaci¨®n del caso.
En los d¨ªas siguientes a su detenci¨®n, la polic¨ªa ministerial ofreci¨® versiones contradictorias de los hechos. En un primer momento, dijeron a los familiares que no lo hab¨ªan detenido, y luego les informaron que la v¨ªctima se encontraba bien y que estaba bajo su custodia. Posteriormente, afirmaron que hab¨ªa sido puesto a disposici¨®n de la Marina la misma noche en que fue detenido. La Procuradur¨ªa (Fiscal¨ªa) de Justicia del Estado de Nuevo Le¨®n inici¨® una investigaci¨®n sobre su paradero.
La esposa de la v¨ªctima, quien tuvo acceso al expediente, inform¨® a Human Rights Watch que dos oficiales de la Marina declararon ante las autoridades que Sep¨²lveda les hab¨ªa sido entregado sin aparente autorizaci¨®n, y que fue liberado luego de un breve interrogatorio. Desde los altos mandos de la Marina, se contin¨²a negando que esta instituci¨®n haya intervenido en la custodia de la v¨ªctima.
Ra¨²l Brindis Gonz¨¢lez, muerto durante el arresto
Ra¨²l Brindis Gonz¨¢lez fue detenido en su casa por polic¨ªas y soldados, que entraron por la fuerza, y que lo detuvieron sin orden judicial frente a sus familiares.
Los familiares de Brindis acudieron a las autoridades civiles para averiguar d¨®nde estaba detenido y por qu¨¦ raz¨®n, pero todos negaron haberlo arrestado. A la ma?ana siguiente, se pidi¨® a los familiares de Brindis que se presentaran ante la Procuradur¨ªa General de Justicia de Tabasco, donde les informaron que este hab¨ªa fallecido esa ma?ana a causa de problemas respiratorios mientras se encontraba a disposici¨®n del Ministerio P¨²blico.
Existen pruebas fundadas que indican que Brindis fue v¨ªctima de una ejecuci¨®n extrajudicial mientras se encontraba detenido. Sus familiares dijeron que gozaba de un excelente estado de salud al momento de su detenci¨®n; una pericia m¨¦dica practicada por el Ministerio P¨²blico estatal el 9 de noviembre document¨® lesiones f¨ªsicas generalizadas; un perito forense indic¨® a la familia que hab¨ªan recibido el cuerpo en la noche del 9 de noviembre, a pesar de que las autoridades afirmaron que entonces Brindis a¨²n estaba vivo; y otro sospechoso, que fue detenido el mismo d¨ªa que Brindis, afirm¨® haber escuchado cuando la v¨ªctima era llamada para ser interrogada en un lugar adonde ¨¦l y otros hab¨ªan sido llevados para ser torturados. Sin embargo, las autoridades sostienen que Brindis muri¨® por causas naturales mientras se encontraba a disposici¨®n de la Polic¨ªa Ministerial, y que habr¨ªa confesado desde un primer momento que trabajaba para la delincuencia organizada. Ning¨²n funcionario ha sido acusado en el marco de las investigaciones oficiales, y los funcionarios estatales no han realizado averiguaciones b¨¢sicas que podr¨ªan ayudar a esclarecer las circunstancias de su muerte.
Israel Arzate Mel¨¦ndez, torturado
El 3 de febrero de 2010, Israel Arzate Mel¨¦ndez fue detenido por un grupo de soldados y hombres vestidos de civil mientras caminaba en la v¨ªa p¨²blica en Ciudad Ju¨¢rez, Chihuahua, y fue llevado a una base militar. Una vez all¨ª, fue mantenido incomunicado y torturado hasta que confes¨® haber participado en un sonado caso de homicidio m¨²ltiple. En esta confesi¨®n, reprodujo el relato de los hechos que le proporcionaron quienes lo interrogaron. Tras ser presentado ante la prensa, las autoridades lo trasladaron a una c¨¢rcel estatal, pero fue posteriormente sustra¨ªdo del establecimiento por polic¨ªas del Ministerio P¨²blico estatal y llevado una vez m¨¢s a la base militar, donde nuevamente fue torturado.
Durante la audiencia de vinculaci¨®n a proceso, Arzate inform¨® a la jueza que su confesi¨®n hab¨ªa sido obtenida mediante torturas y que posteriormente hab¨ªa sido trasladado fuera de la prisi¨®n para ser torturado de nuevo. Pese a ello, la jueza igualmente dict¨® su procesamiento. Tambi¨¦n orden¨® que Arzate permaneciera en prisi¨®n preventiva durante seis meses mientras se llevaba a cabo la investigaci¨®n, y dicho per¨ªodo luego se extendi¨® por otros seis meses. Al t¨¦rmino de este plazo, otra jueza dispuso el arraigo de Arzate en raz¨®n de que ¡°ha[b¨ªa] aumentado el riesgo para la sociedad¡±. Fue trasladado a un centro de detenci¨®n policial, donde permanece.
Roc¨ªo El¨ªas Garc¨ªa y Juan Carlos Pe?a, asesinados
Los esposos Roc¨ªo Romeli El¨ªas Garza y Juan Carlos Pe?a Chavarr¨ªa fueron asesinados por soldados el 3 de marzo de 2010, tras quedar atrapados en un enfrentamiento entre militares y hombres armados. Varios testigos vieron a los soldados mover los cuerpos y colocarles armas. Los familiares de las v¨ªctimas afirman que durante un encuentro privado los militares admitieron que las v¨ªctimas no estaban armadas, pero ning¨²n soldado ha sido acusado judicialmente. Por su parte, los familiares de las v¨ªctimas encontraron numerosos obst¨¢culos al intentar obtener beneficios sociales para los hijos de la pareja.
El 3 de marzo de 2010, El¨ªas y Pe?a, ambos de 29 a?os, fueron alcanzados por disparos efectuados por miembros del Ej¨¦rcito en An¨¢huac, Nuevo Le¨®n. Dos testigos informaron a Human Rights Watch que las v¨ªctimas hab¨ªan salido de la f¨¢brica donde trabajaban y se dirig¨ªan a su autom¨®vil cuando, aproximadamente al mediod¨ªa., quedaron en medio de un enfrentamiento entre militares y hombres armados. El¨ªas y Pe?a se escondieron en su autom¨®vil para resguardarse de los disparos. A continuaci¨®n, dos hombres armados que participaban en el enfrentamiento intentaron secuestrar su veh¨ªculo pero, al verse perseguidos por los soldados, desistieron y se dieron a la fuga. Cuando los agresores se fueron, Pe?a sali¨® r¨¢pidamente del autom¨®vil e intent¨® correr hasta un sitio seguro, pero fue alcanzado por disparos militares. Regres¨® entonces al veh¨ªculo, donde ¨¦l y El¨ªas intentaron nuevamente resguardarse. Una vez que cesaron los disparos, con las manos en alto, El¨ªas pidi¨® que ayudaran a su marido, mientras gritaba que eran civiles y no estaban armados. Seg¨²n versiones de testigos, un soldado que se encontraba aproximadamente a
3 metros de distancia dispar¨® contra El¨ªas. Luego, un grupo de soldados se acerc¨® hasta los cuerpos y les dispar¨® nuevamente a quemarropa.
Los testigos dijeron que, a continuaci¨®n, los soldados movieron los cuerpos y colocaron armas cerca de ambas v¨ªctimas. Uno de los testigos cont¨® a Human Rights Watch que se acerc¨® a un soldado y le pregunt¨® por qu¨¦ hab¨ªan matado a civiles que no estaban armados. El soldado respondi¨®: ¡°Ten¨ªan que pagar. Dispararon a dos de mis compa?eros¡±.
En un comunicado difundido el d¨ªa siguiente, el Ej¨¦rcito anunci¨® haber matado a ocho delincuentes en un enfrentamiento armado. La Procuradur¨ªa (Fiscal¨ªa) de Nuevo Le¨®n inform¨® a la prensa que entre los ¡°presuntos delincuentes¡± que fueron asesinados durante el incidente se encontraba una mujer armada que llevaba un carn¨¦ de identificaci¨®n de una f¨¢brica de la zona¡±.
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