Un hombre de familia que se convirti¨® en el narcotraficante m¨¢s buscado de R¨ªo
Nem, el l¨ªder indiscutible de la facci¨®n criminal Amigos dos Amigos (ADA) en la zona sur de R¨ªo de Janeiro, hizo una mete¨®rica carrera hasta la cima del crimen organizado
Era el m¨¢s bravo de todos los narcotraficantes de la favela Rocinha, el l¨ªder indiscutible de la facci¨®n criminal Amigos dos Amigos (ADA) en la zona sur de R¨ªo de Janeiro, pero en el momento de su detenci¨®n sus agallas brillaron por su ausencia. Acurrucado en el maletero de un coche que te¨®ricamente pertenec¨ªa al Consulado de Congo, desarmado y sin oponer la m¨ªnima resistencia, Antonio Francisco Bonfim Lopes, Nem, vio c¨®mo en cuesti¨®n de minutos se derrumbaban sus planes de seguir manejando los resortes del narcotr¨¢fico con total impunidad, de seguir dando rienda suelta a todas sus excentricidades, como la de tener tres mujeres a las que paseaba en helicoptero por los cielos de R¨ªo de Janeiro (un habito extendido entre los millonarios de la ciudad) mientras su fotograf¨ªa poblaba las paredes de las comisar¨ªas. Era la cabeza m¨¢s codiciada del narcotr¨¢fico carioca.
La imagen pat¨¦tica de Nem, esposado, con el gesto inexpresivo, embarcando en el carro blindado que lo llev¨® ayer hasta la prisi¨®n de m¨¢xima seguridad Bang¨², contrasta con la extraordinaria leyenda del joven que lleg¨® a la c¨²spide del crimen organizado desde la nada. Diez a?os atr¨¢s Nem no era m¨¢s que un apacible vecino de la favela Rocinha, entonces liderada por un narco que respond¨ªa al nombre de Lulu. Su perfil, por tanto, no ten¨ªa nada que ver con el de los miles de ni?os y adolescentes que crecen en los suburbios cariocas cautivados por la falsa m¨ªstica del crimen.
Como suele suceder con frecuencia en las favelas controladas por facciones del narcotr¨¢fico carioca, Nem, desesperado, acudi¨® un d¨ªa a las altas esferas del poder paralelo para pedir un pr¨¦stamo de 50.000 reales (algo m¨¢s de 20.000 euros) destinados a sufragar un costoso tratamiento m¨¦dico para su hija. Conmovido, Lulu le concedi¨® el cr¨¦dito a cambio de su ingreso en la red criminal. De esta manera, casi sin quererlo, Nem abraz¨® la sombr¨ªa doctrina del narcotr¨¢fico y comenz¨® a escalar posiciones. Entonces contaba con 25 a?os.
El noviembre de 2005 muri¨® abatido el entonces jefe del narcotr¨¢fico de la Rocinha, conocido como Ben-te-vi, y siguiendo las normas no escritas del crimen carioca ocup¨® su lugar el primer nombre en la l¨ªnea sucesoria, Orlando Jos¨¦ Rodrigues, alias Soul. S¨®lo por algunas horas. Nem, que por entonces ya so?aba con tomar el control de la favela, se lanz¨® a una guerra encarnizada hasta liquidar a Soul y a otros traficantes de su c¨ªrculo. Fue as¨ª como hace seis a?os se erigi¨® en el nuevo due?o y se?or de la mayor favela de R¨ªo de Janeiro dando por zanjado con un largo periodo de enfrentamientos entre las dos principales facciones criminales de la ciudad: ADA y Comando Vermelho (Comando Rojo).
Cuenta su leyenda que mientras gobern¨® fue condescendiente y generoso con los narcos rivales que le pidieron protecci¨®n o di¨¢logo. En los ¨²ltimos tiempos era frecuente que muchos miembros del Comando Vermelho, expulsados de sus favelas en las sucesivas operaciones de ocupaci¨®n, buscaran refugio en la Rocinha. De esta manera la mayor favela de R¨ªo y su vecina Vidigal se convirtieron en el ¨²ltimo basti¨®n narco de la zona sur carioca.
Nem tambi¨¦n subvencionaba necesidades b¨¢sicas, como medicamentos o comida, a los vecinos de la Rocinha, aunque su faceta de benefactor se ve¨ªa a menudo ensombrecida por sus incontrolables arranques de autoridad. Fue ¨¦l quien impuso un c¨®digo de conducta no escrito entre los habitantes de la favela que persegu¨ªa y castigaba con dureza ciertos delitos, como robos o violaciones. Dependiendo de la gravedad de la infracci¨®n cometida, la pena impuesta por su propio tribunal pod¨ªa ir desde una paliza o un tiro en la mano hasta la condena a muerte en el microondas (al sujeto lo inmovilizan dentro de una columna de neum¨¢ticos que termina siendo rociada con combustible e incendiada). A Nem nunca le tembl¨® el pulso a la hora de liquidar a todo aquel que osaba a cuestionar su autoridad.
Desde ayer una de las bestias negras de la polic¨ªa carioca se encuentra recluida en el complejo penitenciario de m¨¢xima seguridad Bag¨². Su traslado hasta la c¨¢rcel pareci¨® inspirado en la pel¨ªcula El silencio de los corderos: un carro blindado escoltado por trece todoterrenos de la polic¨ªa de ¨¦lite recorrieron, en un t¨¦trico desfile, las avenidas cortadas al tr¨¢fico de la zona oeste de R¨ªo.
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