Nueva York pone fin a la ocupaci¨®n de Wall Street
Las autoridades justifican la intervenci¨®n policial por la proliferaci¨®n de suciedad y actos delictivos Tambi¨¦n fueron desalojados los campamentos de Atlanta, Portland, Salt Lake City y Oakland
La polic¨ªa de Nueva York desaloj¨® hoy el campamento instalado por Ocupa Wall Street (OWS) en una plaza de ese ¨¢rea financiera de la ciudad, en un paso que representa un gran desaf¨ªo para ese movimiento sobre su capacidad de prolongarse y consolidarse. "A partir de ahora tendr¨¢n que ocupar las calles con el poder de sus argumentos", declar¨® el alcalde, Michael Bloomberg, para explicar una decisi¨®n cuya legalidad ha sido cuestionada por los manifestantes y que, en ¨²ltima instancia, puede quedar en manos de los jueces. Este fen¨®meno, que ha conseguido trasladar a la opini¨®n p¨²blica norteamericana la preocupaci¨®n por los graves desequilibrios sociales, se ha ido convirtiendo en un problema creciente de seguridad y orden p¨²blico.
El desalojo de Zuccotti Park, donde los seguidores de OWS se hab¨ªan instalado hace dos meses con tiendas de campa?a y sacos de dormir, se produjo de madrugada y, en general, de forma pac¨ªfica, aunque 147 personas fueron detenidas por oponerse a la actuaci¨®n policial, incluidas algunas que se hab¨ªan encadenado como forma de resistencia. "Hemos detenido a quienes quer¨ªan ser detenidos", explic¨® el jefe de la polic¨ªa, Raymond Kelly.
La orden de desalojo fue inmediatamente rebatida ante los tribunales por los partidarios del movimiento. Pero un juez de Nueva York rechaz¨® el recurso, informa la agencia Reuters. El magistrado consider¨® que los manifestantes tienen el derecho de regresar al Zuccotti Park, pero tendr¨¢n que atenerse a las reglas de la plaza ¡ªdise?adas para evitar acampadas¡ª y no podr¨¢n por tanto llevar tiendas de campa?a, sacos de dormir o almacenar alimentos o vituallas. La plaza Zuccotti es propiedad de la empresa Brookfield Office Properties, y es legalmente un espacio particular destinado al uso p¨²blico.
Bloomberg hab¨ªa anteriormente prometido que, en cuanto se resolviera el conflicto judicial, la plaza volver¨ªa a ser abierta, pero precisamente hab¨ªa exigido que los protestantes no llevaran tiendas de campa?a o cualquier otro equipo que diese lugar a la ocupaci¨®n permanente de ese espacio p¨²blico. Bloomberg, pol¨ªticamente independiente, considera que ¡°la Constituci¨®n de EE UU protege los derechos de expresi¨®n y de manifestaci¨®n, pero no el de acampar y ocupar cualquier calle de una ciudad¡±.
La polic¨ªa detuvo a 147 acampados que se resistieron al desalojo
El alcalde, con el respaldo deBrookfield Office Properties, ha considerado que la larga estancia de unas 200 personas en ese lugar se hab¨ªa convertido en un peligro para la salud de los acampados y de los vecinos del lugar. La polic¨ªa asegura haber encontrado en la plaza excrementos y orina, y afirma que existen varias denuncias por robo, tr¨¢fico de drogas y asaltos sexuales cometidos en las inmediaciones.
El desalojo se produce dos d¨ªas antes de un carnaval que OWS hab¨ªa convocado el jueves con intenci¨®n de celebrar los 60 d¨ªas de acampada interrumpiendo la actividad de la Bolsa de Nueva York, el mayor mercado de valores del mundo y el s¨ªmbolo m¨¢ximo del modelo de capitalismo que los manifestantes dicen combatir.
Antes del campamento de Nueva York, hab¨ªan sido desalojados tambi¨¦n los de Atlanta, Portland, Salt Lake City y Oakland. En esta ¨²ltima ciudad, donde desde el principio hubo frecuentes enfrentamientos entre la polic¨ªa y los ocupantes, el episodio produjo nueva violencia y una crisis pol¨ªtica que ha provocado la dimisi¨®n del n¨²mero dos del ayuntamiento. El alcalde de Oakland dijo que la mitad de las personas desalojadas eran mendigos sin hogar.
El movimiento
En los ¨²ltimos d¨ªas, se hab¨ªa informado de la muerte de una persona por disparos en los alrededores del campamento de Oakland y de otra, tambi¨¦n por bala, en una concentraci¨®n en una ciudad del Estado de Vermont, aunque no existen pruebas de que esas muertes est¨¦n conectadas a las protestas. En la acampada de Salt Lake City, la polic¨ªa dijo el viernes pasado que hab¨ªa recogido a un hombre muerto por una combinaci¨®n de drogas y mon¨®xido de carbono.
Pese a que algunos campamentos, como el de Nueva York, dispon¨ªan de su propio sistema de seguridad, estos incidentes hab¨ªan disparado la inquietud de las autoridades sobre la prolongaci¨®n de este tipo de protestas y han servido para justificar la intervenci¨®n policial.
OWS tiene ahora que decidir qu¨¦ rumbo tomar. En algunas asambleas, especialmente en la costa Oeste, se ha optado por retirar los campamentos de las ciudades y trasladarlos a los campus universitarios, donde la situaci¨®n legal es m¨¢s favorable y cuentan, adem¨¢s, con el respaldo de muchos estudiantes. En la caso de Nueva York, en los ¨²ltimos d¨ªas se estaba discutiendo sobre si mantener la ocupaci¨®n de Zuccotti Park, donde el fr¨ªo del el invierno pod¨ªa disuadir a muchos voluntarios, o suspender las protestas para reanudarlas con nuevo br¨ªo en la primavera.
Este es un momento decisivo para el movimiento. Su ¨¦xito, en cierta manera, ya est¨¢ conseguido al dar vigencia a la necesidad de mayor justicia social y servir de contrapeso desde la izquierda al grupo Tea Party. Pero ese triunfo testimonial puede resultar insuficiente para quienes aspiraban a convertir OWS en un factor de cambio del modelo pol¨ªtico de EE UU. Para ello, van a necesitar extender su presencia y su influencia a lo largo del a?o pr¨®ximo, cuando el pa¨ªs entra en campa?a para las elecciones de 2012 y la voz de esta versi¨®n norteamericana de los indignados espa?oles puede tener eco real en la pol¨ªtica del pa¨ªs.
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