Lunes sin Pradera

Me han faltado una lectura y una conversaci¨®n. La lectura era la de la columna de Pradera con su an¨¢lisis de los resultados electorales, habitual en casi todas las jornadas como la de ayer. La conversaci¨®n, telef¨®nica en los ¨²ltimos a?os, era con ¨¦l mismo por la ma?ana del lunes. Puedo abrir el foco sobre lo que le faltar¨¢ a este peri¨®dico e incluso a este pa¨ªs sin su mirada cr¨ªtica, sus argumentos rigurosos y honestos. Muchos lo han hecho ya con m¨¢s autoridad y conocimiento. Pero cabe tambi¨¦n que limite el haz de luz a mi estricto quehacer y entonces tambi¨¦n pudo percibir cu¨¢nto me ha faltado hoy esta lectura y esta conversaci¨®n, en la resaca de la Espa?a azul, la Catalu?a convergente y el Pa¨ªs Vasco nacionalista y cu¨¢nto me faltar¨¢n esta lectura y esta conversaci¨®n, con jornada electoral y sin ella.

Al buen analista le basta a veces con saber formular la pregunta adecuada. El resorte period¨ªstico por excelencia es la pregunta, normalmente formulada de forma reflexiva e introspectiva y solo m¨¢s tarde derivada en cuestionamiento p¨²blico. Por eso las preguntas de Rubalcaba a Rajoy en el debate ¨²nico celebrado ante las c¨¢maras de televisi¨®n fueron lo que m¨¢s interes¨® de aquel espect¨¢culo televisivo tan pautado y reglamentado. Aznar le critic¨® con su peculiar sarcasmo: por pregunt¨®n, por periodista. Son las mismas razones por las que se le pudo elogiar. Hizo de periodista cuando los periodistas no pod¨ªan hacer preguntas. Aprender a preguntar, saber preguntar, acertar en la pregunta que corresponde a cada problema: Javier era un maestro en estas artes y ense?¨®, nos ense?¨®, a quienes tuvimos la oportunidad y quisimos declararnos aprendices. Me quedo con las ganas de discutir con ¨¦l cu¨¢l es la siguiente pregunta.