Al¨¢ como soluci¨®n para Egipto

El barrio de El Mamura, en Alejandr¨ªa, es conocido por sus playas y sus hoteles. Detr¨¢s de eso, all¨ª donde ya no se ve el mar, hay casas como la de Mohamed Albedi: sin retretes y sin alcantarillado, sobre calles que son un fangal. Mohamed, como la mayor¨ªa de la gente en su barrio, ha votado al candidato salafista Abdelmonem El Shahat, un hombre que levant¨® pol¨¦mica por afirmar que la democracia es pecado y que convendr¨ªa matar a los ateos. ¡°Desde fuera nos describen como salvajes intolerantes¡±, dice, ¡°pero ahora estamos hablando usted y yo y le pregunto: con todos los problemas que sufre Egipto, con todos los problemas que sufre mi familia, ?alguien tiene mejores soluciones que las que ofrece Dios?¡±.

Mohamed, ingeniero mec¨¢nico, trabaj¨® un tiempo en Argelia y aprendi¨® un franc¨¦s decente. Ahora, a los 34 a?os, con esposa y cuatro hijos, apenas se gana la vida en el taller de autom¨®viles de unos parientes. Su evoluci¨®n hacia el salafismo ha sido gradual. ¡°Si uno es musulm¨¢n, ?por qu¨¦ no ser un buen musulm¨¢n? Las cosas se ven claras con el tiempo. Dej¨¦ de perder el tiempo con el f¨²tbol en televisi¨®n cuando comprend¨ª que con el f¨²tbol me lavaban el cerebro y hac¨ªan que me olvidara de las cosas importantes, como la injusticia en que vivimos¡±. Para ¨¦l, la ¨²nica soluci¨®n a las desigualdades econ¨®micas son el zakat, el precepto cor¨¢nico que impone a los ricos la donaci¨®n de una parte de sus ingresos a los pobres, y la prohibici¨®n cor¨¢nica de la usura bancaria.

Cuando se desarrolla la conversaci¨®n, antes de la publicaci¨®n de los resultados oficiales, Mohamed ya sabe que los salafistas han obtenido un gran ¨¦xito en la primera vuelta de las elecciones egipcias. Uno de cada cuatro votos ha sido para ellos. ¡°No me parece extra?o¡±, comenta, ¡°si acaso me parece extra?o que los Hermanos Musulmanes vayan a ganar porque en el fondo piensan lo mismo que nosotros pero buscan compromisos, disimulan, pactan con los laicos. Saben cu¨¢l es la verdad pero la enturbian por razones pol¨ªticas¡±.

Tabaco pecaminoso

Para Mohamed el tabaco es tan pecaminoso como el alcohol. El cine, la m¨²sica popular y los seriales ¡°buscan lo mismo que el f¨²tbol, reducirnos al nivel de ni?os para que no pensemos y olvidemos la opresi¨®n¡±. Su esposa, en la otra habitaci¨®n del modest¨ªsimo piso, no se deja ver. Una de sus hijas, de pocos a?os, juguetea con Mohamed. ?Le molestar¨ªa que al crecer saliera a la calle con la cara descubierta? ¡°S¨ª, espero que no ocurra¡±, responde.

Le gusta el modelo saud¨ª, aunque nunca ha estado all¨ª. Cuando se le hace notar que la monarqu¨ªa autoritaria saud¨ª dif¨ªcilmente habr¨ªa tolerado una protesta como la de Tahrir, en la que Mohamed, contra la opini¨®n oficial de los dirigentes salafistas, particip¨® de forma entusiasta, alega que ¡°no hay sociedades perfectas, los humanos debemos mejorar¡±.

Eso mismo subraya Alaa Alam Eldin, candidato de Al Nur, el mayor de los tres partidos salafistas (divididos por regiones), en el barrio cairota de Halwen, a poca distancia de la prisi¨®n de Tora donde est¨¢n encarcelados los hijos de Mubarak y otros exdirigentes del r¨¦gimen. ¡°El modelo saud¨ª tiene cosas negativas, como la falta de partidos y de libertad de expresi¨®n; el que proponemos para Egipto es mejor, aunque sabemos que habr¨¢ errores¡±, afirma.

Ley isl¨¢mica

Eldin, de 42 a?os, abogado y experto en shar¨ªa (ley isl¨¢mica), es el portavoz que la direcci¨®n de su partido, en Alejandr¨ªa, elige mostrar a la prensa extranjera. Insiste una y otra vez en que los cambios ser¨¢n graduales. ¡°?Alcohol? No vamos a prohibir la cerveza de repente, educaremos a la gente para que renuncie a ella¡±. ¡°?El cine y la m¨²sica? Iremos ofreciendo alternativas, entretenimientos menos fr¨ªvolos¡±. El futuro diputado por Halwen dice que ¡°ser¨ªa absurdo prohibir el cine, nosotros mismos lo utilizamos en campa?a¡±, aunque admite que no ha visto ninguna pel¨ªcula en los ¨²ltimos a?os. ¡°Por falta de tiempo¡±, precisa. ?Y la minor¨ªa cristiana? ¡°Todos somos egipcios, pero nosotros defendemos la identidad isl¨¢mica de Egipto¡±.

La esposa de Eldin viste el niqab, el tocado que solo deja al descubierto los ojos. ¡°Mi hija de 18 a?os, en cambio, se cubre la cabeza con un pa?uelo y ya est¨¢, forma parte de su libertad¡±, precisa.

Aunque los salafistas han incluido mujeres en sus candidaturas, por obligaci¨®n legal, las han colocado al final de las listas para que evitar su elecci¨®n y en algunos casos han sustituido su fotograf¨ªa, en los carteles de campa?a, por im¨¢genes de flores. Eso le parece normal al alejandrino Mohamed Albedi: ¡°Hombres y mujeres son distintos y eso lo ve cualquiera con ojos, los hombres tienen su funci¨®n y las mujeres, la suya. Forzar la naturaleza lleva a que los hombres se casen con los hombres y los padres con las hijas y los humanos se conviertan en algo peor que bestias".