Congo, la capital mundial de las violaciones
Un art¨ªculo de 'American Journal of Public Health' asegura que, con 400.000 violaciones al a?o, el pa¨ªs africano bate un triste r¨¦cord
La sala de espera del hospital de Heal Africa en Goma es como la de cualquier otro centro m¨¦dico. Huele a desinfectante. Los pacientes aguardan sentados en bancos de madera. Las pocas conversaciones lo son en voz baja. En las paredes, p¨®sters anuncian medicamentos o dan consejos para prevenir enfermedades. Hablan de ¨²lcera, diabetes, medicinas infantiles, malaria y violencia sexual. Como si ¨¦sta fuera una enfermedad m¨¢s. ¡°Det¨¦n las violaciones de nuestro recurso m¨¢s precioso¡±, dice el cartel, en el que ¡°dos ni?as menores de 9 a?os supervivientes de violaciones¡± est¨¢n fotografiadas de espaldas.
La Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo (RDC) ha sido llamada ¡°la capital mundial de las violaciones¡±. Diferentes estudios y estad¨ªsticas arrojan n¨²meros dif¨ªciles de comprender. Cuatro mujeres violadas cada cinco minutos seg¨²n uno publicado en junio por el American Journal of Public Health, que afirmaba que se produc¨ªan unas 400.000 violaciones al a?o.
El momento culmen fue la guerra que asol¨® el pa¨ªs entre 1998 y 2003. Pero el conflicto sigue presente en la zona este del pa¨ªs, rica en recursos minerales y donde diferentes grupos armados contin¨²an pele¨¢ndose entre ellos y atacando las poblaciones locales.
¡°Primero mataron a mi hermano, luego a mi madre y luego me violaron, dos hombres, eran del FDLR¡±, empieza a contar en una voz cada vez m¨¢s baja Upole, una chica de 24 a?os originaria de un poblado de Kivu Sur. ¡°Despu¨¦s, me metieron el ca?¨®n del fusil y me destrozaron por dentro¡±. La agresi¨®n, en enero de 2004, le rompi¨® el perineo a Upole y le caus¨® m¨²ltiples heridas internas. Hoy vive en un casa refugio para v¨ªctimas de la violencia sexual cerca de Goma. Ha tenido siete operaciones en el hospital Heal Africa pero a¨²n no camina con total normalidad.
S¨®lo este centro en Goma sigue recibiendo entre una y cinco v¨ªctimas al d¨ªa, m¨¢s de 1.000 desde marzo de este a?o. La mayor¨ªa son chicas de entre 12 y 16 a?os, aunque ha habido casos de ni?as de 3 a?os violadas. No s¨®lo en el hospital, las calles est¨¢n repletas de carteles que llaman a repudiar la violencia sexual. Tambi¨¦n se anuncian eventos y programas de radio que tratan sobre el tema. Muchas organizaciones declaran en sus puertas que luchan por ¡°los derechos de la mujer¡± y ¡°contra las violaciones¡±.
Sin embargo, la publicidad y la promoci¨®n que recibe este tema puede tener tambi¨¦n efectos adversos. ¡°Hay gente que crea o que se asocia con ONGs que trabajan sobre la violencia sexual porque creen que as¨ª pueden sacar dinero¡±, se?ala en privado una experta que lleva cinco a?os en Goma. Esta persona lamenta que muchas organizaciones se implican s¨®lo a corto plazo y no atienden a la complejidad del problema. Las que s¨ª intentan invertir en programas de varios a?os y en enfoques m¨¢s integrales no encuentran financiaci¨®n.
Dice que en realidad no podemos saber las cifras de violaciones, que algunos estudios se hacen desde despachos en pa¨ªses occidentales y que, en cualquier caso y siendo un tema tab¨², ninguna encuesta o extrapolaci¨®n puede ser totalmente fiable. ¡°Es una cuesti¨®n muy importante, sin ninguna duda, pero no tenemos suficientes datos ni conocemos los detalles, podr¨ªan ser m¨¢s, podr¨ªan ser menos: la comunidad internacional deber¨ªa dar un paso atr¨¢s y pensar sobre lo que realmente est¨¢ haciendo¡±, concluye.
¡°Banalizaci¨®n de la violencia sexual¡±
Aunque las cifras totales se mantienen, crece el n¨²mero de v¨ªctimas que son violadas por alguien cercano, un vecino, un t¨ªo o el propio marido. Estos casos a?aden la particularidad del tab¨² social y de la presi¨®n familiar para que la situaci¨®n se arregle ¡°dentro de casa¡±. ¡°Hay much¨ªsima violencia dom¨¦stica, aqu¨ª es lo cotidiano en la mayor¨ªa de las casas¡±, afirma Mireille Ntambuka, directora de Dynamique des femmes juridiques, una organizaci¨®n que ofrece asistencia legal gratuita a las v¨ªctimas.
En 2006 la RDC aprob¨® una ley contra la violencia sexual. Impone penas de entre 5 y 20 a?os y el pago de una compensaci¨®n a la v¨ªctima por parte del agresor. Pero el sistema judicial en el pa¨ªs es lento y corrupto y hay indicios de falsas acusaciones de personas que esperan obtener beneficios. ¡°El 99 por cien de las v¨ªctimas no comprende el proceso judicial¡±, asegura Ntambuka. ¡°No existe una cultura de que los agresores deben encarar la justicia, de que se ha cometido un crimen¡±. ¡°Hay una banalizaci¨®n de la violencia sexual, incluso entre los magistrados, que a veces presionan a las propias v¨ªctimas para que acepten un acuerdo amistoso¡±.
Wilson Mapendo, de 33 a?os, cumple condena por violaci¨®n en la Prisi¨®n Central de Goma desde abril de 2010. Mapendo asegura que un hombre que le deb¨ªa dinero le acus¨® de haber violado a su hermana y que el tribunal lo conden¨® sin pruebas. ¡°Aqu¨ª en el Congo las violaciones se han convertido en un comercio¡±, asiente a su lado Jackson Byamungu, de 21 a?os y condenado a siete desde agosto del a?o pasado por haber violado a una menor, que qued¨® embarazada. Byamungu asegura que se trata de su novia y que cuando se qued¨® embarazada en febrero de 2010 ten¨ªa 18 a?os. ¡°Pero su t¨ªo minti¨® sobre su edad para que as¨ª mi familia tenga que pagarles, aunque ella siempre ha negado que fuera violaci¨®n y viene aqu¨ª a visitarme con nuestro hijo¡±, cuenta.
Bezo Mikuba, un abogado que asiste a mujeres v¨ªctimas de violaciones, escucha con escepticismo. Es cierto que hay casos de acusaciones falsas, cada vez m¨¢s, admite. ¡°Pero c¨®mo sabemos que no se trataba de una menor, o que el primero no viol¨® a la hermana del hombre que le deb¨ªa dinero como venganza¡±, pregunta ret¨®ricamente.
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