Los laboristas instan a Cameron a volver a negociar con todos los socios europeos

El l¨ªder de la oposici¨®n y del Partido Laborista, Ed Miliband, ha instado este mi¨¦rcoles al primer ministro brit¨¢nico, David Cameron, a volver a negociar con los restantes socios de la Uni¨®n Europea. Miliband se une as¨ª al n¨²mero dos del Gobierno y l¨ªder liberal, Nick Clegg, que ha hecho expl¨ªcito su disgusto por el resultado de las negociaciones y ha advertido a los euroesc¨¦pticos que seguir¨¢ defendiendo un Reino Unido cercano a sus socios e influyente en Europa.

Pero no son los ¨²nicos que querr¨ªan que se levantara el veto que impuso Cameron. Si Angela Merkel ha enfatizado la importancia que Reino Unido tiene para Europa, Irlanda ha expresado su enorme preocupaci¨®n por esa crisis y en especial ante la posibilidad de que pueda dar paso a un distanciamiento tal que impulse a los brit¨¢nicos a abandonar la UE. Ese es un escenario catastr¨®fico para la Rep¨²blica.

A pesar de las marcas que dej¨® el proceso de independencia, Irlanda es un pa¨ªs estrechamente unido a Gran Breta?a, y no solo por sus v¨ªnculos comerciales. Ambos pa¨ªses otorgan a sus vecinos ciertos derechos a los que no pueden acceder otros ciudadanos de la Uni¨®n Europea. Por ejemplo, los irlandeses residentes en Gran Breta?a tienen derecho a votar en las elecciones generales al Parlamento de Westminster, algo que no puede hacer un espa?ol o un franc¨¦s.

Tambi¨¦n pa¨ªses como Dinamarca y Holanda desean que haya un acuerdo con Londres porque ven a Reino Unido como el pa¨ªs m¨¢s fiable a la hora de defender un modelo econ¨®mico liberal en la Uni¨®n Europea y temen, como es tambi¨¦n el caso de Irlanda, que sin el contrapeso brit¨¢nico Europa pueda quedar demasiado influenciada por Berl¨ªn y Par¨ªs y la Comisi¨®n Europea se pueda ver debilitada.

Probablemente Ed Miliband ten¨ªa consideraciones menos geoestrat¨¦gicas en la cabeza al instar a Cameron a volver a negociar. Los conservadores est¨¢n sacando r¨¦dito electoral a la crisis europea, al menos a corto plazo, y los laboristas no tienen m¨¢s remedio que insistir en que el veto es un fracaso negociador, que no va a evitar los objetivos que buscaba en materia de protecci¨®n del inter¨¦s nacional y en concreto del sector financiero y que deja a Gran Breta?a aislada y sin influencia entre sus socios.

Para Cameron, volver a la negociaci¨®n tiene algunos riesgos pero tambi¨¦n muchas ventajas. Si hay acuerdo significa que los 26 ceden en alguna de las exigencias brit¨¢nicas de protecci¨®n de la City. El problema para ¨¦l ser¨¢ que esas cesiones sean lo bastante expl¨ªcitas para que no se reabra el incendio euroesc¨¦ptico. Por otro lado, el veto puede disminuir la influencia brit¨¢nica, pero reafirma el liderazgo de Cameron en el partido. Esta vez ¡ªo quiz¨¢ siempre en esta crisis¡ª la opci¨®n no es inter¨¦s nacional frente a inter¨¦s europeo, sino inter¨¦s personal frente a inter¨¦s nacional.