Imputada la mujer del gobernador argentino fallecido por un disparo

En su dormitorio hab¨ªa varias armas de fuego. Eran todas suyas, incluida la de calibre 38 que le vol¨® el ojo y acab¨® con su vida. A esa conclusi¨®n lleg¨® ayer el fiscal que investiga la misteriosa muerte del gobernador de la provincia argentina de R¨ªo Negro, el peronista Carlos Soria, en la madrugada del 1 de enero. En el momento del disparo, Soria estaba semidesnudo y solo su esposa, Susana Freydoz, se encontraba con ¨¦l en la habitaci¨®n. El juez de la causa la imput¨® por el deceso de su esposo, aunque no la detuvo.

El presidente del Superior Tribunal de R¨ªo Negro, V¨ªctor Sodero Nivas, declar¨® que ¡°dentro de la crisis intrafamiliar se mueven todas las hip¨®tesis¡±. Se presume que el arma se dispar¨® en plena pelea entre Soria, de 61 a?os, y su c¨®nyuge. En la casa tambi¨¦n estaban la hija menor del matrimonio, su novio y dos guardaespaldas del pol¨ªtico fallecido, que hab¨ªa asumido el poder hace solo tres semanas y despu¨¦s de 35 a?os sin gobiernos peronistas en la cuarta provincia m¨¢s extensa de Argentina, del tama?o de Bielorrusia.

A partir de hoy, los 622.000 habitantes de R¨ªo Negro pasar¨¢n a ser gobernados por el hasta ahora vicegobernador, Alberto Weretilneck, del centroizquierdista Frente Grande, aliado del peronismo en la provincia y en el Gobierno nacional que encabeza Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner. Es m¨¢s, los analistas pol¨ªticos de la provincia observan que Weretilneck tiene m¨¢s coincidencias ideol¨®gicas con Fern¨¢ndez que las que manten¨ªa Soria, un dirigente del peronismo m¨¢s tradicional.

Alberto Weretilneck suceder¨¢ a Carlos Soria al frente del Gobierno rionegrino

Weretilneck, antiguo aliado del radicalismo kirchnerista de R¨ªo Negro, ser¨¢ el primer gobernador de provincias en la historia del Frente Grande, el partido que hab¨ªa fundado el exvicepresidente argentino Chacho ?lvarez (1999-2000). El Frente Grande gobern¨® la ciudad de Buenos Aires entre 2000 y 2006, primero en alianza con el radicalismo y despu¨¦s, con el kirchnerismo.

Pese a que algunos dirigentes peronistas rionegrinos consideraban que no pod¨ªan ceder el poder 21 d¨ªas despu¨¦s de haber acabado con 28 a?os de hegemon¨ªa radical, Fern¨¢ndez mostr¨® su respaldo a Weretilneck al enviar al acto de su jura al jefe del Gabinete de Ministros, Juan Manuel Abal Medina, y al ministro del Interior, Florencio Randazzo.

Weretilneck tambi¨¦n recibi¨® el apoyo del jefe del grupo peronista en el Senado, el rionegrino Miguel ?ngel Pichetto. En el Gabinete de Soria solo hab¨ªa un ministro del Frente Grande, el de Educaci¨®n, Marcelo Mango, y en el Parlamento apenas cuatro diputados pertenecen a ese partido, frente a 26 del peronismo. Weretilneck dijo que continuar¨¢ el rumbo marcado por Soria, que en pocas semanas hab¨ªa impulsado dos leyes: una, para dejar en disponibilidad [revisar sus contratos] a 20.000 funcionarios, 4.000 de los cuales ya han sido despedidos; y la otra, para levantar la prohibici¨®n del uso de cianuro en la miner¨ªa a cielo abierto. Ambas medidas despertaron las protestas de sindicatos y ecologistas en esta provincia patag¨®nica famosa por su parque natural Nahuel Huapi.

El juez del caso Soria, Juan Pablo Chirinos, aguarda el peritaje de alcohol en sangre que ten¨ªan el gobernador y su esposa despu¨¦s de la fiesta familiar de A?o Nuevo que hab¨ªan organizado en su finca cercana a la ciudad de General Roca. El disparo dej¨® malherido a Soria, que muri¨® en un hospital. Mientras tanto, su mujer fue llevada a los tribunales, donde fue atendida por el cuerpo m¨¦dico forense, pero no declar¨® porque se encontraba consternada, sin palabras.

Ayer permanec¨ªa encerrada en casa de su hermana, en la ciudad de Allen, a 25 kil¨®metros de General Roca. ¡°La imputaci¨®n significa que est¨¢ siendo investigada en una causa como posible part¨ªcipe de un delito, nada m¨¢s que eso¡±, dijo el juez Chirinos a Radio del Plata. ¡°Hasta que no est¨¦ en condiciones psiqui¨¢tricas de prestar declaraci¨®n indagatoria va a estar en esta situaci¨®n de imputada no procesada¡±, aclar¨® Chirinos.