La crisis siembra la antiutop¨ªa
El Foro Econ¨®mico Mundial pronostica la emergencia de ¡°una nueva clase de Estados cr¨ªticamente fr¨¢giles¡±
La crisis que no cesa solo trae par¨®n econ¨®mico, desempleo e incertidumbre: est¨¢ tambi¨¦n sembrando la semilla de la llamada distop¨ªa, o antiutop¨ªa. Si la utop¨ªa es la b¨²squeda de un ideal imposible, la distop¨ªa es un lugar lleno de dificultades y sin esperanza. Y seg¨²n el Foro Econ¨®mico Mundial, las actuales corrientes fiscales y demogr¨¢ficas amenazan con ¡°dar la vuelta a los avances conseguidos a trav¨¦s de la globalizaci¨®n y provocar la emergencia de una nueva clase de Estados cr¨ªticamente fr¨¢giles: pa¨ªses que fueron ricos en el pasado y que son v¨ªctimas de la ausencia de ley y de levantamientos en la medida en que no son capaces de cumplir sus obligaciones sociales y fiscales¡±.
Esa es, seg¨²n el s¨¦ptimo informe anual del Foro sobre Riesgos Globales, la principal amenaza potencial de los pr¨®ximos 10 a?os. El informe destaca otras dos tendencias peligrosas: las dudas sobre la capacidad de afrontar los riesgos derivados de las tecnolog¨ªas emergentes, la interdependencia financiera y el cambio clim¨¢tico en un mundo cada vez m¨¢s complejo e interdependiente. Y, por otro lado, lo que llama ¡°el lado oscuro de la conectividad¡±, la amenaza del crimen cibern¨¦tico en un mundo con m¨¢s de 5.000 millones de tel¨¦fonos m¨®viles, Internet y las redes necesarias para conectarse.
El informe se basa en entrevistas con 469 expertos de la industria, los gobiernos, el mundo acad¨¦mico y la sociedad civil, y elabora tambi¨¦n una lista de 50 grandes riesgos globales econ¨®micos, ambientales, geopol¨ªticos, sociales y tecnol¨®gicos.
Los cinco mayores riesgos en t¨¦rminos de probabilidad son: enormes disparidades de ingresos (4,03 en una escala de 1 a 5), desequilibrios fiscales cr¨®nicos (4,03), aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero (3,88), ataques cibern¨¦ticos (3,80) y crisis del suministro de agua (3,79). En t¨¦rminos de impacto, la lista est¨¢ encabezada por una quiebra financiera sist¨¦mica severa (4,08), una crisis del suministro de agua (3,99), una crisis por falta de alimentos (3,93), desequilibrios fiscales cr¨®nicos (3,87) y volatilidad extrema de los precios agr¨ªcolas y energ¨¦ticos (3,81).
Los Estados afectados por el fantasma de la?distop¨ªa pueden ser econom¨ªas desarrolladas en las que sus ciudadanos lamentan la p¨¦rdida de sus derechos sociales; econom¨ªas emergentes que no son capaces de satisfacer las oportunidades que esperan las capas m¨¢s j¨®venes de su poblaci¨®n o no son capaces de acabar con las desigualdades, pero tambi¨¦n econom¨ªas menos desarrolladas en las que los avances sociales y de creaci¨®n de riqueza est¨¢n declinando.
¡°Esos casos muestran que una sociedad que contin¨²a sembrando la semilla de la distop¨ªa ¡ªporque no es capaz de gestionar el envejecimiento de su poblaci¨®n, las crecientes desigualdades y los desequilibrios fiscales¡ª puede esperar mayor agitaci¨®n social e inestabilidad en los pr¨®ximos a?os¡±, alerta el Foro.
Pone de relieve que en movimientos sociales como el de los ocupa ¡ªsignificativamente llamados en Espa?a ¡°los indignados¡±¡ª y los levantamientos en los pa¨ªses ¨¢rabes han generado dos aspectos ¡°preocupantes¡±: ¡°la creciente frustraci¨®n de los ciudadanos con los poderes pol¨ªtico y econ¨®mico y la rapidez de la movilizaci¨®n p¨²blica a trav¨¦s de las tecnolog¨ªas de conectividad¡±.
Subraya tambi¨¦n las diferentes motivaciones de las tendencias dist¨®picas. En las econom¨ªas desarrolladas se basan en el miedo de los trabajadores maduros, que ven peligrar unos avances sociales y unas pensiones con las que contaban, mientras los m¨¢s j¨®venes se ven obligados a mantener a esa poblaci¨®n envejecida en un entorno laboral marcado por la austeridad.
En las econom¨ªas emergentes ¡°el contexto y el reto son diferentes¡±. Sin las presiones demogr¨¢ficas de las desarrolladas, en esos pa¨ªses ¡°el r¨¢pido crecimiento econ¨®mico ha alimentado unas expectativas impacientes de que va a beneficiar a todos¡±.
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