El primer ministro de Pakist¨¢n acude a declarar al Tribunal Supremo

Entre la espada de los militares y el martillo de los jueces, el primer ministro de Pakist¨¢n, Yusuf Raza Gilani, se ha defendido hoy en el Tribunal Supremo de las acusaciones de desacato a la autoridad judicial que podr¨ªan inhabilitarle para seguir en el cargo. Gilani fue citado hace tres d¨ªas para que explicara por qu¨¦ su Gobierno ha ignorado el veredicto por el que se deroga la amnist¨ªa aprobada en 2007 para pol¨ªticos con causas abiertas ante la justicia, la mayor¨ªa por corrupci¨®n, incluido el presidente Asif Ali Zardari.

Gilani ha expresado su respeto al m¨¢ximo ¨®rgano de Justicia de Pakist¨¢n pero ha insistido en que Zardari, como jefe de Estado, goza de inmunidad total. "No ser¨¢ un buen mensaje enjuiciar a un presidente que ha sido elegido por una mayor¨ªa de dos tercios", ha declarado el primer ministro.

El tribunal sostiene que, una vez anulada en 2009 esa amnist¨ªa, el Gobierno deb¨ªa de haber pedido a Suiza que reabriera un caso por corrupci¨®n contra Zardari y su esposa, la asesinada exprimera ministra Benazir Bhutto. Un tribunal suizo declar¨® a ambos culpables in absentia en 2003,? por blanqueo de millones de euros en empresas suizas, mientras Bhutto era jefa del Gobierno y Zardari uno de sus ministros.

Tras el atentado contra Benazir, en diciembre de 2007, el viudo hered¨® el liderazgo del Partido Popular de Pakist¨¢n (PPP), que gan¨® elecciones y gobierna en coalici¨®n con otros partidos menores.

Si Gilani es hallado culpable puede enfrentarse a una pena de c¨¢rcel y a la inhabilitaci¨®n para cargo p¨²blico

Gilani siempre se ha negado a solicitar a Berna la reapertura del caso contra Zardari, pero ayer su abogado Aitzaz Ahsan dej¨® la puerta abierta a un cambio de postura. "No hay nada malo en escribir una carta a las autoridades suizas", afirm¨®. "El presidente tiene inmunidad total contra cualquier procedimiento judicial", declar¨® el abogado al insistir en que el primer ministro "no es culpable de desacato".

La audiencia ha durado una hora y el caso ha sido pospuesto hasta el pr¨®ximo 1 de febrero. Si Gilani es hallado culpable puede enfrentarse a una pena de c¨¢rcel y a la inhabilitaci¨®n para cargo p¨²blico, lo que conducir¨ªa a elecciones anticipadas en este inestable pa¨ªs, dotado de armas at¨®micas y amenazado por la insurgencia talib¨¢n.

Los militares que han gobernado Pakist¨¢n m¨¢s de la mitad de sus 64 a?os de historia est¨¢n tambi¨¦n enfrentados con Gilani por el denominado memogate, una serie de documentos secretos entregados al Tribunal Supremo por el jefe del alto estado mayor del Ej¨¦rcito y el jefe del Servicio de Inteligencia Interior (ISI), que supuestamente revelan que el Ejecutivo pidi¨® ayuda a Estados Unidos para frenar un posible golpe de Estado. El esc¨¢ndalo procede del malestar desatado en las Fuerzas Armadas tras la operaci¨®n estadounidense en suelo paquistan¨ª para matar a Osama bin Laden, en mayo pasado.

La amnist¨ªa anulada fue firmada por el dictador Pervez Musharraf quien, presionado por Estados Unidos para democratizar el pa¨ªs, decidi¨® perdonar a Bhutto y a su marido la decena de cargos pendientes por corrupci¨®n, para facilitarles la vuelta al pa¨ªs. Con ellos fueron perdonados muchos otros pol¨ªticos del c¨¢ncer que corroe el pa¨ªs y deja en la miseria a la inmensa mayor¨ªa de sus 190 millones de habitantes mientras la clase dirigente se llena los bolsillos.

Zardari, conocido como mister 10% por la comisiones que ped¨ªa durante los dos Gobiernos de su esposa (1988-1990 y 1993-1996), ya estuvo 11 a?os en la c¨¢rcel por las muchas acusaciones existentes contra ¨¦l, incluida la de ordenar el asesinato de su cu?ado Murtaza Bhutto. Sali¨® de la c¨¢rcel en 2004 a cambio del exilio.

El Tribunal Supremo tambi¨¦n ha declarado que si Musharraf vuelve a Pakist¨¢n, como anunci¨® la semana pasada que har¨ªa, ser¨¢ detenido para responden ante la justicia por los distintos casos pendientes contra ¨¦l. El expresidente dio un golpe de Estado en 1999 y permaneci¨® en el poder hasta que en 2008 decidi¨® exiliarse en Dub¨¢i ante el temor a se abriera un proceso para destituirle y llevarle a la c¨¢rcel.

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