Mujeres israel¨ªes contra la intolerancia
Laicos y ultraortodoxos de Israel pugnan en torno al papel de la mujer en la sociedad
Cantar o bailar son las ¨²ltimas armas de las f¨¦minas en Israel. As¨ª les plantan cara a los ultraortodoxos radicales que se lo proh¨ªben porque afirman que va en contra de la ley jud¨ªa. Reclaman sus derechos frente a una comunidad que las excluye y quiere borrarlas de los espacios p¨²blicos. La sociedad israel¨ª comienza a mirarse el ombligo. Con las negociaciones ¨¢rabe-israel¨ªes estancadas y sin conflictos b¨¦licos activos sobre los que proyectar la atenci¨®n nacional, los israel¨ªes giran la cabeza hacia lo que hasta ahora no han querido ver: el enorme poder adquirido por la inc¨®moda comunidad ultra ortodoxa, integrada en el complejo entramado pol¨ªtico del pa¨ªs y ¨¢vida de imponer sus f¨¦rreos c¨®digos a los sectores m¨¢s moderados de una sociedad segregada.
La brecha entre religiosos y laicos es profunda. Unos y otros enarbolan consignas sobre cu¨¢l debe ser el espacio p¨²blico otorgado a las mujeres, sin desearlo, en el centro de la fricci¨®n. Muchas se sienten cada vez m¨¢s acorraladas por el empuje del radicalismo religioso de los ultraortodoxos, que pretenden controlar su forma de vestir, el lugar de la calle por donde caminan o si cantan o bailan en lugares p¨²blicos o bodas. Incluso estas cuestiones se debaten con una curiosa petulancia pol¨ªtica en el Parlamento la actual jefa de la oposici¨®n, Tzipi Livni, ha llegado a decir: ¡°parece imposible que en pleno siglo XXI en Israel estemos a¨²n discutiendo en qu¨¦ lugar de un autob¨²s tiene que sentarse una mujer por el mero hecho de serlo¡±.
Cuanto menos es sorprendente que esto suceda en el mismo pa¨ªs que hasta hace muy poco sol¨ªa definirse como la ¡°¨²nica democracia de Oriente Pr¨®ximo¡±, la naci¨®n con mayor n¨²mero de empresas high-tech por habitante o una en la que m¨¢s art¨ªculos cient¨ªficos se publican. En contraste, tambi¨¦n es el ¨²nico Estado occidental donde una pediatra no recog¨ªa un premio hace unos meses en un centro universitario jerosolimitano de referencia por el ¨²nico motivo de su g¨¦nero y quien tuvo adem¨¢s que observar c¨®mo lo hac¨ªa su marido, coautor del trabajo galardonado, porque as¨ª lo requer¨ªa el protocolo del evento, presidido por un ultra conservador Ministro de Educaci¨®n.
M¨¢s recientemente, un grupo de j¨®venes extremistas religiosos escup¨ªa a una ni?a de 8 a?os por no ir vestida de acuerdo a sus c¨¢nones est¨¦ticos. ¡°Es el extremismo m¨¢s exacerbado pero esto est¨¢ pasando en Jerusal¨¦n y en Israel¡±, aseguraba Uri Ayalon, un rabino liberal y uno de los fundadores de Yerushalmin, grupo integrado por religiosos y laicos, que esta semana organizaba en pleno centro comercial de Jerusal¨¦n una coreograf¨ªa con unas cien mujeres. As¨ª quisieron llamar la atenci¨®n sobre la creciente segregaci¨®n de g¨¦nero en la ciudad. ¡°Hemos venido para decir muy alto que estamos aqu¨ª y que no nos vamos a callar¡±, dec¨ªa Inbar Atmon, otra de las organizadoras del evento.
Con la m¨²sica y el baile como ¨²nicas armas, estas mujeres desafiaban comportamientos como el de los nueve soldados que en septiembre se negaron a permanecer en un programa de entrenamiento porque durante su ejecuci¨®n algunas mujeres cantaban, lo que seg¨²n ellos, contradec¨ªa los dictados de la Torah (cuatro fueron expulsados del programa aunque uno fue aceptado nuevamente en las filas) ¡°En el juda¨ªsmo no se dice que las mujeres no puedan cantar o bailar, s¨®lo lo hacen los extremistas¡± a?ad¨ªa el Uri Ayalon.
Por el mismo motivo dimit¨ªa hace unos d¨ªas el rabino jefe de la Fuerza A¨¦rea israel¨ª tras una orden dada por el Jefe de las Fuerzas Armadas, Benny Gantz, que obligaba a los soldados religiosos a acudir a todos los actos oficiales sin importar si las mujeres cantaban o pronunciaban discursos. Varias decenas de j¨®venes religiosos ya han amenazado con no alistarse en el ej¨¦rcito hasta que no se resuelva esta situaci¨®n, una amenaza intolerable para gran parte de la vieja guardia del ej¨¦rcito israel¨ª, curtida en los principios del nacionalismo laico, el mismo sobre el que se fund¨® en 1948 el Estado de Israel.
Mientras, las mujeres alzan su voz y asisten a concentraciones auspiciadas por otras organizaciones como la norteamericana ¡°Fondo del Nuevo Israel¡± que aboga por la democracia y la igualdad de todos los israel¨ªes. En los ¨²ltimos d¨ªas ha distribuido pancartas con esl¨®ganes como ¡°las mujeres tienen que ser vistas y o¨ªdas¡± y ya prepara, junto a otras organizaciones no gubernamentales, nuevos eventos en varias ciudades del pa¨ªs. Su objetivo, combatir a los sectores m¨¢s extremistas del mill¨®n de ultra ortodoxos que viven en el Estado (de una poblaci¨®n total de casi 8 millones); los mismos que rechazan su misma existencia pero con cuyos representantes s¨ª pactan a cambio de votos y subvenciones.
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