Extremistas del mundo...
Cientos de mujeres se lanzaron el martes pasado a las calles de Jerusal¨¦n para bailar. No se trataba de un espect¨¢culo l¨²dico y, menos a¨²n, de una comparsa sufragada por alg¨²n organismo. Era la manera de protestar por la ola de intolerancia, liderada por los jud¨ªos ultraortodoxos de Israel, que ha puesto su objetivo ¡ª?c¨®mo no?¡ª en las mujeres.
Estos radicales est¨¢n muy preocupados. No les quitan el sue?o las amenazas nazis del l¨ªder iran¨ª Ahmadineyad de barrer al pa¨ªs del mapa de Oriente Pr¨®ximo ni las penurias que sufren sus conciudadanos o sus vecinos, los palestinos. No. Muchos de estos centinelas de la esencia religiosa, adem¨¢s de cuidar con esmero su apariencia religiosa, dedican su tiempo a interpretar la Tor¨¢ a su manera y decidir que las mujeres deben vestir con recato ¡ªbajo pena de escupitajo, castigo que aplicaron a una colegiala de ocho a?os¡ª y no est¨¢n autorizadas ni a cantar ni a bailar en p¨²blico. Tambi¨¦n creen que en los autobuses hombres y mujeres deben ocupar ¨¢reas distintas y tampoco rozarse mucho en las calles.
El problema es que tanto desvelo por el vestido y las expresiones de gozo de las mujeres ha empezado a calar en la machista sociedad israel¨ª hasta el punto de generar problemas en el Ej¨¦rcito, al que decenas de hombres han amenazado con no alistarse si se sigue permitiendo a las mujeres soldado cantar en los actos oficiales. Tambi¨¦n ha llegado el asunto al Parlamento, donde algunas l¨ªderes prominentes como la exministra de Exteriores Tzipi Livni dice no dar cr¨¦dito a lo que est¨¢ ocurriendo en su pa¨ªs, ahora que la situaci¨®n pol¨ªtica en la zona parece un poco m¨¢s calmada.
No deja de ser una oportunidad esa mayor estabilidad para encontrar puntos de encuentro con los vecinos en vez de buscar las diferencias. En esto, los jud¨ªos ultraortodoxos ya est¨¢n demostrando que sus dictados son similares a los de sus vecinos m¨¢s radicales. Ah¨ª est¨¢ la actriz iran¨ª Golshifteh Farahani, repudiada por su Gobierno por fotografiarse semidesnuda. Como si Ir¨¢n no tuviera otros frentes abiertos mucho m¨¢s inquietantes. Como se ve, las preocupaciones de los ultras no son de este mundo.
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